Massa se reúne con Scioli en el Ministerio de Economía luego de la tensión por el cierre de listas

Daniel Scioli y Sergio Massa protagonizan hoy un nuevo capítulo de la saga iniciada ayer con Cristina Kirchner, dedicada a sanar las heridas que dejó el cierre de listas, al menos puertas afuera. Están reunidos en el ministerio de Economía.

El anfitrión bajó a la puerta principal del Palacio de Hacienda para recibir al ex gobernador, que la semana pasada declinó su aspiración presidencial para posibilitar una boleta de unidad. “Cómo estás papá”, atinó a decir Scioli antes de fundirse en un abrazo con Massa. Rápidamente subieron al quinto piso del edificio sin responder preguntas de los periodistas que estaban presenciando el saludo.

El encuentro estaba pautado para las 10:30, pero se demoró hasta pasado el mediodía debido a que el ministro estaba manteniendo una reunión privada, según informaron desde su entorno.

Scioli llegó al Palacio de Hacienda por el ingreso de Yrigoyen a las 12. Massa lo esperaba en la explanada, listo para abrazarlo frente a las cámaras de TV y los cronistas que los habían esperado una hora y media. Caminaron hacia el encuentro sonrientes y entraron al edificio sin decir una palabra. El horario pautado para la cita eran las 10.30.

Con una agenda oficial supuestamente centrada en temas vinculados a la relación con Brasil, esta mañana el precandidato presidencial y el embajador, que intentó hasta el último minuto ocupar ese lugar en la lista para la PASO y al final debió hacerse a un lado, se vieron las caras por primera vez en meses.

Ayer, Scioli había hecho lo propio con Cristina Kirchner. Sorpresivamente, la vicepresidenta reveló que lo había recibido en su despacho del Senado a través de una foto que los mostraba juntos y un largo epígrafe con elogios y alusiones indirectas al renunciamiento del ex gobernador a su cargo. “Hablamos mucho, con sinceridad y con el respeto de siempre. Me transmitió que su vocación es ayudar y colaborar como un compañero más”, escribió la jefa k.

Ella misma anunció que hoy Scioli se encontraría con Massa. “Obvio que es una foto política, se trata de mostrar unidad, complementación, que no hay heridas”, dijeron desde Gobierno.

Scioli peleó hasta el viernes para ir a una PASO con quien fuera el postulante del kirchnerismo (en principio, el ministro del Interior, Eduardo de Pedro). Pero una jugada de último momento de Massa, que no quería internas para dirimir candidatos para las Generales, complicó sus planes. El tigrense se apoyó en los gobernadores e intendentes del PJ, que también resistían las primarias, y terminó negociando con Cristina Kirchner y Alberto Fernández para ser la cabeza de una lista única. El kirchnerismo, debilitado, se quedó con las cabezas de las listas para Diputados y el Senado. Mientras que el primer mandatario ubicó a Agustín Rossi para la Vicepresidencia y a dos de sus alfiles más cercanos, Victoria Tolosa Paz y Santiago Cafiero en lugares expectantes de de la nómina legislativa.

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Desde el revés del cierre de listas, Scioli no volvió a hablar con la prensa. Ni siquiera después de que el kirchnerismo hiciera circular versiones de que su amigo y armador de campaña, Cafiero, lo había “traicionado” al ocultarle, según dijeron, para provecho propio, que el camporismo le había ofrecido una posición. Sí se esmeraron en salir negar esos trascendidos el propio canciller y el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, que actuó como nexo entre el jefe de Estado y el tándem CFK-Massa en las frenéticas reuniones definitorias del viernes, donde se impuso la voluntad de Massa.

Desde el domingo, los referentes de la resquebrajada cúpula de Unión por la Patria se encuentran abocados en multiplicar, lo más posible, las señales de unidad. La reunión entre Massa y Scioli fue la última expresión de esos esfuerzos de disimulo de la feroz interna, después del acto conjunto de La Cámpora y Massa en Lomas de Zamora, de la reunión de Gabinete que armaron Alberto Fernández y Agustín Rossi con todos los ministros, y de la sorpresiva foto entre Scioli y Cristina Kirchner.