Qué se sabe en el macabro caso de la madre e hijo hallados muertos en La Plata

Pocas escenas en la historia del cine son tan significativas como la aparición del cadáver momificado de Norma, la madre del asesino Norman Bates en Psicosis, el clásico de 1960 dirigido por Alfred Hitchcock.

En La Plata, Luciano Eduardo Molinero es investigado tras su muerte por vivir la misma fantasía macabra.

El jueves pasado, personal de la Comisaría 3° de la Policía Bonaerense llegó a la casa de Moreno en la calle 133 entre 67 y 68, en la zona de Los Hornos. Un hombre llamado Claudio había llamado al 911, horrorizado por los dos cuerpos muertos que había visto al entrar al lugar. Aseguró a los policías en el patrullero que el lugar estaba deshabitado hace meses, con los pastos del frente crecido. Claudio aseguró que buscaba cortarlos para evitar la crianza de mosquitos.

Su curiosidad finalmente le ganó. En el garage encontró el cuerpo de Molinero sin lesiones a la vista Llevaba un manojo de cables en una mano. Tal vez, pensó la forense que analizó el cuerpo, sufrió un shock final: se quitó la vida electrocutándose hasta morir. Llevaba varios días sin vida, determinó la perito de Policía Científica. Curiosamente, sus registros comerciales revelan que estaba registrado en la AFIP en el rubro de fabricación de equipo eléctrico. No registraba empleos en blanco en su historia.

Quien sería su madre, Ángela Carmen Bologna, de 80 años, nacida el 5 de marzo de 1943, estaba en la bañera. Quedaban sus huesos, principalmente, un esqueleto. No había restos de tejidos blandos, al contrario del cuerpo de su hijo; solo huesos y trapos.

Así, comenzó un expediente por averiguación de causales de muerte, a cargo de la UFI N°1 de Ana Medina, con tareas encomendadas a la Policía Bonaerense. Al salir al filo de la medianoche, la forense a cargo del equipo de Policía Científica aseguró que no había nada para destacar: ningún signo de violencia en los cuerpos, ningún signo de violencia en la casa. El domicilio de su madre era el único que Molinero registró en su vida.

Fuentes policiales aseguraron a Infobae que la sospecha, hoy, es que Moreno se habría suicidado tras vivir meses con el cuerpo de su madre en estado de descomposición, tal como Norman Bates. “Se le debe haber muerto y Molinero la dejó en la bañadera”, supone en diálogo con este medio un detective del caso.

De todas formas, la letra final del caso dependía de la autopsia. Finalmente, se determinó que ese estudio no se practicará. El avanzado estado de descomposición y la falta de lesiones llevaron a la fiscalía del caso a citar al Equipo Argentino de Antropología Forense para que perite los restos.

Los detectives de la Bonaerense recuerdan varios casos en la provincia de hombres solos que convivían con los cuerpos muertos de sus madres. En el verano de 2014, Claudio Alfieri, un cartonero de 58 conservaba el cadáver momificado de la suya en su casa de Carapachay.

Un viejo cable de la agencia DyN recuerda el llamado de los vecinos al 911 por el olor pestilente de la casa en la calle Cayetano Rodríguez. Los policías de la Comisaría 6° rompieron la puerta para hallar basura por doquier, con los residuos que Alfieri cartoneaba. Alfieri mismo fue encontrado muerto en una silla. El piso estaba principalmente minado por cartones y cáscaras de huevo, al parecer la base de su dieta.

A poca distancia, encontraron, también sentada en una silla, lo que quedaba de Margarita, su madre, un cadáver envuelto en bolsas de plástico y arpillera. Según creen los vecinos, la anciana llevaba muerta casi una década. El