La Unión de Trabajadores del Automóvil Unidos (UAW, por sus siglas en inglés), uno de los sindicatos más grandes de Estados Unidos, está planeando una serie de huelgas contra tres de los mayores fabricantes de automóviles estadounidenses el viernes (15 de septiembre) si las dos partes no pueden llegar a un acuerdo. La huelga propuesta en General Motors (GM), Ford y Stellantis sería la primera paralización simultánea de las tres empresas. El sindicato está planeando una serie de paros en plantas individuales, que podrían detener la producción al evitar que otras fábricas reciban materiales esenciales, y no ha descartado una huelga general.
El alcance sin precedentes de una huelga total contra los llamados «tres grandes» tendría un impacto inmediato en la economía de la región del medio oeste, estimándose que una huelga de 10 días costaría más de $5 mil millones. Si la huelga continúa, cada fabricante de automóviles podría perder hasta $500 millones por semana en ganancias. Según un informe de Reuters, las negociaciones de última hora que afectan a unos 146,000 trabajadores aún se estaban llevando a cabo el jueves (14 de septiembre) por la tarde en la sede de la UAW en Detroit, menos de 12 horas antes de que comenzaran los paros. El principal punto de controversia entre las dos partes parecían ser los aumentos salariales. Los representantes de los fabricantes de automóviles ofrecieron aumentos del 20% en los próximos cuatro años y medio, la mitad del aumento salarial del 40% que exige el sindicato. El presidente de la UAW, Shawn Fain, dijo que las empresas también habían rechazado la propuesta del sindicato de ampliar los beneficios de pensión, eliminar a los trabajadores temporales y establecer una semana laboral de 32 horas.
El presidente Biden ha expresado su apoyo a un acuerdo justo entre las partes, afirmando que «la UAW ayudó a crear la clase media estadounidense y…merece un contrato que sostenga a la clase media».
En cuanto a las huelgas recientes de la UAW, la última fue contra GM en 2019, cuando 48,000 trabajadores abandonaron 50 fábricas en Estados Unidos a mediados de septiembre. Duró seis semanas y le costó a la empresa alrededor de $4 mil millones en ganancias perdidas y 300,000 unidades de producción. También hubo una huelga de dos días en 2007, donde 73,000 trabajadores abandonaron las fábricas de GM para protestar por la falta de seguridad laboral y un problema con los beneficios de jubilación. Sin embargo, ninguna de estas huelgas se puede comparar con los posibles efectos económicos de una paralización simultánea de los empleados de los tres fabricantes de automóviles. La última huelga importante que afectó a la industria automotriz en Estados Unidos fue en 1970, cuando 400,000 trabajadores de 145 fábricas abandonaron sus empleos en GM, entonces la corporación más grande del mundo, durante 67 días. En total, la huelga le costó a GM más de $1 mil millones y se considera una de las «huelgas más costosas de la historia estadounidense».
Mirando hacia atrás, la huelga se considera una gran victoria para la UAW, que logró un aumento salarial de 51 centavos después de que GM inicialmente ofreciera 26 centavos. Y la huelga funcionó debido a lo grande que era GM en ese momento. En ese momento, GM era la empresa más importante de Estados Unidos, con una nómina de $8 mil millones, 39,000 proveedores nacionales y más de un millón de accionistas. El año anterior a la huelga, la empresa representó el 2.3% del PIB de Estados Unidos. Si bien GM es considerablemente más pequeño ahora, la propuesta actual de la UAW de hacer huelga en los tres fabricantes de automóviles podría recrear las condiciones económicas difíciles que hicieron que la huelga de 1970 fuera tan exitosa.
Fuente de TenemosNoticias.com: qz.com
Publicado el: 2023-09-14 16:33:33
En la sección: Quartz