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¿Cuánto le falta a Irán para tener la bomba nuclear? Así utiliza la amenaza atómica como arma ante Israel

¿Cuánto le falta a Irán para tener la bomba nuclear? Así utiliza la amenaza atómica como arma ante Israel

Después de ver cómo trescientos drones y misiles iraníes trataban de invadir el cielo israelí, la amenaza nuclear está sobre la mesa. La carrera atómica en Oriente Próximo, en especial los avances de Irán en este terreno, siempre se ha visto como un escenario catastrófico que genera gran recelo en Occidente. Y ahora el país persa, habituado a presionar a Israel a través de terceros, ya está usando esta baza diplomática a su favor en una zona que ya es de por sí un polvorín. 

En octubre de 2023 el Pentágono publicaba un informe, titulado ‘Estrategia para contrarrestar las armas de destrucción masiva 2023’, en el que se afirmaba que Irán supone una amenaza persistente y que ya tiene capacidad para fabricar suficiente material fisible para tener una bomba nuclear en menos de dos semanas. También deslizaba el dato de que su uso de armas químicas tampoco cumple con los reglamentos.

Asimismo, en febrero de 2024 la ONU informaba de que Irán había aumentado sus reservas totales de uranio, mientras que un informe de la OIEA, visto por CNN, apuntaba que se habían encontrado partículas de uranio enriquecidas con una pureza del 83,7% en las instalaciones de Fordow, en Irán.

Recordemos que el país persa ha amenazado con responder en segundos con «armas no usadas hasta ahora» si Israel decide tomar represalias contundentes. Mientras que Joe Biden articula sanciones globales contra Irán y el embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, aclara: «No somos una rana en agua hirviendo. Somos una nación de leones». Según la ONG Nuclear Threat Initiative, los israelíes cuentan con al menos 90 ojivas nucleares y 980 kilos de reservas de plutonio, para crear entre 170 y 278 armas nucleares. Y dispone de submarinos y misiles capaces de portar estas armas. En suma, se trata de un tira y afloja entre los actores de la región, donde se está jugando con fuego.

 

Avance en secreto

A este historial de afirmaciones preocupantes se une que el director general del OIEA, Rafael Grossi, dijera en una entrevista con Radio Mitre que «Irán tiene una gran cantidad de uranio enriquecido a un nivel altísimo, que es un nivel que es el que se utiliza prácticamente solo en armas nucleares». Y añadía: «No tiene el artefacto, pero tiene muchos de los componentes». Y aunque se ha obstaculizado la labor de los inspectores de la OIEA durante más de cinco años, se afirma que la República Islámica avanza en secreto.

Y esto no es una simple conjetura, ya en el pasado, en 2000, se descubrieron centros clandestinos iraníes que producían uranio enriquecido y plutonio. Y en 2019, en una carta escrita por embajadores de Francia , Alemania y Reino Unido, publicada por la ONU acusaban al país iraní de haber realizado vuelos de prueba de misiles balísticos con capacidad nuclear. La pregunta de todos es cuánto ha progresado y qué podría significar para el mundo el que terminara teniendo un arma nuclear en el futuro.

Bernardo Navazo, analista de Relaciones Internacionales y ex consultor de Seguridad y Defensa de la Fundación Alternativas, aclara a ABC que Estados Unidos e Israel han intentado impedir el progreso de Irán con avanzados procedimientos. En 2010, la planta nuclear de Natanz, en Irán, fue atacada por un virus informático, de nombre Stuxnet, que tomó el control de mil máquinas que participaban en la producción de materiales nucleares y les dio instrucciones de autodestruirse.

«Irán ya está usando diplomáticamente la idea no de que tenga un arma nuclear, pero sí el que puede tenerla»

Bernardo Navazo

Consultor de Seguridad y Defensa

El espionaje nuclear entre Israel e Irán está a la orden del día, y «de tanto en tanto Irán desayuna con la noticia de la muerte en extrañas circunstancias de uno de sus científicos, involucrados en los temas atómicos de Irán», indica Navazo.

Pero «la cuestión es que estamos ante una calma tensa, donde a Irán no le conviene anunciar públicamente ningún avance nuclear. Pero de hecho ya está usando diplomáticamente la idea no de que tenga un arma nuclear, pero sí de que puede tenerla, Y eso ya es suficiente amenaza para que nadie le aprieta las tuercas en exceso».

Y al mismo tiempo Irán, como exportador global de turbulencias, ya está haciendo que aumente la tensión en otras zonas como el estrecho de Ormuz, el lugar del mundo por donde pasa más hidrocarburos. Las tensiones en ese punto podría generar una recesión global y un problema de seguridad energética.

 

De bombas sucias y acercamientos

Y Navazo especifica que lo que Irán puede hacer en dos o tres semanas es una bomba sucia. «Metes material nuclear relativamente radiactivo en un dron. Y lo haces explotar, por ejemplo, en el centro de Tel Aviv. Si bien no tiene suficiente enriquecimiento para que se desencadene una reacción nuclear, lo que sí tienes es suficiente material radiactivo para dejar inoperativo un barrio durante los próximos 100 años», afirma. Pero antes tendría que conseguir que Irán pueda penetrar en territorio israelí, y eso es más complicado de lo que parece.

Además, Alberto Priego, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia Comillas, recuerda que cuando la cosa es seria, cuando se trata de un ataque con misiles, Israel no está tan solo, «porque tanto Irak como Jordania o Arabia Saudí han interceptado misiles procedentes de Irán. Entonces, a día de hoy, es verdad que Israel está recibiendo muchas críticas por su gestión en Gaza. Pero también es cierto que los Estados árabes que le rodean, que son precisamente los que lo critican, han colaborado en la interceptación de este armamento. De modo que si Irán tuviera una bomba nuclear, probablemente la cooperación entre ellos y con Israel sería mayor», afirma Priego.

Tres niveles

La OIEA ha detallado en un informe confidencial a los Estados miembros que Irán tiene aproximadamente 121,5 kilogramos de uranio enriquecido hasta un 60% de pureza, lo que representa una disminución de 6,8 kilogramos desde el informe de noviembre pasado. Y esa disminución es solo el resultado de que Irán ha diluido parte de su uranio enriquecido al 60% en las últimas semanas, con material de menor calidad. Aunque se desconoce la razón.

Según el acuerdo nuclear de 2015 con las grandes potencias mundiales, a Irán solo se le permitía enriquecer uranio hasta un 3,67% de pureza. Manteniendo una reserva que no podía superar los 300 kilos y sujeta a usar centrifugadoras IR-1 muy básicas. A cambio del levantamiento de las sanciones económicas. Pero en 2018 Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo e Irán se vio con las manos libres para romper el acuerdo. De 300 kilos pasó a tener 5.164 kilos de reservas de uranio en diferentes grados de pureza.

La república islámica ha asegurado que su programa solo tiene fines pacíficos, como energía o medicina, y no un propósito militar. Algo que EE.UU. considera que no es creíble, porque ningún otro país necesita hoy uranio enriquecido al 60% para esta clase de aplicaciones.

Navazo explica a ABC que, ‘grosso modo’, hay tres niveles de capacitación nuclear. La primera es ser capaz de enriquecer por encima del 4 o 5%, que permite preparar material para utilizarlo en centrales nucleares. La segunda es enriquecer hasta el 20%, lo que permite, sobre todo, innovar en temas de medicina o radiología. Y luego la capacidad de conseguir enriquecimiento hasta el 80-90%, que es cuando ya se tiene material suficiente como para generar una bomba atómica.

Si bien actualmente se desconoce a ciencia cierta sus capacidades nucleares reales, Navazo apunta que lo que sí sabemos es que Irán dispone de medios efectivos para transportar esa carga nuclear. Y según el CSIS, Irán cuenta con los mayores arsenales de Oriente Medio en misiles balísticos de largo alcance, que también podrían alcanzar el sureste de Europa.

La hipótesis de un Irán nuclear, su eje de resistencia y un nuevo ‘Eje del mal’

Esta idea de un Irán nuclear, a futuro, no haría sino reforzar el que Estados Unidos lleve hablando desde hace meses de un nuevo ‘Eje del mal’ -recuperando la expresión que usó George Bush hijo en 2002- con una alineación de adversarios en la que estarían Rusia, Corea del Norte, China e Irán. Los cuales están estrechando sus lazos de cooperación.

Un escenario semejante provocaría, según Navazo, dos cosas que tienen los Estados con armas nucleares. «La primera y más obvia es que sus poseedores se sienten muy seguros porque nadie puede traspasar sus fronteras. De repente es como el arma última que asegura la supervivencia de tu nación. Y eso lo sabemos por el caso de Corea del Norte, que es un régimen completamente disfuncional. Y lo segundo es que te vuelves un actor más conservador en política exterior. Esto lo sabemos sobre todo por el ejemplo de la confrontación entre India y Pakistán. Los dos estuvieron enzarzados en diversos conflictos con numerosas muertes, pero desde que ambos consiguieron tener armas nucleares la escalada bajó. Las armas nucleares hacen que todo el mundo se vuelva más sensato». Aunque suene contradictorio.


El Eje de la resistencia enfrentado a Israel

Países en los que hay grupos respaldados por Irán

El Eje de la resistencia enfrentado a Israel

Países en los que hay grupos respaldados por Irán

Y eso incluiría a los integrantes del Eje de resistencia de Irán. Una alianza integrada por Siria, el grupo Hezbolá en el Líbano, las milicias chiitas en Irak, Afganistán, Pakistán, grupos militantes en territorios palestinos, Hamás y por los hutíes de Yemen. Irán se sirve de todos ellos para conseguir sus objetivos políticos. Y para Navazo podrían volverse menos extremistas, pero más poderosos, porque estarían cubiertos por el paraguas nuclear de Irán. 

Además, la inteligencia estadounidense ha venido avisando de que si Irán llegara a tener éxito en su programa nuclear, esto estimularía una carrera armamentística nuclear en Medio Oriente, con Arabia Saudí como siguiente candidato a querer desarrollar su armamento nuclear. Y contaría con la ayuda de China para procesar su uranio enriquecido, tal como reveló ‘The Wall Street Journal’. Mientras que Rusia lleva desde hace años afianzando lazos nucleares con Irán, mediante la construcción de reactores en diversas plantas del país persa.

«Arabia Saudí conseguiría su objetivo en poco tiempo, porque ya tiene una central nuclear. Y también Emiratos Árabes está trabajando en centrales nucleares. Es decir, que lo que puede haber es una proliferación brutal en la zona», señala Priego. Es más, lo que puede provocar esta proliferación nuclear de Irán es que Israel recupere los acuerdos de Abraham.

Unos acuerdos históricos que se vieron interrumpidos y que hubiesen permitido que varias potencias árabes establecieran relaciones diplomáticas con Israel a cambio de beneficios otorgados por Estados Unidos. Algo que Irán ha querido obstaculizar a cualquier precio. 

Frente a este escenario se impone la idea de intentar evitar escalar a toda costa. Si no, Ali Vaez, director del programa sobre Irán del International Crisis Group, ha señalado a los medios que «si se entrase en una guerra a gran escala, Estados Unidos e Israel probablemente lo verían como una oportunidad para destruir el programa nuclear iraní, que está más cerca que nunca de desarrollar armas nucleares. Esto tendría unas consecuencias increíbles, en capacidades militares y posiblemente enormes bajas humanas». Al final, la pregunta abierta sigue siendo si el fantasma nuclear hará que prevalezca esa supuesta sensatez que supone el manejo de armas nucleares o no.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.abc.es

Publicado el: 2024-04-20 02:00:05
En la sección: Internacional

Publicado en Multimedia

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