El relato de un náufrago australiano que sobrevivió con su perra más de dos meses a la deriva en el Pacífico

Timothy Shaddock, de 54 años de edad, y su perra ‘Bella’ habían partido en su catamarán Aloha Toa en abril pasado, desde La Paz, en la península mexicana de Baja California. El marinero había planeado un viaje de unos 6.000 km hacia la Polinesia Francesa, pero su embarcación se averió tras una fuerte tormenta que los dejó sin rumbo.

Con agua de lluvia y pescado crudo han podido sobrevivir los más de dos meses que estuvieron a la deriva, hasta que fueron avistados por un buque atunero propiedad de la empresa Grupomar, que cumplía su última faena.

«Estoy agradecido, estoy vivo (…). Solo quiero tomarlo tranquilamente», dijo Shaddock a la prensa tras descender del barco. «Estar con mis amigos y mi familia es lo que quiero».

Shaddock salió del barco con una barba crecida y con una gorra de la marca de la empresa atunera. «Pesqué mucho, llevaba mucho equipo conmigo también y buenas provisiones», dijo sobre los días que pasó extraviado en altamar.

La llegada del náufrago ha sido todo un acontecimiento. El presidente de Grupomar, Antonio Suárez, ha estado ahí para celebrar el rescate que ha hecho el personal de la compañía. «La vida es muy bella y hemos sido responsables de salvar la vida de un ser humano y de una perrita que lo acompañaba», dijo al explicar que los náufragos fueron atendidos por el servicio médico a bordo del buque. «Cayó en muy buenas manos», añadió.

Suárez contó que la embarcación que rescató al náufrago es la más pequeña y vieja de la empresa y que este viaje en el que encontraron a Shaddock seguramente será el último.

«Va a despedirse de nosotros (el barco) muy gratamente», apuntó.

La compañía -que vende atún enlatado bajo la marca Tuny- dijo en un comunicado difundido el lunes que el australiano «se encontraba a más de 1.200 millas de la tierra» cuando fue hallado.