Somos humanos, y más de una y dos veces hemos comprobado que los nervios pueden llegar a jugarnos una mala pasada. Lo mismo debió pensar Robert Thomson cuando estaba a punto de casarse con Amy y su confusión en el altar hizo que todos los invitados no pudieran controlar su risa.
El vídeo lo muestra a la perfección, el prometido dice aceleradamente los votos, sin pensar tan siquiera en lo que dice o mirar a su prometida mientras los pronuncia. En un repentino ataque de nervios por terminar ya confunde la frase «amarte cuando estés triste» y pronuncia «reirme de ti cuando estás triste», ya que en inglés la pronunciación de estos verbos es muy similar (love, laugh).
Consecuentemente todos los invitados e incluso la novia, que nota el nerviosismo de su pareja comienzan a reirse normalizando la situación y el novio se da cuenta del error que acaba de cometer.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.20minutos.es
Publicado el: 2024-04-14 14:35:14
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