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La división en el Partido Republicano pone en riesgo la ayuda a Ucrania

La división en el Partido Republicano pone en riesgo la ayuda a Ucrania

Cuando el pasado mes de agosto el presidenteJoe Biden pidió al Capitolio unos 20.000 millones de dólares para ayudar a Ucrania en su defensa frente a la reciente invasión rusa, un grupo de enardecidos diputados republicanos dijo basta, y comenzó una campaña para reducir esas ayudas a cero.

«Por lo que a mí respecta, la respuesta a la solicitud más reciente del presidente es un no enfático y firme», según el diputado Gus Bilirakis. Añade: «No podemos seguir alimentando la inflación gastando dinero que no tenemos para financiar una guerra interminable en Europa mientras ignoramos las amenazas a la seguridad nacional aquí en casa. Ha habido una falta completa y absoluta de transparencia y responsabilidad por los miles de millones de dólares de impuestos estadounidenses, suministros y equipos que ya se han enviado a Ucrania. Tampoco hay un plan claro para establecer qué constituye una resolución exitosa a este conflicto».

Bilirakis no es ningún declarado pacifista, o un crítico del intervencionismo estadounidense. Diputado conservador por Florida, lleva en el Capitolio desde 2007, y es parte del círculo de confianza que rodea al líder de su partido en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, a quien asesora formalmente en temas como el apoyo a los veteranos de guerra.

Este diputado forma parte de una hornada de republicanos cercanos al expresidenteDonald Trump, que se han marcado como objetivo boicotear las ayudas a Ucrania, justo cuando los sondeos de opinión muestran que ha aumentado el hartazgo ciudadano con los multimillonarios envíos y el encarecimiento de los precios por la inflación asociada.

En diciembre de 2020, Bilirakis fue uno de los 126 republicanos que apoyaron una fracasada demanda para impugnar los resultados de las elecciones presidenciales. La Corte Suprema desestimó el caso.

Los retos internos a los que se enfrenta el Partido Republicano sobre la ayuda a Ucrania no son menores. Esa corriente dentro del partido, que se define como la del ‘América Primero’ argumenta que los cheques en blanco podría llevar a otra guerra interminable como la de Afganistán. Esto genera una brecha creciente con el ala moderada del partido, que argumenta que el apoyo a Ucrania está en línea con los valores fiscales conservadores y es crucial para la seguridad nacional de EE.UU.

Según una estimación del servicio de investigaciones y documentación del Capitolio, desde 2014, año de la primera invasión de Ucrania, EE.UU. ha comprometido más de 46.000 millones en asistencia de seguridad para Ucrania. De ellos, 43.000 han sido enviados después de la agresión de 2022. El objetivo declarado es ayudar a Ucrania a preservar su integridad territorial, asegurar sus fronteras y mejorar la cooperación con la OTAN. Si se aprueban las partidas en trámite, el gasto total durante esta agresión rusa será de unos 135.000 millones.

La brecha republicana se ve agravada por el contexto electoral. Las primarias comienzan en enero, y las elecciones presidenciales serán el 5 de noviembre de 2024. Trump, quien lleva una clara y apabullante ventaja en las primarias, ha sido crítico con la asistencia a Ucrania y ha insinuado que él podría resolver el conflicto rápidamente, dada su buena relación con Vladímir Putin.

, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, o el empresario Vivek Ramaswamy han marcado también distancias con respecto a la estrategia de la Casa Blanca. Recientemente, en un debate de candidatos, Ramaswamy criticó abiertamente la participación de EE.UU. en el conflicto ucraniano, argumentando que los recursos podrían usarse mejor para frenar la inmigración ilegal a EE.UU. Esta posición fue fuertemente rechazada por el exvicepresidente Mike Pence y otros candidatos.

Opinión pública dividida

Los sondeos muestran una opinión pública muy dividida. Una reciente encuesta de Fox News indicó que, aunque la mayoría de los estadounidenses siguen apoyando la ayuda a Ucrania, un 36% creen que esta debería disminuir. Dentro del electorado republicano, ese número es aún mayor; un 56% opinan que la ayuda debe recortarse.

Los republicanos tienen su centro de poder en el Capitolio. Disfrutan de una mayoría exigua en la Cámara de Representantes, y son minoría en el Senado, pero allí pueden bloquear cualquier iniciativa demócrata porque estos últimos no tienen la absoluta. En el sistema presidencialista de EE.UU., el Capitolio, sede del legislativo, es el que debe aprobar cualquier partida presupuestaria, incluidas las de defensa y ayuda internacional.

Mitch McConnell, líder republicano en el Senado, ha advertido de que no es momento de retroceder en el compromiso de EE.UU. con Ucrania. Sin embargo, se enfrenta a una gran resistencia interna. En una reunión reciente con el consejero de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, este último reconoció que hay grandes dudas sobre la política hacia Ucrania.

En la Cámara de Representantes, aún no está claro si el líder, Kevin McCarthy, permitirá una votación sobre el presupuesto adicional que ha pedido Biden. McCarthy ha dado señales contradictorias acerca del apoyo a Ucrania, lo que añade más incertidumbre al asunto entre sus filas.

Trump tiene ya su experiencia tratando con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pero no por la invasión rusa. Este último tuvo un papel central en el primer juicio político de ‘impeachment’ contra Trump en 2019. Los demócratas acusaron a Trump de solicitar a Zelenski investigar a Joe Biden, rival político de Trump, como condición para recibir asistencia militar de EE.UU.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.abc.es

Publicado el: 2023-09-11 15:56:21
En la sección: Internacional

Publicado en Multimedia