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Llega a Washington el enviado especial del Papa, en busca de gestos humanitarios que desactiven la guerra

Llega a Washington el enviado especial del Papa, en busca de gestos humanitarios que desactiven la guerra

Después de viajar a Kiev y a Moscú, el enviado del Papa Francisco para solucionar la guerra entre Rusia y Ucrania, el cardenal Matteo Zuppi, pone rumbo a Washington. Según explica el Vaticano, el objetivo del viaje es «intercambiar ideas y opiniones sobre la trágica situación actual y apoyar iniciativas en ámbito humanitario para aliviar el sufrimiento de las personas más afectadas y frágiles, especialmente los niños».

El cardenal tiene previsto llegar este mismo lunes a Washington, donde mantendrá reuniones hasta el próximo miércoles. La Santa Sede confirma que se trata de una «misión para promover la paz en Ucrania», pero no ha detallado con quiénes se reunirá el purpurado.

Se da por hecho que Zuppi se entrevistará con altos cargos de la administración de EE.UU., como el responsable de la política exterior, Antony Blinken, que acaba de concluir una visita a Indonesia; o el consejero de seguridad nacional, Jake Sullivan, uno de los principales asesores del presidente en este conflicto. Naturalmente, se especula sobre un posible encuentro entre el cardenal y el presidente Joe Biden, pero fuentes vaticanas prefieren no adelantarse a los eventos.

Según el cardenal, la idea de Francisco es «crear oportunidades, ver, escuchar y favorecer todo lo que puede conducir hacia la solución del conflicto». La misión del enviado especial del Papa no es tanto presentar un proyecto concreto de paz, sino crear el terreno que propicie un futuro alto al fuego entre Moscú y Kiev. Una de las vías para obtenerlo es el frente humanitario, como el intercambio de prisioneros, o el regreso de los 20 niños niños ucranianos deportados por Moscú.

En este sentido, es probable que en Washington, Zuppi destaque discretamente el malestar del Vaticano por el envío de bombas de racimo al frente de guerra, como aprobó EE.UU. en la primera semana de julio. Se trata de municiones prohibidas en más de cien países por los graves daños colaterales que crean durante años en la población civil, pero que no están vetadas en EE.UU., Rusia y Ucrania.

Diseñar un mecanismo

Matteo Zuppi visitó Kiev el 5 y 6 de junio, y Moscú el 27 y 28 del mismo mes. Tras regresar de Rusia, aclaró que por ahora está llevando a cabo sólo una misión humanitaria, pues «no hay un plan de paz, sino una aspiración de que cese la violencia, que se puedan salvar vidas humanas, comenzando por la defensa de los más pequeños».

Después de sendas reuniones con dos asesores de Putin, el purpurado está actualmente reflexionando sobre cómo «poner en marcha un mecanismo» que consienta el regreso a Ucrania de los miles de niños deportados en Rusia. «Los niños deben poder regresar a Ucrania; el próximo paso es verificar la situación de los niños y ver cómo hacerles regresar», explicó en Roma el 4 de julio.

Por su parte, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, destacó en una entrevista con el informativo de la Rai que «los gestos humanitarios conducen hacia la paz». Parolin confirmó que en este momento «la idea es encontrar mecanismos para poner en marcha (estos gestos humanitarios), para aplicar las conclusiones a las que se ha llegado durante las visitas a Kiev y Moscú, probablemente con la ayuda de alguna organización internacional que permita poner en marcha estos resultados».

Probablemente es justo lo que Zuppi intenta conseguir con su viaje a Washington. No tiene muchas otras cartas que jugarse, pero nadie sabe si guarda algún as bajo la manga.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.abc.es

Publicado el: 2023-07-17 08:42:37
En la sección: Internacional

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