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Los votantes de Trump, los más pobres y castigados por sus recortes

Los votantes de Trump, los más pobres y castigados por sus recortes

Los diputados republicanos se esforzaban este miércoles por dar el último empujón a la gran apuesta legislativa de Donald Trump, su enorme ley fiscal y de gasto, la llamada ‘One, Big, Beautiful Bill’ (ley ‘Una, grande y bella’). Los líderes de la Cámara de Representantes trataban de llevar al redil a los legisladores más díscolos para tratar de agradar al presidente de EE.UU. y cumplir con su objetivo de que el texto esté en el Despacho Oval este viernes, 4 de julio. Así Trump se permitirá celebrar el gran festivo del año, el Día de la Independencia, con la firma de su ansiada ley.

Al igual que en el Senado, donde la propuesta salió adelante en la víspera, hay diputados republicanos que veían problemática la ley por dos aspectos: el incremento del déficit en 3,3 billones de dólares durante una década, según la estimación de la Oficina Presupuestaria del Congreso, una contradicción frente a la responsabilidad fiscal que siempre prometen los conservadores; y el impacto de los recortes de gasto en los programas asistenciales.

Esto último es una preocupación creciente para los republicanos ante una realidad: el Partido Republicano y su líder son cada vez más la opción de la América pobre, la que más depende de los programas asistenciales que la ley ataca y cuyos bolsillos menos se benefician de sus estipulaciones fiscales.

Uno de los pilares de la ley fiscal es la extensión de los recortes en impuestos generalizados que el Congreso aprobó en 2017, en el comienzo del primer mandato de Trump. Ahora se suman otras deducciones y ventajas fiscales, pero las cuentas no les salen a los que tienen menos ingresos.

Según un análisis de Budget Lab, de la Universidad de Yale, los ingresos del 20% de la población más pobre caerán un 2,3% una vez contabilizados los salarios, impuestos y beneficios estatales con el nuevo plan fiscal. El 20% en el otro extremo, los más ricos, verán sus ingresos crecer un 2,3%.

Los impuestos bajan para todos con el plan de Trump, pero no afectan de manera igual a las rentas más bajas y más altas. Según los cálculos del Urban-Brookings Tax Policy Center, los estadounidenses con ingresos de 217.000 dólares o más verán su cuota fiscal reducida en unos 12.500 dólares de media. Pero los más pobres, los que ganan 35.000 dólares o menos, solo tendrán una reducción de 150 dólares.

Clases medias y bajas

Hay aspectos de la ley fiscal que buscan beneficiar a las clases medias y bajas: la eliminación de los impuestos a las propinas, deducciones en el pago de intereses en préstamos para la compra de coches fabricados en EE.UU. o cheques de mil dólares para invertir en bolsa con el nacimiento de hijos. Pero hay otros negativos con un posible impacto negativo mayor: los recortes en el programa de cobertura médica para personas de bajos recursos (Medicaid) apunta a dejar a otros 11,8 millones de estadounidenses sin seguro. Y la tijera en los programas de cupones alimenticios, de los que dependen 42 millones de estadounidenses, también perjudicará a los más pobres.

Trump y sus aliados defienden que todo esto será compensado con «crecimiento» y que la ley fortalece a la «clase trabajadora». Si esto no se cumple, el impacto político en los republicanos podría ser decisivo. En 2009, los republicanos controlaban los escaños en la Cámara de Representantes de 26 de los 100 distritos más pobres de EE.UU. En 2023, sin embargo, de esos 100 distritos más pobres, 56 tenían representante republicano. En ese mismo periodo, se ha duplicado el número de distritos representados por los republicanos donde el porcentaje de habitantes que depende de Medicaid es alto.

El Partido Demócrata es cada vez más el partido de los estadounidenses con estudios universitarios y el Partido Republicano es cada vez más el de aquellos que no han ido a la universidad, la clase trabajadora tradicional, antes más asociada con los demócratas.

Esta tendencia es inseparable del desembarco en política de Donald Trump hace diez años, con un mensaje populista que ha convencido a la clase trabajadora deteriorada. Al principio, sobre todo a la mayoría blanca, pero cada vez con más apoyo de las minorías, sobre todo la hispana, pero también la negra, como se ha podido ver en las presidenciales del año pasado.

En 2024, el 56% de los votantes sin estudios universitarios votaron por Trump, según Pew Research, con una diferencia de 14 puntos frente a Kamala Harris, el doble que la que el multimillonario neoyorquino obtuvo frente a Hillary Clinton en su victoria de 2016.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.abc.es

Publicado el: 2025-07-02 16:22:00
En la sección: Internacional

Publicado en Multimedia

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