“La realidad de la educación en Venezuela causa perplejidad, tristeza y desconcierto. No se puede hablar de crisis sino de emergencia educativa. Alarma la niñez excluida del sistema educativo y los bajos salarios de los docentes, quienes se sienten abandonados y solicitan acompañamiento”, destacó el episcopado a través de un comunicado público.
La cúpula eclesiástica considera que tal día como este 15 de enero muy poco se puede celebrar, pues la crisis País, agravada por la pandemia, ha afectado gravemente y ha socavado las bases del sistema educativo, señala la CEV.
“Contemplamos cómo, ante un colapso socioeconómico de tal envergadura, todas las áreas de política pública se han visto afectadas, siendo la educación una de las más golpeadas”, añaden en su documento publicado este lunes.
La CEV asegura que han percibido que en la población venezolana se ha menoscabado el sentido del valor de la educación como proceso de crecimiento, de apropiación y de
decisión sobre el propio futuro de la persona y que se ha minusvalorado al sistema educativo y al educador. “Quien, al no encontrar respuesta ante sus demandas de salarios dignos, opta por migrar o por buscar otros medios de supervivencia. Otros perseveran con constancia, dando lo mejor de sí, subsidiando la educación”.
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