¿El aumento del precio de la gasolina en Venezuela es inminente?

Venezuela enfrenta un nuevo capítulo en su compleja relación con la gasolina. Rumores sobre un aumento del precio del combustible sacuden las calles, mientras los venezolanos, ya golpeados por la crisis económica, temen otro impacto al bolsillo. Según reportes recientes, el gobierno de Nicolás Maduro planea ajustes significativos, y las redes sociales hierven con especulaciones. La posibilidad de un incremento del 50%, de 0.25 a 0.75 dólares por litro, según Bloomberg, tiene a todos en vilo. Además, la propuesta de Nicmer Evans, eliminar el subsidio para fijar el precio en 0.50 dólares y redirigir fondos a prioridades nacionales, suma otra capa al debate. Aquí exploramos los escenarios posibles, sus implicaciones y qué tan cerca estamos de un cambio que, la verdad, nadie esperaba con alegría.

Escenario 1: Aumento drástico del precio de la gasolina

El primer escenario, basado en reportes de Bloomberg, plantea un incremento del 50% en el precio de la gasolina dolarizada, pasando de 0.25 a 0.75 dólares por litro. Esto responde a la caída de ingresos de PDVSA tras la salida de petroleras como Chevron. El gobierno busca desesperadamente recursos para estabilizar su economía. Un aumento así golpearía duro a los conductores, especialmente a quienes dependen de sus vehículos para trabajar, como taxistas o repartidores. Imagina llenar un tanque de 40 litros: pasarías de pagar 10 a 30 dólares. ¡Un salto brutal! Y es que, con salarios mínimos que apenas alcanzan, este cambio podría paralizar a muchos. Sin embargo, el gobierno podría justificar este ajuste como una forma de reducir el contrabando y financiar programas sociales.

Escenario 2: Eliminación del subsidio a la gasolina

Nicmer Evans propone un camino radical: eliminar el subsidio y fijar la gasolina en 0.50 dólares por litro. La idea es nivelar precios con el mercado internacional y usar los ingresos para salud, educación y vivienda, prioridades nacionales que están en crisis. Suena justo, ¿no? Pero la realidad pinta otro cuadro. Para una familia que apenas estira el sueldo, pagar 20 dólares por un tanque lleno sería un lujo. Además, el sistema Patria, que controla el subsidio actual, podría complicar la transición. La verdad es que la propuesta de Evans busca orden, pero sin un plan claro para proteger a los más vulnerables, el riesgo de descontento social es alto. Este escenario, aunque lógico, enfrenta el desafío de una economía frágil.

Escenario 3: Mantener el precio de la gasolina

Otro escenario, menos probable, es que el gobierno decida no tocar el precio actual. Venezuela tiene la gasolina más barata del mundo, a 0.035 dólares por litro en el caso de la subsidiada, según Global Petrol Prices. Mantener este esquema evita protestas, como las que paralizaron Ecuador en 2019 por alzas similares. Pero, con PDVSA en apuros y sanciones limitando importaciones, esta opción parece insostenible. El subsidio cuesta miles de millones al año, un lujo que el país no puede permitirse. Seguir así sería como tapar el sol con un dedo: momentáneamente calma, pero no resuelve el problema de fondo.

¿Cuál es el escenario más probable?

Tras analizar los escenarios, el aumento del 50% parece el más viable. El gobierno necesita ingresos urgentes, y un ajuste a la gasolina subsidiada, como propone Evans, podría generar más resistencia, aunque económicamente es el ideal. La salida de Chevron y la presión económica inclinan la balanza hacia un incremento inmediato. Sin embargo, Maduro podría combinarlo con medidas compensatorias, como bonos vía el sistema Patria, para calmar el descontento. La verdad es que, aunque doloroso, este ajuste parece inevitable. Los venezolanos, con su resiliencia característica, enfrentarán otro reto, esperando que los sacrificios traigan, algún día, un alivio real.

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