Hay una enorme diferencia en la manera en que se apoya a los presos políticos independientes y la forma en que se apoya a los presos políticos militantes de los partidos dominantes dentro de la oposición venezolana.
Esta diferencia en el manejo mediático de los presos políticos genera malestar en los familiares de los mismos. Y ya hay voces que señalan abiertamente la necesidad de eliminar esa diferenciación. Seguidamente exponemos dos casos ejemplarizantes del problema.
Carlos Julio Rojas y la defensa de los caraqueños
El periodista Carlos Julio Rojas es un activista político de la oposición venezolana, profundamente crítico del gobierno de Nicolás Maduro y del finado presidente Chávez. Actualmente se encuentra preso en el Helicoide de Caracas, acusado de cometer delitos fantásticos (a juicio de los analistas opositores).
Carlos es un político independiente; es decir, no milita en los partidos políticos dominantes de la oposición venezolana. Pero eso no significa que Carlos Julio no sea mediáticamente activo. Los hechos demuestran que Rojas es más activo en las redes que la mayoría de los grandes líderes de la oposición venezolana. A lo largo de más de una década, ha estado constantemente en las calles denunciando invasiones, agresiones a vecinos, y problemas comunitarios en general. Si algo fallaba en una comunidad de la zona centro norte del distrito capital de Caracas, allí estaba siempre Carlos Julio para dar la cara por los vecinos.
“El arresto de Carlos Julio Rojas fue un acto de lógica revolucionaria para los servicios de inteligencia del gobierno de Maduro” dice José Luis F, vecino de la parroquia caraqueña de La Candelaria. “Un Carlos preso es un inmenso alivio mediático para el gobierno. Ya nadie se ocupa de denunciar los abusos que sufren los ciudadanos” sentencia José Luis.
Cuando Carlos fue arrestado y se confirmó que estaba en el Sebin, los venezolanos en un pequeño restaurante en Alicante España, sorprendieron a una mesera venezolana con sus lamentos.
“No puede ser, pero él (Carlos Julio) no se mete con nadie. El solo denuncia lo malo y ayuda a la gente”, dijo una joven inmigrante venezolana en el Restaurante. “¿Quién preguntó?” un tercero que le acompañaba en la mesa. “¡Carlos Julio!, el muchacho de La Candelaria”…
“Disculpe, ¿Carlos Julio está preso?” intervino sin permiso la mesera que presenció la escena, al entender sobre quién hablaban.
El caso es que no necesitas ser parte de PJ, UNT, Vp, o AD, para ser un activista verdaderamente incómodo para la estrategia comunicacional del gobierno de Maduro.
Sin embargo, ya preso: Carlos Julio parece no existir fuera de su círculo de activistas amigos y sus agradecidos seguidores. Así lo pudo constatar Ricardo L, en 1 de octubre pasado, cuando notó que en una protesta en favor de los presos políticos, no había ni siquiera una foto de Carlos Julio.
Cuando notó su ausencia, Ricardo llamó directamente a los familiares de Carlos y preguntó por qué no estaba incluido en esa protesta en favor de la libertad de los presos políticos, pese a la relevancia del mismo para la lucha social en pro de los vecinos de Caracas.
La respuesta de los familiares de Rojas fue tristemente cruel y realista. “Lo que pasa es que Carlos no es un preso de los partidos políticos dominantes” explicó su esposa. Si él fuera de UNT, su foto aparecería en todas las protestas de venezolanos por todo el mundo”.
El caso de Carlos Julio no es único. Javier Tarazona es otro ejemplo de un destacado activista independiente por los derechos humanos, que no parece recibir la relevancia merecida.
¿Quién es Javier Tarazona?
A groso modo, Javier Tarazona es profesor universitario tachirense, director de la ONG FundaREDES, el cual ha liderado la lucha por denunciar la presencia de grupos armados irregulares en Venezuela y las regiones fronterizas con Colombia.
Por su área de influencia, el profesor Tarazona en cientos de casos, fue la mano amiga que salvó la vida de venezolanos que tomaron la dura resolución de salir huyendo del país. Durante años, Tarazona, con solo el apoyo de amigos en la frontera, fue el amigo en la adversidad que consiguió refugio para los que huían.
Su activismo para muchos es comparable con el famoso el Ferrocarril subterráneo (Underground Railroad) que organizó una red de rutas secretas y casas seguras establecida en los Estados Unidos entre principios y mediados del siglo XIX, para . ayudar a los afroamericanos esclavizados a escapar del sur de EEUU a los estados libres de la esclavitud y de allí hasta Canadá.
“Cuando cruce a Colombia con mi familia, huyendo de la persecución con criticar al gobierno, Javier fue quien nos ayudó a conseguir comida y donde dormir. El y sus activistas nos ayudaron a contactar a la ACNUR, y nos animaron a continuar nuestras vidas luego de haber abandonado abruptamente todo”, narra Carmen V (quien aún prefiere mantener su nombre en reserva).
Más allá de un activismo asistencial que ha salvado muchas vidas de la indefensión de llegar a un país desconocido, Javier ha elevado su voz a instancias como la Organización de Estados Americanos, donde ha explicado la situación de los derechos humanos en Venezuela y la impunidad con que actúan los grupos armados irregulares colombianos en el país. “Probablemente por eso lo encarcelaron”, reflexiona Carmen. “Su activismo por Venezuela y los venezolanos ha sido simplemente extraordinario”, agrega.
Pero la foto de Javier Tarazona no aparece en las protestas internacionales por la libertad de los presos políticos.
Si bien, se pueden encontrar reservas sobre la manera en que se maneja mediáticamente los casos de Carlos Julio y de Tarazona, aún ellos son privilegiados.
Luego del 28 de Julio de 2024, las cárceles de venezuela se han llenado de nombres absolutamente desconocidos para la opinión pública. Personas que están presas acusadas de terrorismo, pero cuyos nombres solo son una línea en un documento publicado por alguna ONG de abogados en pro de los derechos humanos.
Cuando un amigo de Carlos Julio Rojas descubrió que no había fotos del activista, inmediatamente corrió a imprimir una fotocopia ampliada de periodista con su nombre. Sin embargo, el hijo de la señora “Maria“, no tiene amigos que impriman su foto.
En teoría, no existen presos políticos de primera o segunda categoría, pero en la práctica hay incluso de tercera y cuarta.
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Fuente de TenemosNoticias.com: puntodecorte.net
Publicado el: 2024-10-16 19:28:59
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