Entre 50 y 70 presos políticos con enfermedades graves

En una nueva edición de Agenda Común en Punto de Corte, la defensora de derechos humanos Martha Tineo, coordinadora de Justicia, Encuentro y Perdón, destapó el drama que viven los presos políticos en las cárceles de Tocorón y El Rodeo. Conducido por Vanessa Davies y José Gregorio Yépez, el programa del 20 de junio de 2025 puso el foco en la crisis humanitaria que azota a más de 1120 personas detenidas por motivos políticos. La verdad es que la situación es desgarradora: hacinamiento, insalubridad, falta de agua potable y torturas agravan la vida de estos presos. Tineo, con tono firme pero esperanzado, exigió medidas urgentes para salvar vidas. La entrevista, transmitida por la Plataforma Comunicacional Punto de Corte, expuso cómo el régimen ignora los derechos humanos, dejando a familias y defensores en una lucha desigual.

El panorama es sombrío. Más de 100 presos en El Rodeo y cerca de 200 en Tocorón enfrentan condiciones inhumanas. La falta de alimentos, medicinas y agua potable es solo la punta del iceberg. Las familias, agotadas por la crisis económica, apenas logran llevar insumos. Y es que, como dice Tineo, “es una Venezuela donde todos estamos en apuros”. La comunidad internacional, aunque atenta, no logra destrancar el juego. ¿Hasta cuándo resistirán estos presos?

Presos políticos: un grito silenciado

La cifra de 1129 presos políticos, según Justicia, Encuentro y Perdón, es solo una aproximación. Tineo advierte: “Pueden ser más, pero el miedo silencia a las familias”. Muchos casos no se reportan por temor a represalias. En Tocorón, la falta de agua potable obliga a los familiares a cargar bidones, mientras en El Rodeo el aislamiento es brutal: visitas breves, vidrios gruesos y custodios encapuchados. Imagina no poder abrazar a tu ser querido, solo verlo demacrado, débil, tras un cristal. Entre 50 y 70 presos enfrentan enfermedades graves, desde cáncer hasta secuelas de torturas. El caso de Milendris Benítez, en silla de ruedas tras torturas en 2018, es un ejemplo doloroso. Su defensa lleva un año pidiendo traslado médico, pero el régimen no responde. ¿Es esta la justicia que merecen?

Cárceles: un infierno sin salida

Las condiciones en Tocorón y El Rodeo son un atentado contra la dignidad. Hacinamiento, insalubridad y desnutrición son el pan de cada día. Tineo describe presos con “pérdida escandalosa de peso” y problemas emocionales por el aislamiento. En El Rodeo, las autoridades prometieron proveer insumos, pero los familiares reportan lo contrario. Es como encerrar a alguien en una caja y tirar la llave. La falta de agua potable y medicamentos agrava enfermedades crónicas. Cuatro adolescentes y unas 200 mujeres están entre los presos políticos, enfrentando el mismo calvario. El Código Orgánico Procesal Penal permite medidas cautelares por razones humanitarias, pero los jueces ignoran las solicitudes. Tineo insiste: “El Estado es responsable de su vida e integridad”. La pregunta quema: ¿por qué el régimen prefiere dejarlos morir?

Terrorismo de Estado: la mano que reprime

El régimen venezolano usa las cárceles como arma de represión. Tineo denuncia juicios viciados, con pruebas manipuladas y sin derecho a defensa. La mayoría de los 1129 presos están en fase de investigación o juicio, sin condena firme, atrapados en “condenas anticipadas”. Es como si te acusaran sin pruebas y te dejaran pudrirte en una celda. Desde el 28 de julio de 2024, al menos cinco o seis presos políticos han muerto en custodia, incluyendo un suicidio por el tormento del aislamiento. Esto no es solo negligencia; es terrorismo de Estado. La Cruz Roja no tiene acceso a las cárceles, y los exhortos de la ONU y Amnistía Internacional caen en saco roto. Tineo clama: “Las autoridades deben actuar ya”. Pero, ¿escucharán?

Un llamado a la acción contra la indiferencia

A pesar de la conflictividad global, Venezuela sigue en el radar internacional. La Corte Penal Internacional y la ONU monitorean la crisis, pero los tiempos de la justicia internacional son lentos. Tineo alerta sobre el riesgo de que Venezuela se retire de la Corte Penal, un golpe que revictimizaría a los presos y bloquearía la justicia. Es como cerrar la última puerta de esperanza. La defensora urge a la sociedad civil a no olvidar a estos presos. “Nos importa a todos los que creemos en la vida y la libertad”, dice con convicción. La solución pasa por presión interna y externa: mejorar las condiciones de reclusión, otorgar medidas cautelares y liberar a los presos. Como un faro en la tormenta, Tineo y Agenda Común llaman a construir una resistencia basada en los derechos humanos.

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