China detiene a un ejecutivo de una firma extranjera por supuesto soborno

Autoridades en China detuvieron a un ejecutivo de una empresa trasnacional llamada GroupM por presunta corrupción. Según las investigaciones, el ejecutivo y otros dos sospechosos habrían «aprovechado la posición de su compañía entre 2019 y 2023 para aceptar grandes sumas en sobornos»

Texto: RFI / AFP

China detuvo a un alto ejecutivo de una agencia publicitaria de propiedad extranjera por sospechas de soborno, informó WPP, la compañía pariente de la firma.

El diario Financial Times publicó el viernes que la policía allanó las oficinas en Shanghái de GroupM, una agencia propiedad del gigante británico de la publicidad WPP, y que detuvo al alto ejecutivo.

WPP indicó el lunes que un ejecutivo de GroupM fue detenido por «cargos de soborno», y agregó que la firma está «cooperando con las autoridades y realizando nuestra propia investigación» con una entidad independiente.

Pekín ha intensificado este año el escrutinio de las empresas foráneas de ciertos sectores, realizando allanamientos en una serie de firmas de consultoría, investigación y auditoría.

«Estamos terminando la relación laboral del ejecutivo con la compañía y GroupM está suspendiendo el comercio con cualquier organización externa que sea parte de las investigaciones policiales», dijo a AFP un portavoz de WPP en un comunicado.

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Sin embargo, indicó que no se referiría a los detalles del caso por estar bajo investigación.

El departamento de investigación económica de la policía de Shanghái anunció el sábado que había «descubierto un caso de soborno comercial» y que detuvo a tres sospechosos, incluido un «alto ejecutivo de publicidad». No mencionó a la compañía involucrada en la investigación.

Los sospechosos habrían «aprovechado la posición de su compañía entre 2019 y 2023 para aceptar grandes sumas en sobornos», y actualmente están bajo detención criminal, según el comunicado.

Bajo el presidente Xi Jinping, las autoridades chinas han atacado la corrupción en varios sectores, desde la élite política hasta los gigantes tecnológicos del país.

El gobierno estadounidense y sus cámaras de comercio han advertido que los allanamientos dañan la confianza de los inversionistas y las operaciones de empresas foráneas en China.

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