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una enfermedad latente y subregistrada

una enfermedad latente y subregistrada

En lo que va de 2024, el Instituto de Medicina Tropical de la UCV advierte que a diario tres pacientes vienen con sospechas de mal de Chagas y uno de ellos sale positivo

Texto: Joshua De Freitas 


Cada 14 de abril se conmemora el Día Internacional del Mal de Chagas, una ifección parasitaria y crónica que afecta a 6 millones de personas en el mundo y mantiene en riesgo de infección a otras 70 millones de personas en América, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El mal de Chagas es considerada una enfermedad «silente», el paciente puede tener síntomas como fiebre, dolor de cabeza, palidez y dolores musculares, pero solo la inflamación de los ganglios linfáticos en las primeras semanas de la infección parasitaria permite un diagnóstico temprano y efectivo. Si no, pasarán décadas hasta que el paciente se de cuenta que está infectado porque su corazón o sus intestinos se inflaman y no funcionan correctamente.

«Y Venezuela es uno de los países con mayor prevalencia de esta enfermedad, pero desde hace años no hay un monitoreo epidemiológico ni datos oficiales», aseveró Juan Carlos Gabaldón, médico y parasitólogo venezolano del Instituto de Salud Global de Barcelona. 

Después de la pandemia del covid-19 y un incremento de casos de malaria en Venezuela, la OPS advirtió que la atención y prevención de otras enfermedades infecciosas en el país se han quedado atrás, calificando al mal de Chagas como una de las 13 «enfermedades desatendidas u olvidadas» por los gobiernos de la región y con alto riesgo de infección.

En lo que va del año 2024, el Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (IMT UCV) advierte que a diario tres pacientes vienen con sospechas de mal de Chagas y uno de ellos sale positivo.

Según el doctor Óscar Noya, uno de los jefes del IMT UCV, cada semana llegan, al menos, diez reportes de personas que traen chipos —unos insectos o chinches que se alimentan de sangre y son el principal transmisor del mal de Chagas— y, de ese grupo, siete de ellos están infectados con el parásito que causa la enfermedad: el Trypanosoma cruzi.

«Ante la falta de información pública, los médicos y centros de investigaciones levantan sus propios datos, y se estima que Venezuela tenga una prevalencia relativamente alta de la enfermedad», destacó Gabaldón.

En Runrun.es resumimos el panorama del mal de Chagas en Venezuela en cinco claves:

Venezuela: el país con más pacientes de Chagas oral

Desde el año 2016 el Ministerio de Salud no ofrece datos ni a la OPS ni a la ciudadanía, incumpliendo sus compromisos con las Naciones Unidas y el derecho a la libertad de expresión y de acceso a la salud.

Para ese entonces, Venezuela era el segundo país de Latinoamérica con la mayor prevalencia de enfermedades desatendidas y vectoriales, con 10 de estas patologías. Solo es superado por Brasil, que tiene 11. Venezuela tenía un registro de más de 1000 pacientes infectados con mal de Chagas entre el 2011 y ese año.

Según los registros de la doctora venezolana Belkisyolé Alarcón de Noya, directora del IMT UCV, entre 2007 y 2020 hubo 16 brotes de transmisión de mal de Chagas por el consumo de alimentos y bebidas que tenían restos de un chipo y del Trypanosoma cruzi en Caracas, Miranda, Mérida y Táchira. Al menos 297 venezolanos se infectaron de esa manera.

«Aunque parezcan pocos casos, llevamos casi dos tercios de los brotes de infección por Chagas oral en América», advirtió Gabaldón. La Universidad del Rosario en Bogotá estimó que Brasil, Colombia y Venezuela son los tres países con los mayores reportes de brotes de Chagas oral en el continente, pero solo Venezuela supera la cantidad de  registros en los últimos diez años (con 8 brotes) y atiende el 54 % de los pacientes infectados con mal de Chagas por esa vía de trasmisión.

«Estas infecciones normalmente ocurrieron por consumir jugos y helados de frutas sin una revisión sanitaria. También hemos identificado que la carga de parásitos en el cuerpo es más alta que la trasmisión común de la enfermedad —por el contacto de las heces del chipo con la picadura que deja el insecto en el humano, dejando que el parásito en las heces entre por la herida— y que el Trypanosoma cruzi es resistente al frío», agregó Noya.

Frente a este panorama, Héctor Coto, director de la OPS, advirtió en una rueda de prensa digital que Venezuela es uno de los países con mayor subregistro del mal de Chagas y no existen esfuerzos públicos para educar a la población de la enfermedad, lo que pone en alto riesgo a gran parte de la población.

Los chipos migraron de lo rural a lo urbano

Pese a la ausencia de los reportes oficiales, las universidades han tomado el rol de documentar cuántos pacientes han recibido. El doctor Néstor Añez, parasitólogo de la Universidad de los Andes (ULA), estima que en Venezuela el 10 % de cualquier muestra poblacional que se hace un examen para detectar el Trypanosoma cruzi en la sangre está infectado. Consideró que el mal de Chagas es una «enfermedad emergente».

«También hemos podido evidenciar que el chipo, con el pasar de los años, ha venido cambiando su dinámica. Ahora vemos ciertas especies con mayor frecuencia dentro de las casas y las ciudades en comparación con las zonas rurales», afirmó Lourdes Delgado, estudiante de medicina de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado y miembro del equipo de investigación de la Incubadora Venezolana de la Ciencia (ICV), que recopila reportes de avistamientos de chipos en las ciudades del país.

Desde el 2019, se está reportando a nivel regional que los chipos, conocidos científicamente como triatominos, están anidando y reproduciéndose en las ciudades. Varios factores propician esa migración de los insectos desde el campo a la urbe: el aumento de las temperaturas y la humedad producto del cambio climático, los patrones desorganizados de urbanización en ciudades como Caracas, los incendios y la deforestación son algunas claves de esta nueva tendencia de los chipos.

Según las investigaciones de la IVC y el IMT UCV, los tres tipos de triatominos más frecuentes en las ciudades son Panstrongylus geniculatus, el Rhodnius prolixus y el Triatoma maculata, chinches de color marrón oscuro con manchas negras que no sobrepasan los cinco centímetros de largo.

«Ahora vemos más Panstrongylus geniculatus y sus ninfas dentro de las casas, una especie que antes se consideraba selvática, que habita en las zonas rurales. Llegan más reportes de esa especie que de Rhodnius prolixus, que era el más común en las zonas urbanas hasta hace poco. Esto nos indica que cada vez están haciéndose colonias en distintas ciudades del país y es necesario estudiarlos», aseveró Delgado.

 

*Lea también: Corposalud Táchira asegura no se han registrado nuevos pacientes con mal de Chagas

Las mascotas también corren riesgo de Chagas

De acuerdo con los estudios del doctor Antonio Morocoima, de la Universidad de Oriente, el chipo no solo transporta el parásito al humano, sino también a mamíferos como perros, armadillos y zarigüeyas (conocidas en Venezuela como «rabipelados»). De una población de 17 mamíferos evaluados, 12 estaban infectados de mal de Chagas y 9 murieron por la alta mortalidad de la enfermedad en sus organismos.

«Ese es otro factor de riesgo en Venezuela, porque aumenta la cadena zoonótica de infección. Puede que venga un chipo sano, pero pica a un mamífero infectado del parásito y ahora es un vector del mal de Chagas que puede infectar a un humano. Sin embargo, estos estudios en Venezuela se han hecho en zonas geográficas muy reducidas: solo en el estado Sucre. Es una necesidad ampliar estos estudios», agregó Gabaldón.

Actualmente, el IMT UCV, la IVC y la ULA mantienen centros de investigación para analizar los triatominos y los mamíferos infectados con el Trypanosoma cruzi. Hasta ahora, solo cuatro instituciones en Venezuela tienen programas para detectar y analizar los vectores del mal de Chagas.

«Pero la Universidad de Oriente tiene poca capacidad debido a los múltiples saqueos que ha sufrido sus instalaciones en los últimos cinco años», agregó Gabaldón.

La Amazonía sin centros de estudios

Frente a las pocas instituciones, la migración de profesionales de la salud y la poca inversión pública a las universidades que se ha sostenido por más de 20 años en el país, la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (Acfiman) afirmó que en el año 2023 la producción científica se redujo a niveles similares al 1997.

En el caso de la presencia del mal de Chagas en Venezuela, la evaluación epidemiológica en los estados amazónicos (Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro) se mantiene en silencio. El último reporte disponible es del año 2013.

«Con los nuevos patrones de población de estos triatominos es cada vez más necesario el estudio de campo para poder tener mejores descripciones y mejores datos», concluyó Delgado. «Es muy importante seguir con la investigación e incentivar a las poblaciones jóvenes a conocer el tema».

 

¿A dónde acudir si sospechas haber capturado un chipo o sospechas que te picó uno?

  • La OPS recomienda que, ante la presencia sospechosa de un chipo, nunca se debe tocar directamente al insecto y hay que mantenerlo encerrado en un recipiente.
  • Consultas online para identificar un chipo: Museo del Instituto de Zoología Agrícola de la Universidad Central de Venezuela a través de su cuenta de X (Twitter): @MIZAUCV
  • Para hacer consultas y reportes de avistamientos de chipos desde casa: Incubadora Venezolana de la Ciencia. Teléfono: (+58) 424 – 531 85 10
  • En la región central (Aragua, Carabobo, Caracas, Guárico y Miranda): Instituto de Medicina Tropical «Dr. Felix Pifano» de la Universidad Central de Venezuela, en Caracas. Teléfono: (+58) 212 – 605 36 00
  • En la región centroccidental (Apure, Barinas, Cojedes, Falcón, Lara, Portuguesa y Yaracuy): Incubadora Venezolana de la Ciencia, en Barquisimeto, estado Lara. Teléfono: (+58) 424 – 531 85 10
  • En la región occidental (Mérida, Táchira, Trujillo, Zulia, Apure y Barinas):  Laboratorio de Investigaciones Parasitológicas «José Francisco Torrealba» de la Universidad de los Andes, en la ciudad de Mérida, estado Mérida. Teléfono: (+58) 274 240 31 15
  • En la región sur y oriental (Amazonas, Anzoátegui, Bolívar, Delta Amacuro, Nueva Esparta y Sucre): Centro de Medicina Tropical de Oriente, Universidad de Oriente, en Barcelona, Anzoátegui. Correos electrónicos: [email protected] o [email protected] o [email protected]

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Fuente de TenemosNoticias.com: talcualdigital.com

Publicado el: 2024-04-14 18:35:12
En la sección: Noticias – TalCual

Publicado en Nacionales

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