«No les hemos dado lo que merecan, pero tampoco se han ido de vaco. Con esas palabras entraba Ricardo Guerra Cuadrado el 8 de diciembre de 1998, poco despus de las seis de la tarde, en el Bar El Parador. Acababa de asesinar a Aitor Zabaleta, de 28 aos, de una pualada en el corazn. El suceso ocurri junto a una tapia, a pocos metros del estadio Vicente Caldern. Lo hizo acompaado de varios compaeros del grupo neonazi Bastin, faccin del Frente Atltico.
Ahora, 25 aos despus, Ricardo Guerra ha cumplido su pena de crcel. El pasado 14 de septiembre sali de prisin tras cumplir varias penas. Aitor reposa en el cementerio de Zegama (Guipzcoa). Sale muy barato matar en este pas, asegura Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia, que entonces ejerci de acusacin popular en el juicio en el que se conden a Ricardo Guerra a 17 aos de crcel.
El asesino de Zabaleta ya contaba con un largo historial de violencia y de causas pendientes: robo frustrado con violencia, delito contra la salud pblica, atentado contra la autoridad, varias faltas de lesiones, delito con arma blanca.. Cuando mat a Aitor se encontraba en rgimen penitenciario de tercer grado. Es un imn de los, cuenta a EL MUNDO una fuente policial.
En 2018 le fue retirado el tercer grado penitenciario despus de viajar sin permiso de Prisiones a Blgica para asistir al partido de la Champions que enfrent al Atltico de Madrid y al Brujas. l y otros 40 miembros del grupo Suburbios Firm, una escisin del Frente Atltico, fueron detenidos por la polica belga por hacer el saludo nazi, algo prohibido en ese pas.
Suburbios Firm, grupo al que pertenece Guerra, es consecuencia de una discrepancia que parti del asesinato del seguidor donostiarra. Zabaleta fue la causa de la desunin del Frente Atltico, cuenta una fuente policial, que explica que la politizacin del fondo sur del estadio rojiblanco enfrent a varios ultras del Frente, entre ellos El Ratilla, lder de esta escisin, porque propugnaban una ideologa an ms radical. Creo que tienen ms gente capaz de matar a una persona, como ya hizo Ricardo, cuenta la misma fuente policial.
La muerte de Zabaleta fue el acto final de una cacera organizada aquel fatdico 8 de diciembre. El seguidor de la Real Sociedad, poco antes del ataque mortal, ya haba resultado agredido junto a su novia en el Bar Alegre, un local cerca de la curva norte del Caldern que les recomend un polica municipal antes del partido y que era frecuentado por ultras del Atltico. Un encontronazo con varios de ellos en el bar termin con un puetazo que hizo que el gorro que llevaba se cayera al suelo. Su novia, Vernica, le pidi que se fueran y que se olvidara del incidente. No fue posible.
Tras abandonar el bar, varios individuos, entre los que estaba Guerra, salieron de un coche dispuestos a todo. El grupo de Aitor Zabaleta sali corriendo, pero ste se retras para ayudar a una madre que iba con su hijo pequeo. Ellos pudieron escapar, pero los ultras rodearon a Aitor y Guerra le propin la pualada mortal con una hoja de navaja de 9 centmetros. El seguidor donostiarra fallecera a las 3 de la madrugada en un hospital. Es una fecha que tengo grabada porque llevbamos mucho tiempo denunciando a los nazis de la grada del Atltico, cuenta Esteban Ibarra.
El juicio fue muy tenso, dice Ibarra. Algunos acusados iban acompaados de otros miembros de Bastin. Varios llegaron a acosar a la novia de Aitor en el da de su declaracin. La sentencia dej una sensacin agridulce, porque aunque el asesino termin condenado, sali bien librado. La pena: 17 aos de crcel y 30 millones de pesetas de indemnizacin, 20 para los padres y 10 para la pareja de Aitor. Un dinero del que no han visto nada.
Despus se mont un circo meditico sobre el luctuoso tema. En un programa de televisin coincidieron el juez que dio el tercer grado a Guerra y el padre de Aitor, Javier Zabaleta. El jurista le dijo que dejara el programa si le haca sentir incmodo y el padre le respondi: ‘No se preocupe, el problema no lo tengo como usted, sino con el asesino de mi hijo’, revela Ibarra.
Adems de dividir al Frente Atltico, el asesinato de Aitor consigui que las instituciones dieran un paso ms en la lucha contra la violencia en el ftbol. En 2004, el secretario de Estado, Jaime Lissavetzky, crea el Observatorio de Violencia en el Deporte, del que tres aos despus deriva la Ley 19/2007 contra la Violencia, Racismo y Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, que algunos denominaron Ley Zabaleta. Con ella se regula, por ejemplo, el castigo de los insultos que recibe Vinicius. Ese Observatorio, segn denuncian desde Movimiento contra la Intolerancia, lleva 10 aos sin ser convocado. Ni siquiera tras la muerte de Jimmy, asegura Ibarra.
Con el paso de los aos, el nombre de Ricardo Guerra ser olvidado mientras que el ftbol y, especialmente la Real Sociedad, tendrn siempre un hueco de honor para Aitor Zabaleta, adems del que ya dispone en la grada de animacin del Reale Arena. Es nuestro jugador nmero 12, dicen en el club vasco. Es el sentir de la aficin, aaden.
Hoy se rendir tributo a Aitor en todos los canales de comunicacin de la Real Sociedad. Los homenajes presenciales sern el da 17, en la previa y en el post del partido ante el Betis en San Sebastin. Familia, club y peas, especialmente, la Bultzada Taldea, el grupo que ocupa la grada Aitor Zabaleta, recordarn al seguidor del conjunto txuri urdin. Dice Isabel Allende: La muerte no existe, la gente slo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estar contigo. Nadie se acuerda de cmo qued aquel duelo de vuelta de Copa de la UEFA entre Atltico y Real Sociedad, pero Aitor seguir siendo inmortal.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2023-12-07 20:28:38
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