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Lo Femenino a expensas de lo masculino

Hay una insistencia que ya viene molestándome bastante y que, desde hace muchos años, ha marcado la creencia popular por falta de cultura y educación; o mejor, por no tomarse el tiempo de leer y reflexionar. Esta creencia es: “Lo masculino es barbárico y ha encausado la historia por deplorables derroteros, ya es la hora de que las mujeres nos enseñen el camino.” En el pasado yo también he caído en esta simplista y carente de cultura tentación.

Para comenzar, pongamos las cosas en su lugar, cada persona que se levanta de su cama en las mañanas y pone los pies en el suelo para comenzar su día, tiene ambas dimensiones en su psique, masculina y femenina (y no hablo de teoría de género). Internamente nos constituyen dos polos que generan un flujo de energía entre ellos y la mejor reducción de esas energías que tejen nuestra psique es masculino y femenino o Gin y Yang, aún los términos Anima y Animus (del psicólogo Carl G. Jung) … no hay manera de evitarlo o salir de su influencia interior o psicológica.  

Cualquier parapeto con dos ruedas y pedales no es una bicicleta; no necesariamente todo cuerpo con un par de … es un hombre cabal y completo. Sin entrar en la tontería de qué genero soy, todos nacemos con un sexo asignado y ese es un polo energético factual y exterior, y tenemos otro interior, el contrario. Esa dinámica tensión nos impela a crecer, a relacionarnos y a actuar. Para ser un ser humano pleno, por necesidad y exigencia de integración, necesitamos componer la dimensión de esas energías opuestas en nuestro ser… independiente de la orientación sexual que puedas tener, lo cual no afecta la imperiosa y natural exigencia existencial.

La fuerza femenina: GAIA

En el cosmos vemos reflejada esta polaridad: la Naturaleza es la fuerza femenina, es un soporte que nutre, apoya, sustenta y resguarda; sin esa fuerza la vida no hubiera florecido. De todo el reino mineral, vegetal y animal, los mamíferos han emergido como los seres capaces de corporizar dicha maravillosa potencia del cosmos. No importa cuán físicamente pequeña sea una madre mamífera, sabemos que a pesar de cualquier adversidad u obstáculo circunstancial o contundente riesgo, se esforzará a niveles casi sobrenaturales para nutrir, apoyar, sustentar y resguardar su cría y aportarle la mejor opción de sobrevivencia.

La fuerza inclusiva femenina es representada por el símbolo del círculo y en toda la creación, la mujer es el más alto exponente de dicha fuerza.

La fuerza masculina: APOLO

Apolo era el dios de prácticamente todo, incluidos, entre otros, la música… el arte, la profecía, la verdad, el tiro con arco, la plaga, la curación, el sol y la luz” (Maya Williams @The History Press). La fuerza masculina está orientada hacia el cambio, la transformación, el logro; es razón, estrategia y visión. Es la fuerza del Hacer y Forjar, del buscar y encontrar, de competir y ganar… en su más alta expresión: crea y/o destruye mundos.

La fuerza impulsora masculina es representada por una línea vertical o un sol, y en toda la creación, el hombre es el más alto exponente de dicha fuerza.

David de Michelangelo

Todos tenemos estos dos polos: Integración y Competencia

La fuerza femenina en un hombre le abre a entender las implicaciones de su visión y acción, por necesidad le hace vulnerable. La fuerza masculina en una mujer, le exige ver más allá de nutrir y sustentar, le impela a proteger algo que no está allí: el futuro, el suyo propio a la vez que el de sus crías.

Ver un mundo donde estas fuerzas están en competencia y enfrentadas, dónde le recrimina al otro por no ser como ellos, es una escalera sin peldaños o sin parales para sostener los escalones. La ciencia es una fuerza masculina, segmenta una flor para entender cuál es la esencia de la Flor; la poesía es una fuerza femenina, aprecia la majestuosidad de una flor descubriendo qué en ella le enamora e inspira.

Es curioso, que a veces las más altas representaciones de una dimensión de lo masculino, la sostiene una mujer: la científica Marie Curie; y la de una dimensión femenina, le sostiene un hombre: el poeta William Blake. El ser humano es hombre o mujer, luego si quieres empezar a adornar con sustantivos o pronombres esa realidad, “date con furia”; pero somos un todo dinámico y nuestras decisiones marcan e inspiran los pasos que doy, sean unos u otros. Nadie puede encapsularte en un sexo o un género, a menos que le dejemos.

El esfuerzo humano se debate en esa tensión de anclarse en algo sólido y volar aspirando en aquello que le anima a ascender y escalar por los aires: es una composición con tonalidades y notas que desconocemos, es vibrar con el verso que resalta y enriquece quién soy en verdad y no ser enjaulado en ideas intermedias o medias tonalidades que me encierran aislándome y empobreciéndome.

La política, la historia y otros derroteros

Cuando en 1982 estaba en la universidad, una de mis profesoras más brillantes y a quién yo admiraba, me fulminó con toda su furia feminista sobre una idea que compartí en clase: “Los hombres históricamente han liderado los clanes y las tribus, en gran parte porque su fuerza física era indispensable para la sobrevivencia del grupo en más de un área.” Igualmente, no tengo ninguna duda de que, al igual que hoy en día, las que “mandaban” sobre esos proto-hombres eran sus mujeres; porque al final una cosa es tener una casa y otra es amueblarla. Las mujeres han desarrollado a través de decenas de miles de años, la capacidad de hacer los “espacios” donde vivimos habitables; su sensibilidad en entender qué pasa y porqué, su capacidad para promover un espacio con-vivible, les pone en una condición privilegiada para influir en el hombre que lidera, además de modelar la familia, la sociedad y la historia.

Tanto en la política como en la historia, ha habido hombres que han desacreditado lo que ser Hombre significa y representa. Sin embargo, no olvidemos que el machismo, contrario a la creencia de algunos, lo crían las madres en exceso protectoras. Por favor, dejemos de crear etiquetas y colocarlas indiscriminadamente, ocultando la visión amplia… basta de víctimas y victimarios. No es discriminación positiva, ni la oposición entre los sexos la que va a solucionar los problemas de la sociedad o de la economía o del presente y futuro, sólo puede ser una partitura compuesta entre ambos, masculino y femenino, dónde podemos generar y todos ganar.

EPILOGO: necesitamos hombres “fuertes” y con la cabeza bien amueblada

Si una mujer va a tomar las riendas de un proyecto, una empresa o un país, espero que haya desarrollado su dimensión masculina, porque si no, será un verdadero desastre.

Hace unos meses escribí un artículo EL HOMBRE SIN TÍTULO si te interesa el tema de un hombre moderno en una sociedad cada vez más femenina y cómo afianzar el desarrollo del carácter y fortaleza masculina, te invito a leerlo.

Próximo Martes…

Si “la realidad es aquello en lo que yo puedo actuar”, como dice el célebre psicólogo clínico Jordan B. Peterson, entonces es muy importante entender de qué están hechos los “ladrillos” que la construyen para saber cómo mejor actuar y cosechar bondades de ella.

EL PUNTO a la i

El historial de la columna está en cdots.substack por si quieres revisar artículos anteriores.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.analitica.com

Publicado el: 2023-11-07 00:30:00
En la sección: Opinión archivos – Analitica.com

Publicado en Opinión