“El amor de una madre es como la paz. No necesita ser adquirido, no necesita ser merecido.”
Erick Fromm.
El segundo domingo de mayo, se celebra en Venezuela el día de la Madre, un verdadero acontecimiento en una sociedad “matricentralizada”[CITATION Mor07 l 8202 ], esa matricentralidad le confiere características importantes a nuestras familias las cuales se engranan en torno a una mujer, la madre que planifica, que vela por el futuro, que atiende las ausencias paternas, una mujer y madre, como piedra angular de la familia en el país.
Este día, revelaba para la sociedad nacional, una suerte de festividad para enaltecer al pegamento de la sociedad, sin embargo o podemos dejar pasar por alto que desde hace más de una década, este es un día de sentimientos encontrados, de fracturas forzadas, de llantos que se entrecortan en las pantallas de los dispositivos inteligentes, para quienes tienen la dicha de tenerlos, de los dolores de la madre frente a una cárcel, en este encierro colectivo que vivió Zoila Chávez una anciana de ochenta años, quien murió esperando la libertad de su hijo el escritor José Gabriel Barrenechea, el pedido de esta anciana quien falleció sin que el régimen le permitiese ver a su hijo un mes, ¿ Puede concentrarse tanta crueldad en un régimen? La respuesta es un no rotundo, Zoila Chávez se murió sola, esperando a su hijo preso, quien sufre también ese desprendimiento materno, la orfandad no tiene edad, para entender las relaciones materno filiales, hay que contar con la cualidad de ser, un ser humano, hay humanos, que están escindidos de esa cualidad ontológica y son eso cosas, instrumentos de crueldad.
Ser madre en Venezuela, es un reto asumir la maternidad es una lucha contra la crueldad. Este monstruo llamado revolución es una bestia insaciable de sangre y horror, así lo demostró en los años 2014-2017, en la violencia post electoral posterior al 28J y en esta escalada de violencia, que pretende obviarse con una evento hueco, manido, estéril y por demás abyecto, “pues es imposible pasar la página, cuando se violenta el orden constitucional de un país”[ CITATION Lin78 l 8202 ], estos son los libros que han de leerse los flamantes candidatos a elecciones ya resueltas, en donde no se elije nada, solo se convalida.
En este marco, las madres de este país, son victimas de sus carcelarios, traicionadas por los tartufos quienes solo ven intereses crematísticos, el país que es la madre colectiva está desahuciada, moribunda, confundida como la anciana Zoila Chávez, quien murió pidiendo ver a su hijo por un solo mes, la ancianidad que no entendió jamás que existe un odio tan grande como el amor de una madre, que los abismos de los monstruos son tan huecos, fríos e infinitos, como excelsos, gigantes y trascendentales son los regazos maternos, esos lugares, en donde nada hace daño, donde eres siempre feliz y vuelves al amor incondicional y puro de Mamá.
Finalmente, espero como hombre de fe, que Santa María de Coromoto, interceda ante el trono del altísimo, para que los dramas como el de la madre anciana Zoila Chávez, no sean leves, nihilos e inútiles, que pronto nos fundamos en un abrazo con nuestras madres, en la tranquilidad que confiera al alma, visitar la tumba de quien murió en soledad y que el sufrimiento, no sea la cruda realidad de ser madre en revolución.
X@carlosnanezr
IG@nanezc
Referencias:
Linz, J. (1978). The Breakdown of democratic regimes. Virginia: Johns Hopkins University Press.
Moreno Olmedo, A. (2007). La familia popular venezolana. Caracas: Centro Gumilla; Universidad Católica Andrés Bello.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.el-carabobeno.com
Publicado el: 2025-05-13 22:18:00
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