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Proyecto de Bodega: Vinotinto 2026

“Mi rival es Venezuela, es tratar de convencerlos de que pueden competir. Que podemos estar a la altura de cualquiera”, así describió Bocha Batista su némesis como nuevo director técnico de Venezuela a la pregunta del Pollo Vignolo en ESPN. Tras la inoportuna salida de Nestor Peckerman en marzo de este año como entrenador, Batista ha tomado las riendas de la selección venezolana con la ilusión de llevarlos a su primer mundial en 2026, ahora con más oportunidades por el aumento de clasificados en la CONMEBOL.

Con dos eliminatorias seguidas como último de la clasificación, Batista apunta a subir los ánimos de la selección y a su vez, de un país entero que jamás ha disfrutado de un mundial. Pero los problemas de la Vinotinto no solo pasan por un pobre desarrollo futbolístico como se ha demostrado desde el 2013 (y durante toda su historia), si no también por una falta clara de organización e infraestructura de la federación y la liga nacional.

Un caso que demuestra esto fue el de José Peseiro, quien dirigió a la selección durante más de un año y terminó su contrato por impagos de parte de la federación. A su vez, la ruptura entre Peckerman y la la Vinotinto se dio también por causas similares según informaron diferentes medios.

No cabe duda que muchos de los problemas que vive el fútbol venezolano vienen de la base, del núcleo deportivo del país, que también ha afectado deportes como el béisbol, básquetbol y el atletismo. Sin embargo, hay dos razones, a parte de un entrenador competente y dedicado, que pueden ilusionar a los venezolanos de cara a una nueva eliminatoria.

Proyecto “Corazón Vinotinto”

La primera razón pasa por el nuevo proyecto presentado por la Federación Venezolana de Futbol el pasado 1 de agosto, donde establecieron un plan de crecimiento a través de tres pilares principales: competiciones, metodología y captación de talento. El objetivo se basa en desarrollar el fútbol venezolano y consolidar las bases inferiores de la selección y liga nacional.

“Corazón Vinotinto” buscará de esta manera enfocarse en desarrollar competencias aptas para los niveles inferiores entre sub-15 y sub-20 con el apoyo de más de 200 academias a nivel nacional. A su vez, establecer una metodología clara de scouting, crecimiento deportivo e infraestructura para potenciar el talento nacional. Uno de los factores más importantes de este plan se basa también en la captación de jugadores globalmente, hasta este momento hay más de 850 jugadores en Sudamérica y 830 en Europa registrados que podrían ser parte de la selección nacional y de las inferiores.

Talento

La segunda razón, y relacionada a la primera, es que a parte de los viejos conocidos de la selección como Salomón Rondón, Josef Martínez, Yeferson Soteldo, Wuilker Faríñez, Darwin Machís y Yangel Herrera, que en su mayoría tienen buena continuidad, la Vinotinto cuenta con jugadores que ilusionan para la renovación de la selección. Es el caso de Alejandro Marqués, jugador que ha pasado por la Juventus y fue comprado por el Estoril de Portugal, Jon Aramburu, comprado este verano por la Real Sociedad y Kevin Kelsy, delantero del Shakhtar Donetsk.

Batista ha demostrado en su corto tiempo como cabeza de selección que quiere evolucionar al equipo y darle continuidad a las promesas venezolanas. Tanto así que más de cinco jugadores lograron debutar en las conovocatorias Vinotinto de junio, donde se enfrentaron a Honduras y Guatemala como la última prueba antes de las eliminatorias al Mundial 2026.

Entre los veteranos y el recambio que propone el argentino, la Vinotinto tiene razones para ilusionarse de cara al 2026. De la mano de un proyecto establecido por la Federación, que cumpla su desarrollo y objetivos, la selección nacional de Venezuela tiene en mente un desafío que nunca ha podido lograr.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.analitica.com

Publicado el: 2023-08-22 00:30:00
En la sección: Opinión archivos – Analitica.com

Publicado en Opinión