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Un león y una guacamaya

Luis Enrique Vizcaya

Hablar de Iglesia, de piedra, «sobre esta piedra construiré mi iglesia», elegir para ella un líder, un pastor, entresacado de 133 sabios Cardenales, para más de 1.400 millones de fieles, 5.500 obispos, 400.000 sacerdotes, es una tarea ciclópea, compleja y delicada.

En tiempos de grandes movimientos, cambios, turbulencias sociales, políticas, económicas, tecnológicas y culturales. Protagonizar un proceso expreso, de rígido protocolo litúrgico, una decisión de envergadura universal, con la pretensión de articular lo divino y lo humano, todo esto mediado desde los sentidos, sentimientos, intereses y emociones humanas.

Desde ese escenario, precedido de una columna de blanco humo, emerge el Cardenal Robert Prevost, Roberto como lo llaman los peruanos, ahora Papa León XIV.Debe lidiar con el resultado de doce años de gestión ajetreada, polémica controvertida de Francisco, su predecesor, retomar problemas emblemáticos como la invasión de Ucrania por Putin, la situación de Gaza, la confrontación entre Israel-Hamas, la situación de los emigrantes latinos, fundamentalmente venezolanos, en EE.UU., el tratamiento a la problemática de género, las dictaduras de América Latina y la violación de DD.HH., el reacomodo geo-político mundial generado por decisiones del gobierno norteamericano.

Son inmensas las exigencias, también las expectativas. Correré el riesgo de ensayar algunas consideraciones, a partir de algunos de sus comportamientos iniciales, intuiciones que su presencia inspira: 1.- Una actitud de compromiso activo con la sociedad.

Un sentido prioritario, preanunciado, al adoptar el nombre de León XIV, en clara correspondencia con el Papa León XIII, de gran sensibilidad social y sentido justiciero, tal como lo evidencia la encíclica Rerum Novarum, un documento que procura un trato digno y justo para los trabajadores.

Es necesario resaltar su condena del modelo comunista totalitario. León XIV tendrá un gran sentido de defensa de los débiles, los humildes, un gran sentido justiciero.

2.- Un ámbito fundamental será una visión geopolítica de equilibrio y promoción de «puentes para la paz» y condenar los gobiernos, dictaduras que violan los DD.HH. e impiden la libertad y la democracia.

3.- En la respuesta dada al Vicepresidente de EE.UU. J.D.Vance, quien pretendió dar una interpretación sesgada sobre el amor al prójimo, León XIV fue contundente haciendo valer la palabra nítida de Jesucristo, sobre el respeto a los semejantes, contra la deportación masiva de inmigrantes; actitud seguramente alimentada por su propia condición de descendiente de europeos, con un poderoso vínculo con A.L, expresamente Perú, Chiclayo, donde ejerció su apostolado alrededor de 40 años.

4.- Su experiencia pastoral lo proyecta como un prelado de fácil comunicación y cercanía, no solo por su variedad idiomática, sino su disposición llana, de humildad y una conexión carismática. Su nombre Leó León, coreado por la multitud congregada en la Plaza San Pedro fue una premonición cálida y masiva. Sobre la Guacamaya solo diré que, su colorido atraviesa el cielo de Venezuela y anuncia libertad, cinco de sus más importantes protagonistas están libres y activos.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.el-carabobeno.com

Publicado el: 2025-05-10 01:23:00
En la sección: Destacados articulistas sobre temas de política, Educación, salud, cultura de Valencia, Carabobo y Venezuela

Publicado en Opinión

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