Lapatilla
En la medida que la represión criminal de un régimen que todo corrompe y la conducta cruel, salvaje e inhumana de quienes detentan el poder crece; la heroicidad de quienes luchan por la libertad, aumenta.
Quienes luchan por la libertad han derrotado y nos ayudan a derrotar el miedo, único sostén y base fundamental de la estrategia de la dictadura para oprimirnos, atropellarnos todos los días y desconocer nuestros derechos fundamentales. En esta difícil hora, debemos destacar a los ciudadanos que se entregan sin límites, con compromiso solidario con nuestro pueblo, con los que más sufren, con la Venezuela que está por venir, donde todas las personas de buena voluntad caben.
En estos tiempos de antipolítica, nunca democrática, que perversamente se opone a la política, a la participación de todos, es necesario destacar el coraje de quienes luchan por la libertad y la democracia. Es necesario destacar a los políticos valientes, de conducta desprendida, limpia y transparente con disposición solidaria a darlo todo por Venezuela, incluyendo la vida y la libertad personal. Es necesario destacar a quienes, con recta intención, comprometidos con valores e ideas, luchan solidariamente por el bien común, por impulsar una sociedad más humana.
Estoy seguro que hoy y en los mejores días para la patria están por venir, su conducta ejemplar, será reconocida por todos y particularmente, por las nuevas generaciones de venezolanos como expresión de lo que debe ser el compromiso político y la lucha por el bien de todos para hacer de Venezuela, tierra de gracia.
Entre estos servidores de buena voluntad y recta intención, resalta Juan Pablo Isidoro Guanipa Villalobos, hijo de Manuel Guanipa Matos y Corina Villalobos, también ejemplares servidores públicos.
Juan Pablo, desde muy joven, incursionó en la política. Rápidamente, entendió que trabajar por los demás fraternalmente tenía en el quehacer político unas posibilidades inmensas. No obstante, era una labor colectiva, que requería esfuerzo, entrega, preparación, constancia y el compromiso de muchos. Con corazón, paciencia y pasión ciudadana, se dedicó a la política y a la enseñanza. Consideró que los partidos políticos debían ser instrumentos de cambio y participación en las tareas propias del bien común; que la política, como toda actividad humana, debía estar subordinada a la ética.
Su trayectoria política, es reflejo transparente de valores y creencias. Como pocos, ha recorrido Venezuela y particularmente, nuestro Estado Zulia. Ha llegado a conocernos profundamente y a gozar de nuestro afecto y confianza, alcanzando ser el gobernador electo que en un acto de dignidad ciudadana no se arrodilló ante el régimen oprobioso, y la lucha continuó.
Juan Pablo Guanipa, como la inmensa mayoría de los venezolanos, acompañó a María Corina Machado y a Edmundo González, presidente electo de Venezuela, en la gesta heroica del 28 de julio pasado. Ante el fraude perpetrado y la persecución política acentuada, debió pasar a la vida clandestina para continuar defendiendo la voluntad popular con la dedicación y constancia de siempre.
Finalmente, después de diez meses, sin poder ver a sus hijos, ni a familiares, amigos y compañeros, fue secuestrado, detenido e incomunicado. Está en manos de los opresores y torturadores de todo un pueblo que no se resigna, que no se entrega, que, como Juan Pablo Guanipa, sufre y lucha.
Está por cumplirse un mes de su arbitraria detención y sus captores no informan de su estado, del lugar de reclusión. Le niegan todos sus derechos. Sin embargo, Juan Pablo no está solo, vive en el corazón de los venezolanos y muy particularmente, de los zulianos. Es un ejemplo vivo de dignidad para todos y muy especialmente para quienes, como él, luchan por la libertad y la democracia. Ha sido modelo de constancia en la lucha por las cosas en que cree, por sus firmes principios católicos, por su voluntad y paciencia para alcanzar los objetivos. Juan Pablo representa un liderazgo moral a imitar que con sus actuaciones contrastantes pone de manifiesto las carencias éticas del régimen. Su vida austera, familiar, apasionada de la política, firme y coherente con sus convicciones, irrita, molesta y desnuda a quienes en la política solo ven una técnica para alcanzar el poder, la riqueza o el placer.
Juan Pablo Guanipa está incomunicado, pero lejos está de estar solo. Su conducta estimula y multiplicada a quienes luchan por la libertad. Con optimismo y esperanza, más pronto que tarde, con la ayuda de Dios, recuperaremos el futuro y alcanzaremos nuestro sueño de libertad, democracia y justicia para esta Venezuela herida. ¡Viva la política! ¡Viva los que luchan por la libertad! ¡Viva Juan Pablo Guanipa!
Valencia, 17 de junio d e 2025.
Fuente de TenemosNoticias.com: lapatilla.com
Publicado el: 2025-06-19 07:11:00
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