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Del voto castigo al voto reflexivo

Del voto castigo al voto reflexivo

“Mientras este gobierno se mantenga en el poder, mis hijos y yo nos mantendremos en la miseria”, expresa una joven madre que no consigue empleo. Como ella, otros habitantes de El Recreo, en el municipio San Fernando de Apure, tienen la esperanza de que sus condiciones de vida mejoren luego de un relevo en la presidencia de la República en 2024.

El 17 de noviembre de 2023 la novedad en la población El Recreo fue un acto organizado por el oficialismo a favor del referéndum sobre el Esequibo. El beneficio más concreto para los 48.000 habitantes de esta localidad del municipio San Fernando del estado Apure fue que limpiaron la fachada del ambulatorio, el único centro público de salud del pueblo, pues allí se llevaría a cabo el evento proselitista. 

Con otros tres actos similares y sin escatimar en el uso del patrimonio público, el oficialismo trata de borrar la memoria de las primarias de la oposición. El 22 de octubre 1.665 pobladores de El Recreo, equivalente a 7,65 % de padrón electoral, se movilizaron en favor de un cambio en la conducción política de Venezuela, con la vista puesta en las elecciones presidenciales de 2024.

Sin embargo, a Juana (*), la primera persona que accedió a comentar el ambiente electoral en El Recreo, no la distrae la convocatoria gubernamental a cerrar filas por la defensa del Esequibo.  “En las elecciones presidenciales no habrá voto castigo, sino, más bien, un voto reflexivo”, afirma la mujer de aproximadamente 55 años de edad, en una parada de transporte público.

Allí, la conversación tampoco tiene nada que ver con el diferendo con Guyana, pues a las personas congregadas en ese lugar parece importarles más la dificultad de conseguir dinero para pagar el pasaje y que cada vez hay menos autobuses por la escasez de gasolina.

El Recreo es una parroquia del municipio San Fernando del estado Apure. Foto: María Eugenia Díaz.

Juana es funcionaria pública y dice ser consciente de que, por ello, está sujeta a mayores controles políticos. Ella misma explica que el oficialismo asume como algo indiscutible e innegociable que toda persona que reciba un sueldo como empleada de la administración pública o sea beneficiaria de algún programa estatal está obligada a manifestar públicamente su respaldo al Gobierno y, sobre todo, a votar por los candidatos a cargos de elección popular que impongan las autoridades del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Bajo reserva de su  identidad, para evitar represalias, esta habitante de El Recreo cuenta, que los jefes de calle que ejecutan los lineamientos del PSUV, obligaron a los pobladores del sector  Los Cocos a participar en la elección del Consejo Comunal, bajo amenaza de quitarles la posibilidad de adquirir los alimentos a precios subsidiados que distribuyen los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).

La lógica de Juana es sencilla: la bolsa Clap no le alcanza para alimentarse ni el sueldo que gana como empleada pública para satisfacer sus necesidades básicas y vivir dignamente. Entonces, razona, ella gana más contribuyendo con un relevo en la presidencia de la República en los comicios previstos para 2024. “Con lo que gano como empleada pública ni siquiera me alcanza para pintar mi casa en diciembre”, comenta a modo de ejemplo.

“Voté por el chavismo hasta que entró Maduro. Comencé a darme cuenta del declive. Yo tenía un concepto de la revolución totalmente diferente. Hoy en día recuerdo a mi abuelo: siempre nos decía que jamás permitiéramos que en Venezuela mandara un gobierno comunista, porque iba a ser la destrucción del país”, dice la mujer.

La política de premios y castigos

Para referirse a la crueldad que atribuye a los militantes del oficialismo que dan y quitan comida, como si fueran premios y castigos, Juana usa una imagen que pudiera comprender una persona que habite en El Recreo o en cualquier zona rural de Venezuela: “Es como cuando le sacas las plumas a una gallina y le duele. Si le tiras un granito de maíz se entretiene y no siente tanto el dolor”. 

Juana habla con indignación: “A diario vivimos un enorme desgaste mental, que comienza con la angustia de no tener qué darle de comer a nuestros hijos. Mis mayores esfuerzos están enfocados en la educación de mis dos hijos, a quienes debo dar un ejemplo para poder salir adelante. Nos han atacado por todos los medios. Esto es algo satánico, es opresión en todos los ámbitos. No puedes dar una opinión porque te amenazan con botarte del trabajo; si no vas a una marcha, te dicen que te van a quitar la bolsa de comida…”.

Pero, rápidamente, recapacita y ella misma se da ánimos: “No nos podemos echar a morir. Yo , hago besitos de coco y tortas. Con eso tengo, aunque sea, para el pasaje. Con el favor de Dios y si hacemos una campaña motivadora, el año que viene este Gobierno saldrá con votos”.

Cerca de Juana, en la misma parada de transporte público, también espera Argenis (*), quien abunda en reflexiones para justificar su intención de voto contra el chavismo-madurismo, después de más de casi 25 años en el poder. “No han hecho casi nada en favor de la población. Hay mucho descontento por la mala gestión del Gobierno:  las calles están destruidas, no hay alumbrado público, la inseguridad es cada vez mayor, hay muchas viviendas solas porque la gente ha emigrado a otros países, la plaza de El Recreo carece de color, se ve opaca. Por todo eso, hay mucha gente que quiere cambio”.

En las calles de El Recreo no hay señales de la contienda electoral. Foto: María Eugenia Díaz.

Marisol (*), una joven madre de tres hijos de 10, 9  y 5 años de edad, que también espera un autobús, escucha el relato de Argenis y se anima a aportar el suyo: “Estoy desempleada. Busco y busco trabajo en el pueblo, pero aquí no hay fuentes de empleo. He hablado con mucha gente en las instituciones públicas, incluso con los jefes, y lo que hacen es meterme cuentos. Estoy decepcionada. Mientras este gobierno se mantenga en el poder, mis hijos y yo nos mantendremos en la miseria”. 

El dirigente político del partido Primero Justicia, David Villarroel recuerda que El Recreo tenía una importante actividad agroindustrial, específicamente de producción de algodón.  “Pero todo eso se perdió. Lo que era una gran almacenadora, ahora es simplemente un galpón de Pdval. Apure debería ser el principal productor de tomate del país. Lamentablemente, hoy en día se pierden las cargas de tomates en zonas como Boquerones, Manglarote y La Tigrera, entre otras razones por las fallas de las vías de penetración a los campos”.

Con el impulso del chavismo disidente

El ánimo de estos pobladores de El Recreo contrasta con los resultados electorales a favor del oficialismo en las tres últimas elecciones presidenciales. Los registros del Consejo Nacional Electoral (CNE)  correspondientes a la parroquia El Recreo indican que en 2006 Hugo Chávez sumó 74,78%  de los votos y en 2012 73,21%, mientras que Nicolás Maduro obtuvo 71,96%  en 2018.

Leisser Rebolledo contribuyó con la permanencia del chavismo-madurismo en el poder, pues se desempeñó como coordinador electoral del PSUV en Apure. Ahora, como secretario regional del partido Encuentro Ciudadano, trabaja por un relevo presidencial en 2024.

Los venezolanos cada día están más conscientes de que este sistema político fracasó, y que el país necesita comenzar una nueva etapa que nos permita crecer y recuperar la economía, que nos permita calidad de vida para los ciudadanos”, afirma Rebolledo.

Rebolledo reconoce que la maquinaria electoral del PSUV es poderosa en términos de capacidad de movilización de personas. Sin embargo, con suficiente conocimiento de causa, porque se dedicó a eso durante muchos años, asegura que los llamados “puntos rojos” que se instalan cerca de los centros de votación no son suficientes para vulnerar el secreto del voto: “La gente puede confiar en el sistema electoral. Si obtenemos una votación mayoritaria, es imposible que nos roben, y eso ya está demostrado históricamente. Para muestra un botón: las parlamentarias del año 2015”.

Esa es la apuesta y en eso estarían ocupados los líderes del chavismo disidente en Apure: lograr que el entusiasmo demostrado durante la elección primaria del 22 de octubre aumente y se exprese con mayor contundencia en los comicios presidenciales de 2024.

José Tovar, fue militante de la Juventud del PSUV y ahora es coordinador de organización del partido Encuentro Ciudadano. Él también considera posible el triunfo de la oposición el próximo año y advierte que no se trata de una simple aspiración, sino de la necesidad urgente de revertir la situación de pobreza extrema que cada vez más oprime a la mayoría de la población.

Tovar identifica otro desafío: “El chavismo ha usado la estrategia de repartir dinero a los llamados alacranes para dividir a la oposición”. Pero el dirigente opositor igual destaca que esa es una estrategia plenamente identificada por el electorado, que sabe que es “pan para hoy y hambre para mañana”.

Otra debilidad del gobierno, que el chavismo disidente se ha propuesto resaltar para profundizar el desencanto con el Gobierno, es la profundización de la corrupción que afecta directamente a la ciudadanía: “El Gobierno ha dejado obras inconclusas, como el hospital materno infantil en la vía de El Tocal, así como proyectos de procesadoras de alimentos y mejoramiento de  la vialidad”

¿Y qué hace la dirigencia opositora?

En Apure, 90% de la población depende económicamente del Gobiernos en sus ámbitos estadal y municipal, indica Minerva Ortega, presidenta de la Federación de Trabajadores del Estado Apure. Ello facilita un mayor control del electorado por parte del oficialismo.

En opinión de la también dirigente sindical del Partido Acción Democrática (AD), el oficialismo está sufriendo los efectos de la fractura de su base social, pues los pobres que han respaldado electoralmente al chavismo-madurismo ahora son más pobres.

La oposición ha ganado algunos espacios políticos en Apure; ahora cuenta con representación en la Cámara Municipal de San Fernando y dos alcaldes en los municipios Pedro Camejo y Rómulo Gallegos. “Ello demuestra que el chavismo ha perdido respaldo popular en dos zonas donde mantenía un control férreo, no solo a través de las UBCH y los jefes de calle, sino con el apoyo de organizaciones guerrilleras y paramilitares”, refirió Yandir Loggio, secretario general nacional del Partido Centro Democrático.

“Dentro de esa población que confió en este Gobierno hay una madre que llora una hija que murió en el Darién, hay un joven  que lo mataron por robarle una moto, un par de zapatos o  un celular… ¿Qué les puede importar una bolsa Clap que viene cada tres meses? ¿Qué le puede importar un salario mínimo  y  bonificaciones que no le alcanzan sino para un almuerzo?”, añadió Loggio.

En El Recreo ya no hay actividad agroindustrial, lamenta el dirigente de Primero Justicia David Villarroel. Foto: María Eugenia Díaz.

El dirigente político de Primero Justicia David Villarroel menciona otras motivaciones que podrían sumar votos contra Nicolás Maduro en 2024. Recuerda que El Recreo tenía una importante actividad agroindustrial, específicamente de producción de algodón. 

“Pero todo eso se perdió. Lo que era una gran almacenadora, ahora es simplemente un galpón de Pdval. Apure debería ser el principal productor de tomate del país. Lamentablemente, hoy en día se pierden las cargas de tomates en zonas como Boquerones, Manglarote y La Tigrera, entre otras razones por las fallas de las vías de penetración a los campos”.

En todo caso, el reto es sumar votos de El Recreo a favor de la oposición . Villarroel recuerda que en la parroquia hubo procesos electorales donde la diferencia era abismal: 200 votos para el oficialismo y apenas dos para la oposición. Asegura que la  brecha ha disminuido gracias al trabajo del liderazgo opositor en la localidad: “En el último proceso electoral perdimos, pero con menor diferencia de votos. Por ejemplo, en el centro de votación ubicado en la escuela Diamantico la relación fue  60 votos para el gobierno y  40 para la oposición”.

Lo que reveló el simulacro de referéndum

La cuantiosa inversión de recursos y el endurecimiento de algunas estrategias para obligar a la ciudadanía a participar en el referéndum sobre el territorio Esequibo revelan que la recuperación del protagonismo en la escena electoral es una prioridad para el oficialismo, incluso más allá de la disputa limítrofe con Guyana.

Ricardo, Ernesto y Rafael (*) son estudiantes de la Universidad de Ciencias de la Salud Hugo Chávez. Los tres recibieron instrucciones: publicar en sus estados de WhatsApp fotografías y vídeos que demostraran su participación en el simulacro para este referéndum, que se llevó a cabo el 18 de noviembre de 2023- Los tres también recibieron amenazas: si no cumplen las instrucciones serán suspendidos o expulsados de la la universidad; por cierto, una universidad que no es autónoma, pues sigue lineamientos del oficialismo.

Ricardo tiene claro que se trata de un atropello y cita de memoria el artículo 63 de la Constitución: “El sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas”.

Similares instrucciones y amenazas han recibido los empleados al servicio de la gobernación de Apure y de la alcaldía de San Fernando. “Los docentes de planteles adscritos a la gobernación o la alcaldía estamos obligados a firmar una lista de asistencia a los actos proselitistas que organiza el oficialismo; debemos firmar a la hora que llegamos y a la hora en que nos retiramos”, dijo una de las afectadas.

Juan Rodríguez, miembro del buró sindical del Acción Democrática en Apure, intenta revelar que es lo que está detrás del referéndum sobre el Esequibo: “Lo que quieren es generar una situación de conflictividad para suspender las presidenciales de 2024, para que no haya más elecciones en este país”.

A pesar de las hostilidades, Maura(*), manifiesta, en voz baja, eso sí, que El Recreo está “resteado contra Maduro”. En sus palabras: “Se le venció el tiempo a este toro y va para fuera”.

A Maura la secunda José Parra, un campesino de la localidad que tiene 60 años de edad. Afirma que no tiene más que perder, pues ni sumando la pensión de 130 bolívares mensuales con lo que percibe por el maíz que cultiva a orillas del río Apure puede costear el tratamiento médico que requiere. “Mi hijo que está fuera del país me envió algo de dinero porque la venta de maíz no me alcanza. Ya no podemos aguantar más”, expresa.

(*) Se modificaron los nombres de las fuentes por medidas de protección.

Este es un trabajo colaborativo entre Efecto Cocuyo y Crónica.Uno.

 

Fuente de TenemosNoticias.com: efectococuyo.com

Publicado el: 2024-01-08 21:38:00
En la sección: Política – Efecto Cocuyo

Publicado en Política

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