María Corina dice que no puede haber justicia sin memoria

La líder opositora María Corina Machado recalcó este martes, 4 de junio, que en Venezuela no puede haber justicia sin memoria, al recordar las miles de detenciones arbitrarias que ha habido en el país desde el año 2014.

Durante su participación en la sesión ‘Venezuela, Memoria y Justicia’, que contó con el líder opositor en el exilio, Edmundo González Urrutia y con testimonios de familiares de presos políticos, Machado lo hizo con un video en el que citó las cifras de la ONG Foro Penal.

«Desde 2014 se han realizado más de 18 mil detenciones arbitrarias por motivos políticos en Venezuela, más de 2 mil fueron capturados después de las elecciones del 28 de julio de 2024. Entre los que lograron salir de cautiverio, miles han sido mantenidos bajo régimen de presentación, muchos han sido sometidos a torturas, a excesos. Ninguno ha tenido acceso a la justicia. Por si fuera poco, el número de ejecuciones extrajudiciales que tuvieron lugar entre 2010 y 2022 se estiman en más de 20 mil», destacó.

Machado recordó que después del 28 de julio de 2024, cuando el Consejo Nacional Electoral proclamó la victoria de Nicolás Maduro en las presidenciales sin mostrar hasta la fecha los resultados de la elección presidencial, ocurrieron más de 2 mil detenciones. Entre esas más de 200 dirigentes políticos, 100 de ellos de su partido Vente Venezuela.

Memoria y justicia, afirma Machado

«Lo esencial para que estos hechos atroces no se vuelvan a repetir es no olvidar que sucedieron. De ahí la importancia de la memoria, una memoria sin la cual no podrá haber justicia, una memoria necesaria para que la democracia que viene se levante sobre bases sólidas», destacó.

También recriminó a la comunidad internacional por lo que consideró como una respuesta tardía a reconocer a la gestión de Nicolás Maduro como violadora de los derechos humanos de la población venezolana.

«A pesar de todo, a la comunidad internacional le ha tomado muchos años reconocer cuál es la naturaleza del régimen que preside Nicolás Maduro: una autocracia mafiosa que comete crímenes de lesa humanidad y aplica terrorismo de Estado, tal como lo ha declarado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos». Y más adelante hizo hincapié sobre lo que opina sobre Maduro: «A estas alturas es imposible desconocer la verdadera naturaleza del régimen criminal ni puede haber espacio ni dudas con respecto a la situación de los derechos humanos en Venezuela».

Desmontaje de «los fraudes electorales del régimen»

Se refirió a las elecciones presidenciales y aseguró que el triunfo de González Urrutia, a quien llamó presidente electo de Venezuela, se comprobó con la recopilación y publicación de más del 85 % de las actas del proceso, con lo que a su juicio se desmontaron «los fraudes electorales del régimen», como llama a la administración chavista.

«Los fraudes electorales cometidos una y otra vez por el régimen le servían para lavarse la cara frente al mundo, pero esta farsa la desmontamos para siempre el pasado 28 de julio, porque con el 85 % de las actas recogidas y publicadas no hay ya excusas para reconocer la verdad sobre cuál es la voluntad soberana del pueblo de Venezuela».

Tras el evento, González Urrutia respondió preguntas a la prensa entre las que destacó que a pesar de que el apoyo internacional no es suficiente para cambiar la realidad venezolana, sí es necesario para que se dé el cambio político y la recuperación de la democracia en el país.

«Necesitamos, sin embargo, que los organismos internacionales y las democracias del mundo reconozcan, condenen y penalicen los delitos, los crímenes de lesa humanidad que este régimen criminal comete dentro y fuera de Venezuela», afirmó.

El diplomático de carrera se exilió en España desde septiembre de 2024 debido a una orden de captura en su contra. La Fiscalía venezolana lo acusó de múltiples delitos por la publicación de las actas de las presidenciales, que tienen el reconocimiento como válidas del Centro Carter y el Panel de Expertos Electorales de la ONU, las dos únicas instituciones internacionales que fueron observadores, aunque limitados, de esos comicios.

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