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Plan «furia bolivariana» reedita formato de intimidación previo a elecciones, señalan politólogos

Plan «furia bolivariana» reedita formato de intimidación previo a elecciones, señalan politólogos

El primer mes de 2024 arrancó con protestas de los trabajadores, entre ellos los educadores, para exigir mejoras salariales. El gobierno de Nicolás Maduro no ha demorado en enmarcar los reclamos dentro de un supuesto plan conspirativo para derrocarlo.

Uno de esos planes, dijo el mandatario durante la presentación de su memoria y cuenta, iba a ejecutarse el 1 de enero y fue frustrado por los organismos de inteligencia.

Este 18 de enero, con el ministro de la Defensa, Vladímir Padrino López, al lado, Maduro anunció el plan «furia bolivariana», que incorpora a cuerpos policiales y militares para neutralizar, según dijo, cualquier «intentona terrorista» que busque desplazarlo del poder.

Politólogos consultados por Efecto Cocuyo consideran que era «predecible» que el poder político en Miraflores retomara el «esquema de intimidación» en año electoral, para callar las voces del descontento social, desmovilizar el voto opositor y demostrar que está dispuesto a todo para garantizar la reelección. Pese a ello, se pide no descartar el efecto que puedan tener las negociaciones.

«El Gobierno hace todo para que la sociedad se sienta intimidada y no acepte el reto de promover la participación electoral, el voto. Incrementa la vigilancia porque para ellos la conspiración es trabajar por el rescate de la democracia. Faltan detalles de ese plan, pero básicamente es una forma de sembrar terror para que la gente no se movilice ni se interese en el tema electoral», sostuvo la politóloga Isabella Picón.

La también activista de derechos humanos advirtió que parte de dicha estrategia intimidatoria por parte de Miraflores, a través de la Asamblea Nacional (AN) de 2020, es la ley que regula y fiscaliza a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que, recalcó, viola el derecho a la libre asociación en Venezuela.

Busca romper fuerza de candidatura opositora

Maduro encargó el plan «furia bolivariana» al primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello, el mismo al que le encomendó las llamadas Unidades de Paz (Upaz), conformadas por estructuras de base del partido rojo en coordinación con organismos de seguridad del Estado para frustrar posibles intentos desestabilizadores. Las Upaz fueron anunciadas antes de las elecciones primarias de la oposición celebradas el 22 de octubre.

Para el politólogo Piero Trepiccione, no hay dudas de que Maduro asumió su rol como candidato a la reelección, pese a que no lo ha anunciado públicamente. Advirtió que el gobernante está consciente del bajo apoyo popular a su gestión frente a una candidatura de oposición (María Corina Machado) con alta intención de voto, según las encuestas, de allí que no es extraño, sostuvo, que trate de «romper» la fuerza de tal alternativa electoral.

«Esas medidas que anuncia son parte de una reingeniería político electoral institucional, con un formato de intimidación que ya vimos previo a las primarias del 22 de octubre: el clima hostil, todos los esfuerzos institucionales, control de la agenda pública para que no figuraran las primarias, el intento de promover una posverdad al cantar fraude» recordó el también consultor en opinión pública e incidencia.

Señaló que el «miedo es clave» para movilizar o desmovilizar a la ciudadanía y que en este caso Miraflores lo usa para lo segundo e intentar combatir el deseo de cambio con miedo.

“Diosdado Cabello anunciará un conjunto de acciones para desplegar el plan furia bolivariana, que debe ser un plan cívico, militar, policial para enfrentar cualquier intentona terrorista, sea a la hora que sea, se presente como se presente”, afirmó Maduro durante un evento llamado Congreso de la Nueva Época en Caracas.

¿Tolerancia cero a las protestas?

Ambos politólogos estiman que la oleada represiva escale, es decir, que pase de las amenazas a mayores acciones, a medida que se acerquen las elecciones presidenciales, que, según el acuerdo de Barbados, deberían celebrarse en el segundo semestre de 2024.

Picón destaca que para el gobierno, las protestas de los trabajadores de la administración pública, que ya le han demostrado clara aversión por su política salarial, se pueden volver inmanejables y es justo lo que Miraflores quiere evitar con claras señales de «tolerancia cero» a las manifestaciones. Se pregunta hasta qué punto la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) está dispuesta a reprimir esas protestas.

En este sentido, apuesta a que la negociación continúe y que pueda servir de muro de contención a las amenazas de represión del chavismo madurismo. Recordó que durante la memoria y cuenta ante la AN de 2020, pese a que Maduro se victimizó, dejó entrever que seguirán las conversaciones porque busca el levantamiento de las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos contra su gestión.

«Si la negociación se cae habrá mayor represión. Si avanza, el gobierno se quedará en amenazas o ejecutará acciones muy puntuales, por lo que se debe aprovechar este período para hacer mayor presión, puesto que el gobierno busca que se le otorguen más licencias», añadió.

Posible escalada

Durante el anuncio de Maduro, Cabello se encontraba en Barinas, encabezando una marcha contra «la conspiración». Al final del recorrido justificó la detención del presidente de la Federación Nacional de Sindicatos y Colegios de los Trabajadores de Venezuela (Fenatev), seccional Barinas, Víctor Venegas, durante una asamblea sindical de educadores para definir acciones de protesta en la entidad. El dirigente gremial, apresado un día antes, fue acusado de conspiración.

«Vamos en escalada, hay un gobierno que quiere la reelección, que en 24 años no ha sido sometido a la alternabilidad democrática y la regional no la ha respetado con gobiernos paralelos y padrinazgos. Un gobierno que sabe que está en desventaja con 80% de deseo de cambio», acotó Trepiccione.

Antes de la «furia bolivariana» y las Upaz, también estaba la Red de Articulación y Acción Sociopolítica (Raas), creada en 2018 y conformada por efectivos militares y simpatizantes del oficialismo que buscaban incrementar la contraloría y el control social a niveles comunitarios. 

El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social advirtió en su momento que las Rass estaban “enmarcadas en la doctrina de seguridad nacional en la que todos los ciudadanos que intentan hacer contraloría social, exigen y defienden derechos humanos o que expresan críticas a la gestión pública o adversan políticamente al gobierno son identificados como enemigos internos”. 

Fuente de TenemosNoticias.com: efectococuyo.com

Publicado el: 2024-01-20 13:00:00
En la sección: Política – Efecto Cocuyo

Publicado en Política

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