El inesperado origen del icónico código de ‘Matrix’: No lo podrás creer

Estrenada a finales de los años 90, Matrix no solo revolucionó el cine, sino que también marcó a su elenco y producción con exigentes procesos de preparación. Para comprender la filosofía detrás del guion, los actores estudiaron textos de Jean Baudrillard, Kevin Kelly y Dylan Evans. Pero detrás de la profundidad del filme, hay un detalle que sorprende por su simplicidad: el famoso código verde que representa la matriz.

Arroz, pescado y píxeles

Uno de los planos más memorables de la película es el del código que desciende como cascada al inicio del filme. Este diseño visual, homenajeado y parodiado innumerables veces, tiene un origen inesperado: la cocina. Simon Whiteley, diseñador del código, reveló que se inspiró en un libro de recetas de sushi japonés que pertenece a su esposa.

Para crear los caracteres, Whiteley escaneó los símbolos del libro y los manipuló digitalmente hasta lograr el efecto que conocemos. Según el diseñador, “Me gusta decir que el código de Matrix proviene de recetas de sushi japonesas. Sin ese código, no hay Matrix”.

Más allá de los símbolos

Aunque el código parece contener un mensaje, en realidad es una mezcla de caracteres japoneses modificados, números invertidos y formas que recuerdan al alfabeto occidental. Este diseño fue concebido para evocar misterio y complejidad, pero carece de significado literal.

Así que, no, ningún espectador japonés salió del cine preguntándose por qué veía palabras como “salmón” o “vinagre” en pantalla. Los caracteres fueron alterados hasta el punto de ser irreconocibles, convirtiéndose en un recurso puramente estético.

Un detalle que trascendió el cine

El código de Matrix es más que un simple efecto visual: es un ejemplo de cómo la creatividad puede convertir algo ordinario en un símbolo atemporal. Este detalle, aparentemente trivial, contribuyó al impacto visual de la película y consolidó su lugar en la cultura pop.

La próxima vez que veas el código verde de Matrix, recuerda que detrás de su apariencia enigmática hay un toque de humor y la esencia de un libro de recetas de sushi. Un recordatorio de que la inspiración puede surgir de los lugares más inesperados.