Se están publicando cantidades absurdas de libros escritos con esta tecnología en Amazon

La IA (inteligencia artificial) ha llegado para quedarse, eso está claro, pero cada vez resuenan más las voces de aquellos que advirtieron sobre las desventajas que traería y lo difícil que sería evitar que se acrecentaran.

Desde imágenes cuestionables, jóvenes copiándose y haciendo ensayos a base de ChatGPT hasta videos con un realismo de temer… Ahora a esta lista se suma un ejército de libros hechos a base de enviar prompts a ChatGPT y luego copiar y pegar.

Una medida para mitigar el abuso

Dado que el problema ya se estaba saliendo de las manos, Amazon optó por reducir el número de autopublicaciones diarias por usuario. El hecho de que se haya colocado un máximo ya da una idea de la gravedad del problema.

Problema que afecta en sobremanera al usuario, pues si el mercado se satura de libros mediocres, creados a base de copy-paste o directamente “reescribir” obras de otros autores, será un calvario conseguir una obra de calidad.

Ya de por si se criticaba a Amazon por haberse vuelto un “nido de autores mediocres que farmean algunas monedas”, pero ahora la crítica no ha hecho más que tomar fuerza… La IA ha facilitado ese “farmeo”, en términos de videojuegos.

Por supuesto a los autores que genuinamente se han esforzado por crear sus obras les afecta, pues el hecho de que sus obras estén siendo plagiadas en masa, se traduce en pérdidas para ellos o incluso falsas acusaciones, donde se les tilde a ellos de ser quienes cometen plagio, tan solo porque por cuestiones de márketing sus obras no hayan tenido tanto alcance como la copia.

¿Vetar completamente el uso de IA para los escritores?

En cuanto a si los escritores deberían mantenerse lejos de la IA, el asunto se vuelve tema de debate, pues, está claro que como herramienta de apoyo es excelente. Ahorra bastante tiempo en búsquedas respecto a sinónimos, correcciones, sugerencias y más.

Los más conservadores argumentan que dejarla de lado es lo ideal, mientras que hay otro grupo que argumenta que es necio desechar completamente este tipo de herramientas, pues se termina desaprovechando la oportunidad de ahorrar tiempo.

¿Habrá que crear etiquetas que reflejen el porcentaje de intervención de la IA en el desarrollo de cada libro? ¿Usar insignias para separar a los autores que solo hacen libros con el truco de “IA + copy-paste” de los que genuinamente se esforzaron en sus escritos? ¿Tardará en llegar un buen detector de IA para filtrar los libros lanzados en Amazon sin pasar al inocente por culpable?

Todo este tema de la inteligencia artificial y los problemas éticos nos está dejando más preguntas que respuestas… Los cambios son tan acelerados que adaptarse cada vez se hace más cuesta arriba.