Las cinco mejores alternativas a la Steam Deck ¿Cuál comprar? Consejos y recomendaciones

El mercado de las consolas portátiles nunca ha sido nada sencillo, debido liderazgo que Nintendo rige en el mismo tras cosechar éxito tras éxito con cada una de sus generaciones portátiles, llegando incluso a apartar de este mercado a un mastodonte como Sony, que tras el lanzamiento de PS Vita no ha vuelto a plantear la posibilidad de lanzar un modelo portátil que trate de competir con los padres de Super Mario.

Sin embargo, hay una empresa que en los últimos años sí que ha aceptado el reto de tratar de abrirse un hueco en un mercado tan complicado. Hablamos de Valve, la compañía dirigida por Gabe Newell, que con el lanzamiento de su Steam Deck ha pretendido hacerse con una porción de un mercado que venía pidiendo a gritos un dispositivo lo suficientemente potente como para disfrutar de los grandes estrenos de esta novena generación de consolas.

En un mercado donde muchas empresas están apostando por el juego en la nube, dejando de lado así la importancia del hardware para poder ejecutar los juegos; Valve ha decidido iniciar su andadura en el mercado portátil con una consola capaz de ejecutar juegos como Elden Ring o como God of War con desenvoltura, a pesar de las limitaciones gráficas que se deben establecer para poder correr este tipo de juegos de una forma óptima.

Sin embargo, la consola de Valve no es la única del mercado que es capaz de ofrecer este tipo de experiencia. Hay muchas marcas menos conocidas que ya cuentan con diferentes modelos capaces de ofrecer una experiencia portátil basada en Steam u otros launchers de ordenador. Por esa razón, a continuación os vamos ha hablar de las diferentes alternativas a la Steam Deck que podemos encontrar en el mercado.

¿Qué tener en cuenta al buscar una alternativa a la Steam Deck?

La consola de Valve está lejos de ser única y exclusivamente una consola portátil. La experiencia que la compañía ha ofrecido con ella es mucho más cercana a la que es capaz de ofrecer un PC Gaming, razón por la que, a la hora de valorar una alternativa a la Steam Deck, debemos tener presente varios de los aspectos que tendríamos cuando pensamos en adquirir uno de estos dispositivos. Aunque eso sí, añadiendo algunos elementos propios de los dispositivos portátiles.

El hardware determinará la experiencia de juego

El primero de los elementos que guarda semejanza con los ordenadores de sobremesa es el hardware que montará cada consola. Al contrario que consolas como Nintendo Switch, que siempre comparten el mismo hardware, aquellos dispositivos que pretenden ser una alternativa a la Steam Deck suelen contar con un hardware completamente diferente, teniendo la posibilidad de encontrar modelos potenciados por AMD y otros por NVIDIA.

¿Y cuál es el hardware recomendado? Aquí no hay una respuesta correcta. En el caso de la Steam Deck, la consola de Valve monta una APU de AMD que hace uso de las arquitecturas Zen 2 y RDNA (igual que las consolas de nueva generación de Microsoft y Sony), con un total de 4 núcleos/8 hilos y un total de 8 unidades de cálculo, acompañados de 16 GB de RAM y de diferentes configuraciones de almacenamiento. Por tanto, dependiendo de qué busquemos, deberemos tener presente esta configuración como una base para valorar otras opciones.

Windows 11 suele ser la principal alternativa

Uno de los elementos más comentados de la Steam Deck, y que la diferencia del resto de competidores, es que la consola utiliza Steam OS, el sistema operativo propio de Valve basado en Linux. Esto ofrece la ventaja de que la consola es capaz de ofrecer un rendimiento adaptado en todos aquellos juegos que reciben la verificación de la compañía. Sin embargo, también “limita” las actividades que podemos realizar con la consola.

El principal elemento que destaca en las alternativas a la Steam Deck es que, casi todas ellas, hacen uso de Windows. El sistema operativo de Microsoft suele estar presente en este tipo de dispositivos, a pesar de que no cuenta con un diseño creado específicamente para consolas portátiles, lo que acaba lastrando un poco la experiencia en algunos casos. Sin embargo, por cuestiones de compatibilidad y de utilidad, es sin lugar a dudas la opción más completa.

La autonomía, un valor fundamental

Aunque la potencia siempre es el elemento más buscado en dispositivos que ofrecen una experiencia basada en el mercado de compatibles, lo cierto es que en el caso de las consolas portátiles de es ámbito hay un aspecto mucho más importante, como es el caso de la autonomía. Al igual que ocurre con los portátiles gaming, de poco nos sirve tener un dispositivo que nos permite trasladarlo a cualquier lado, si en tan solo un par de horas la batería se agota completamente.

En este aspecto la eficiencia del chipset montado por la consola es fundamental para alcanzar unos valores mayores o menores. Sin embargo, no este no es el único elemento a considerar. Aquellos dispositivos que cuentan con una mayor potencia acaban primando esto por autonomía, por lo que permiten jugar a mayores resoluciones o con una carga gráfica más elevada, pero a costa de tener que enchufar la consola cada poco tiempo.

Este es un elemento que, al final de cuenta, es bastante subjetivo. Dependiendo de nuestros usos, deberemos escoger uno por encima de otros. ¿Somos de jugar con la portátil en la cama? Podemos ir sin miedo a por un modelo más potente. ¿O preferimos poder llevarla con nosotros de viaje, en el transporte público, etc.? En este caso lo más recomendado es buscar un equilibrio con una buena autonomía.

Diseño, pantalla y ergonomía: tres pilares innegociables

Aunque podría parecer que Valve descuidó el diseño de la Steam Deck, al ofrecer una consola que presenta unas dimensiones mucho más elevadas que otros modelos como Nintendo Switch, lo cierto es que la compañía logró ofrecer un dispositivo realmente ergonómico. A pesar de contar con unas dimensiones elevadas, todos los poseedores de la misma coinciden en que se trata de una consola que sienta muy bien a la mano, y es algo que debemos buscar en cualquier alternativa a la misma.

Otro elemento fundamental es la pantalla que incorpora el dispositivo. En el caso de la consola de Valve, se apostó por una pantalla de 7 pulgadas que hace uso de la tecnología IPS y que ofrece una resolución de 1280 x 800 píxeles, con una frecuencia de actualización de 60 Hz y un brillo máximo de 400 nits. Se trata de una configuración ideal para este tipo de consola, ya que también debemos ser conscientes de que, cuanta más resolución, mayor potencia y autonomía serán necesarias.

¿Cuánto estamos dispuestos a pagar?

Aunque en el mercado existen alternativas mucho más potentes que la consola de Steam, lo cierto es que presentan precios muy diferentes. Al igual que ocurre con los portátiles gaming, podemos encontrar dispositivos de diferentes gamas, lo que acaba determinando un precio u otro. De hecho, es relativamente sencillo encontrar consolas portátiles que superan holgadamente la franja de los 1.000 euros. Por esta razón, es imprescindible marcarse un presupuesto máximo como límite, y en base al mismo, optar por invertir por aquel modelo que más nos cuadre por especificaciones.

Las cinco mejores tarjetas microSD para Steam Deck ¿Cuál comprar? Consejos y recomendaciones

Asus ROG Ally

Si hablamos de alternativas a la Steam Deck, la primera que nos viene irremediablemente a la cabeza es la Asus ROG Ally. Esta consola portátil tiene todo lo que se le puede pedir a una competidora de la consola de Valve. En su interior cuenta con un AMD Ryzen Z1 diseñado para dispositivos portátiles, 16 GB de RAM y un SSD de 512 GB, lo que hace ella una opción mucho más potente que la Steam Deck. Además, funciona mediante Windows 11, lo que supone una mayor funcionalidad. En Amazon ahora mismo cuesta 798,99 euros.