La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha declarado el toque de queda en el centro de la ciudad tras cinco días de choques y protestas contra las redadas de inmigrantes de los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Los episodios de vandalismo y saqueos registrados el lunes por la noche, con 23 negocios afectados por los violentos y millones de dólares en pérdidas, precipitaron la medida de emergencia en medio de un clima de alta tensión por el despliegue de 700 marines y 4.000 miembros de la Guardia Nacional por orden directa del presidente Donald Trump.
Pese al toque de queda, cientos de manifestantes se han seguido congregado en varios puntos del centro de la ciudad. «Varios grupos continúan reuniéndose… y se están llevando a cabo arrestos masivos. El toque de queda está en vigor», declaró el departamento de Policía de la ciudad en X, sin especificar ni proporcionar una magnitud de lo que entienden por «masivo».
La furia contra las políticas migratorias de Trump se ha extendido a algunas de las principales ciudades de Estados Unidos, como Nueva York y Chicago, donde se registraron choques con la policía.
En Texas, el gobernador republicano Greg Abbott, conocido por defender políticas migratorias represivas en su estado fronterizo con México, también ha anunciado ,al igual que en Los Ángeles, el despliegue de la Guardia Nacional, para «mantener el orden» tras las protestas. «La protesta pacífica es legal. Atacar a personas o propiedades es ilegal y resultará en arrestos», ha afirmado en X.
«Quería que la ciudad supiera que he declarado una emergencia local y emitido un toque de queda para el centro de Los Ángeles para detener el vandalismo, para detener los saqueos», dijo la alcaldesa en una rueda de prensa. El toque de queda se aplicará de las 8 de la tarde a las 6 de la mañana en una amplia zona entre autopistas, entre la 5, la 110 y la 10. En total, un área de 1,6 kilómetros cuadrados, aproximadamente.
Bass condenó la violencia de los delincuentes y amenazó con arrestar a cualquiera que viole el toque de queda o se enfrente con las autoridades. Hizo énfasis, asimismo, en el hecho de las protestas se han reducido a unas pocas calles. «Es importante que la gente sepa que esto no está sucediendo en todo Los Ángeles», indicó. Bass añadió que están «a oscuras» sobre los planes de los marines en la ciudad y sobre cuándo y dónde volverán a actuar los agentes del ICE. «Le pido al Presidente que detenga las redadas para que volvamos a tener estabilidad en la ciudad».
Mucho más contundente fue el gobernador de California en su comparecencia del martes. Gavin Newsom comparó a Trump con otros «dictadores fallidos» y le acusó de operar como un régimen totalitario. «El gobierno de Donald Trump no está protegiendo a nuestras comunidades. Las está traumatizando y ese parece ser el objetivo principal. California seguirá luchando en nombre de nuestra gente, de toda nuestra gente, incluso en los tribunales», indicó en un tono presidencial y visiblemente emocionado.
En un discurso televisado a la nación, el gobernador del Estado más poblado del país advirtió de la amenaza que supone Trump para el país. «La democracia está bajo ataque ante nuestros ojos. Este momento que temíamos ha llegado», dijo. «Ya no existen controles ni contrapesos». Además, acusó a Washington de detener a inocentes sin el debido proceso legal. «Si algunos de nosotros pueden ser secuestrados de las calles sin una orden judicial basándose únicamente en sospechas o en el color de la piel, entonces ninguno de nosotros está a salvo», indicó.
«Los regímenes autoritarios comienzan atacando a las personas que tienen menos capacidad para defenderse, pero no se detienen ahí. Y, por cierto, Trump no se opone a la ilegalidad ni a la violencia siempre que le convenga. ¿Qué más evidencia necesitamos que el 6 de enero?», continuó en referencia al asalto al Capitolio de sus seguidores en 2021.
En Los Ángeles los manifestantes lograron cortar una autopista por segunda ocasión desde que comenzaron los disturbios el pasado viernes. Como el domingo, un grupo de unas 150 personas bloqueó el tráfico junto al edificio federal de detenciones, la 101, una protesta que los agentes de la Patrulla de Autopistas de California logró disolver en pocos minutos.
En total, 378 personas han sido arrestadas en los últimos cuatro días, con casi 200 de ellas durante la jornada del martes. Aún así, fueron protestas pacíficas durante la mayor parte del día, con una vigilia en el parque Gloria Molina Grand a la que asistieron familiares de inmigrantes arrestados por el ICE en días recientes, y hasta la propia alcaldesa Bass. Después de las ocho de la tarde, tan solo permanecían unos pocos manifestantes desafiando el toque de queda.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2025-06-11 02:22:00
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