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Buscar señales artificiales en el cosmos sin falsas detecciones por interferencias terrestres

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Durante más de 60 años, la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI por sus siglas en inglés) se ha llevado a cabo escrutando el cielo con radiotelescopios en busca de señales que tengan características marcadamente distintas de las que tienen las emisiones de ondas de radio procedentes de fuentes naturales en el cosmos. Una distinción clave es que las fuentes cósmicas naturales de ondas de radio las producen en una amplia gama de longitudes de onda, es decir, generan emisiones de radio de banda ancha, mientras que las fuentes artificiales, como las de nuestra civilización, típicamente producen señales de radio de banda estrecha.

 

El hecho de que buena parte de las investigaciones SETI se lleven a cabo mediante radiotelescopios ubicados en la Tierra, implica que cualquier interferencia de radio generada en la Tierra o en sus inmediaciones, desde teléfonos celulares hasta satélites, pasando por hornos microondas e incluso motores de automóviles, puede producir una señal de radio capaz de parecer una firma tecnológica de una civilización de fuera de nuestro sistema solar. Tales falsas alarmas han despertado y luego frustrado las esperanzas de una detección verdadera desde que comenzó el primer programa SETI formalmente planteado como tal, en 1960.

 

Actualmente, los investigadores intentan validar las señales artificiales supuestamente no humanas apuntando el radiotelescopio a un lugar diferente en el cielo, y luego volviendo a apuntarlo al sitio del cielo donde se detectó originalmente la señal. Si vuelve a detectarse, se confirma que no fue algo momentáneo y quizá fortuito, como una interferencia transitoria. Pero incluso entonces, la señal podría provenir de una fuente humana, si genera una interferencia persistente.

 

Ahora, unos científicos han ideado una nueva técnica para detectar y validar o descartar posibles señales de radio de civilizaciones alienígenas ubicadas en nuestra galaxia. Se trata de un gran avance en la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI) que aumentará significativamente la confianza en cualquier detección futura de señales aparentes de vida inteligente extraterrestre. La nueva técnica SETI filtra las interferencias generadas en la Tierra o en sus inmediaciones para dejar pasar solo las señales de apariencia artificial provenientes de más lejos.

 

La nueva técnica, desarrollada por un equipo de investigadores del proyecto Breakthrough Listen y la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos, encabezado por Bryan Brzycki, de la citada universidad, se basa en captar evidencias de que la señal realmente ha viajado por el espacio interestelar, eliminando así la posibilidad de que la señal sea una mera interferencia de radio provocada en la Tierra o cerca de ella.

 

Breakthrough Listen, hoy en día la búsqueda SETI más completa del mundo, monitoriza el cielo boreal y el austral con radiotelescopios en busca de firmas tecnológicas (huellas de intervención artificial). También apunta a miles de estrellas individuales en el plano de nuestra galaxia, que es la dirección más probable en la que una civilización emitiría una señal, con especial atención a la zona central de la galaxia.

 

La iniciativa Breakthrough Listen utiliza radiotelescopios para monitorizar las emisiones provenientes de cientos de sistemas solares en el vecindario cósmico de la Tierra en busca de señales de banda estrecha que podrían ser comunicaciones intencionadas dirigidas a la Tierra o fugas involuntarias de emisiones de radio, emitidas por civilizaciones alienígenas desde otros mundos. (Imagen: Zayna Sheikh, Breakthrough Listen)

 

Es importante poder averiguar, sin necesidad de volver a captarla más veces, si una señal breve aparentemente artificial se ha originado en el espacio interestelar o aquí, ya que podría recibirse de manera efímera una genuina señal artificial alienígena, y con las técnicas de verificación tradicionales sería imposible validarla. De hecho, esto ya ha sucedido. El caso más notable fue una famosa señal de banda estrecha de 72 segundos captada en 1977 por un radiotelescopio en Ohio. El astrónomo que descubrió la señal, la cual no se parecía a nada producido por procesos astrofísicos normales, escribió » Wow!” (¡Guau!) en tinta roja en el segmento de la impresión de datos correspondiente a la señal. Esa carismática señal no ha vuelto a ser captada nunca más desde entonces y por tanto no ha podido dilucidarse si vino del espacio interestelar o no.

 

Brzycki y sus colegas exponen los detalles técnicos de su estrategia para filtrar y descartar señales de origen terrestre en la revista académica The Astrophysical Journal, bajo el título “On Detecting Interstellar Scintillation in Narrowband Radio SETI”. (Fuente: NCYT de Amazings)

 

 

Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com

Publicado el: 2023-07-27 08:15:37
En la sección: Ciencia Amazings® / NCYT®

Publicado en Ciencia