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Colaboración ancestral entre humano y pájaro para obtener comida ambos

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Los humanos podemos extraer la miel de una colmena silvestre, pero encontrarla en ciertas zonas puede resultar de difícil a virtualmente imposible. Ciertas aves pueden localizar colmenas muy fácilmente, pero son incapaces de extraer miel de ellas. ¿Por qué no colaborar unos con otros por el bien común?

 

Esto es lo que sucedió en algún momento de la historia natural en ciertas zonas de África. Una investigación ha examinado a fondo el fenómeno, que todavía sigue existiendo.

 

El estudio es obra de un equipo dirigido por Claire N. Spottiswoode, de la Universidad de Ciudad del Cabo en Sudáfrica, y Brian Wood, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) de Estados Unidos.

 

Estamos ante un raro ejemplo de cooperación entre animales silvestres y humanos, y un ejemplo potencial de coevolución cultural. No se trata de que los pájaros hayan sido domesticados y ayuden a sus dueños humanos; es una colaboración voluntaria de pájaros libres.

 

Los pájaros de la especie Indicator indicator que viven en las zonas donde la colaboración ha sido estudiada, en Tanzania y Mozambique, saben reconocer una palabra específica que los recolectores humanos de miel gritan, generación tras generación. Por su parte, los pájaros que viven en la zona también tienen aprendida, generación tras generación, esa palabra y su significado. No se trata de una palabra del idioma de las personas del lugar, sino de un sonido parecido al emitido por un pájaro. El motivo de ello es evitar que otros animales que estén merodeando por los alrededores, mamíferos esencialmente, se percaten de la presencia humana. De este modo, los otros animales creen que el sonido lo ha emitido un pájaro y gracias a ello los humanos recolectores de miel evitan que huyan animales a los que luego puedan dar cazar y también evitan atraer la atención de fieras que podrían atacarles a ellos.

 

En ciertas zonas de África, se mantiene una colaboración humano-pájaro desde tiempos inmemoriales. En la foto, posado en la mano del hombre, está un pájaro de la especie Indicator indicator que mantiene una colaboración ancestral con el ser humano en esas zonas geográficas. (Foto: Claire Spottiswoode)

 

Los pájaros de cada zona hacen caso solo de la palabra usada tradicionalmente en ese lugar, y no de las empleadas por otras comunidades de recolectores de miel.

 

A los recolectores humanos de miel, contar con la ayuda de estos pájaros les sirve para lograr un incremento del 560 por ciento en la recolección de miel, en comparación con la miel que consiguen los recolectores que no reciben la ayuda de los pájaros.

 

A las aves, por su parte, les basta con la pequeña cantidad de miel sobrante que los humanos no se llevan pero dejan accesible para ellas.

 

Por lo visto, los pájaros conocen muy a fondo el terreno de la zona, gracias a poder observarlo desde arriba mientras lo sobrevuelan. Eso, unido a su excelente memoria, les permite recordar dónde está la colmena más cercana al humano que les ha gritado la palabra de petición de colaboración.

 

El estudio se titula “Culturally determined interspecies communication between humans and honeyguides”. Y se ha publicado en la revista académica Science. (Fuente: NCYT de Amazings)

 

 

Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com

Publicado el: 2023-12-11 04:45:38
En la sección: Ciencia Amazings® / NCYT®

Publicado en Ciencia

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