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Colisión entre planetas gigantes | Noticias de la Ciencia y la Tecnología (Amazings® / NCYT®)

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Una investigación ha revelado el choque catastrófico entre dos planetas del tipo de Neptuno y Urano en otro sistema solar. Entre los efectos de la colisión, destaca la disminución de brillo de la estrella de ese sistema solar, parecida a nuestro Sol.

 

La investigación, llevada a cabo por el equipo internacional de Simon Lock, de la Universidad de Bristol en el Reino Unido, vino motivada por la detección de una anomalía en la curva de luz de la estrella. Concretamente, ese sistema solar duplicó su brillo en longitudes de onda infrarrojas unos tres años antes de que la estrella empezara a perder brillo en luz visible.

 

Una red de astrónomos profesionales y aficionados estudió la estrella de forma intensiva, incluido el seguimiento de los cambios de brillo de la estrella durante los dos años siguientes. La estrella recibió el nombre de ASASSN-21qj por la red de telescopios que detectó por primera vez su pérdida de brillo en luz de la banda visible del espectro electromagnético.

 

Los investigadores han llegado a la conclusión de que la explicación más probable es que dos planetas gigantes, del mismo tipo que Neptuno y Urano, colisionaron, produciendo el resplandor infrarrojo detectado por la misión NEOWISE de la NASA, cuya nave utiliza un telescopio infrarrojo con una sensibilidad idónea para detectar asteroides, cometas y también fenómenos como el captado.

 

Tanto los cálculos realizados por los autores del estudio como los modelos digitales en los que ejecutaron diversas simulaciones, indican que la temperatura y el tamaño del material incandescente, así como la cantidad de tiempo que ha durado el resplandor, encajan con lo que cabe esperar de la colisión de dos planetas gigantes parecidos a Neptuno o a Urano.

 

Unos tres años más tarde del aumento de brillo de ese sistema solar en la banda infrarroja, la nube de escombros resultante del impacto se desplazó por delante de la estrella (desde nuestra perspectiva visual), y eso fue lo que provocó esa disminución de su brillo en la banda de la luz visible.

 

Recreación artística del enorme cuerpo planetario brillante producido por una colisión planetaria. En primer plano, fragmentos de hielo y roca salen despedidos de la colisión y más tarde se interpondrán entre la Tierra y la estrella anfitriona que se ve al fondo de la imagen. (Ilustración: Mark Garlick)

 

Se espera que en los próximos años la nube de polvo comience a dispersarse a lo largo de la órbita del remanente de la colisión, y podría detectarse una reveladora dispersión de luz de esta nube con el telescopio espacial James Webb, de la NASA, la ESA (Agencia Espacial Europea) y la CSA (Agencia Espacial Canadiense) y probablemente también con algunos otros telescopios lo bastante sensibles.

 

Y en un futuro distante, tal como aventura Zoe Leinhardt, de la Universidad de Bristol y coautora del estudio, la masa de material alrededor del remanente podría condensarse para formar un séquito de lunas que orbitarán alrededor de este nuevo planeta formado a partir de los dos previos.

 

El estudio se titula “A planetary collision afterglow and transit of the resultant debris cloud”. Y se ha publicado en la revista académica Nature. (Fuente: NCYT de Amazings)

 

 

Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com

Publicado el: 2023-10-13 08:15:28
En la sección: Ciencia Amazings® / NCYT®

Publicado en Ciencia