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Los machos de algunas especies de avispas ahuyentan a los depredadores gracias a sus espinas genitales | Actualidad

Los machos de algunas especies de avispas ahuyentan a los depredadores gracias a sus espinas genitales | Actualidad

Un estudio reciente ha demostrado que los machos de una especie de avispa utilizan sus genitales como defensa contra los depredadores. De forma parecida a lo que hacen las hembras con sus aguijones, pican a los posibles atacantes con espinas que flanquean a sus órganos reproductores.

Mientras estudiaba el ciclo biológico de una especie de avispa alfarera, Anterhynchium gibbifrons, la investigadora Misaki Tsujii, de la Universidad de Kobe, sintió un «dolor punzante» al manipular un ejemplar macho. Al principio pensó que se trataba de una picadura, algo sorprendente, ya que la mayoría de los machos del orden Himenópteros, al que pertenecen las avispas, no tienen aguijón. Pero al examinar con más detalle el ejemplar en cuestión, se dio cuenta de que lo más seguro era que el insecto le picara con dos protuberancias afiladas, situadas una a cada lado de los genitales. Más que ayudar en el apareamiento, estas espinas parecen servir para picar a los depredadores.

Este hallazgo pone de manifiesto «la importancia de los genitales de los machos como defensa contra los depredadores». Además, nos ayuda a «comprender el papel ecológico de los genitales de los machos en el mundo animal», señala el ecólogo Shinji Sugiura, de la Universidad de Kobe y principal autor del estudio publicado en Current Biology.

Para confirmar que la pseudopicadura era una maniobra de defensa,  los investigadores colocaron avispas hembra, machos intactos y machos a los que les habían extirpado los genitales en tanques en los que había ranas arbóreas y otras que viven en estanques, todas ellas conocidas por comer avispas. Las procedentes de estanques se comieron todas las avispas que encontraron, pero el 35 por ciento de las avispas macho cuyos genitales estaban intactos pudieron liberarse gracias a sus pseudoaguijones. Las ranas acabaron escupiéndolos. El ochenta y siente por ciento de las avispas hembra también escaparon de las ranas arbóreas.

Otros factores importantes

Justin Schmidt, entomólogo del Instituto de Biología del Sudoeste y autor del libro The sting of the wild, cree que es posible que esos pseudoaguijones influyeran en los resultados del estudio, pero que el tamaño relativamente pequeño de las ranas respecto al de las avispas, y la diferencia de tamaño entre las avispas macho y las hembras también desempeñaron un importante papel. A Schmidt, que no participó en el estudio, no le sorprende que las avispas a quienes les extirparon los genitales fueran menos efectivas a la hora de luchar contra las ranas. Le gustaría que se replicase el experimento con avispas a las que solo les extirpasen las espinas. Añade que el hecho de quedarse sin genitales pudo ser muy «traumático» para ellas.

Es muy posible que las avispas machos obtuvieran una ventaja evolutiva al actuar como hembras, cuyos aguijones inyectan veneno y provocan daños serios. Para asustar a un depredador y que este llegue a escupirlas, la avispa macho no necesita «dañarlo de verdad», señala Schmidt. «Le basta con hacerle creer que lo va a picar.»

En su estudio, los autores señalan que se conocen muy pocos animales que utilicen los genitales como mecanismo de defensa. Algunos esfíngidos (lepidópteros), usan de forma ocasional las escamas que cubren sus genitales para producir sonidos ultrasónicos con los que, al parecer, confunden a los murciélagos que los intentan cazar.

Grace van Deelen

Referencia: «Male wasp genitalia as an anti-predator defense»; Shinji Sugiura y Misaki Tsuji  en Current Biology, vol. 32, n.º 24, págs: R1336-R1337, 19 de diciembre de 2022.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.investigacionyciencia.es

Publicado el: 2022-12-22 19:00:00
En la sección: Investigación y Ciencia: Actualidad científica

Publicado en Ciencia