Un exempleado de la embajada británica en Berlín se enfrenta a la cárcel por espiar para Rusia

Un exfuncionario de seguridad de la embajada británica en Alemania espera sentencia tras declararse culpable de espiar para Rusia. David Ballantyne Smith, de 58 años, que comparece desde el lunes ante el tribunal londinense de Old Bailey, fue sorprendido pasando documentos sensibles a la embajada rusa en Berlín.

Se declaró culpable de ocho cargos, entre ellos el de violación de la Ley de Secretos Oficiales, pero justificó sus actos ante el juez diciendo que quería «dar una bofetada a la embajada» porque consideraba que no le estaba tratando bien. Se enfrenta a una pena de hasta 14 años de prisión.

David Smith fue descubierto por las autoridades británicas y alemanas tras enviar en 2020 una carta con los datos de contacto del personal de la embajada británica a un miembro del personal militar de la embajada rusa en Berlín. También se le acusa de haber grabado varios vídeos de lugares sensibles del edificio de la embajada, y los fiscales le acusan de haberle encontrado en posesión de 800 euros, cuyo origen no pudo explicar.

Se le tendió una trampa, con dos falsos agentes rusos, para pillarle ‘in fraganti’ y fue detenido en agosto de 2021. La fiscalía abogó por una dura condena, diciendo que David Smith, que estaba casado con una ucraniana que se mudó de vuelta al este de su país en 2018, «hizo comentarios antioccidentales y anti-OTAN a otros empleados y había declarado su apoyo» al presidente ruso Vladimir Putin.

Un Rottweiler con gorro ruso

Los investigadores habían encontrado recuerdos rusos en su piso, incluido un perro Rottweiler de peluche de tamaño natural que llevaba un sombrero militar ruso. También se encontró en su taquilla una caricatura de Vladimir Putin sujetando la cabeza de la excanciller alemana Angela Merkel.

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El acusado, que fue extraditado al Reino Unido el pasado mes de abril, declaró que quería «dar una lección a la embajada». «Ahora que he tenido un año y medio para mirar atrás, estoy asqueado de mí mismo y avergonzado de lo que he hecho», dijo. El jueves, el juez Mark Wall rebatió su argumento.

«He llegado a la conclusión de que la principal motivación del acusado para actuar como lo hizo fue que sentía antipatía hacia el Reino Unido, y que quería socavar los intereses de este país proporcionando información a un Estado que, entonces como ahora, se considera poco amistoso», dijo. También dijo que le «pagaban por traicionar», y estimó que David Smith había empezado a recopilar información en 2018 y 2019. Advirtió de que su condena tendrá en cuenta el hecho de que «estaba relacionado con alguien de la embajada rusa» y no solo el hecho de pasar información a Rusia en dos ocasiones.