Siempre se ha dicho que es uno de los clsicos ms difciles de llevar a la gran pantalla. Pero esta vez est resultando doloroso. El maestro y Margarita es una de las novelas rusas ms famosas del siglo XX y, de la mano del cineasta ruso-estadounidense Mijail Lockshin, ha regresado a los cines. Con gran escndalo entre la charanga patritica.
La pelcula, basada en la novela de Mijail Bulgakov, se estren en enero con muy buenas crticas entre los espectadores y excelentes resultados en taquilla. Pero estos das el director Lokshin est pasando por momentos difciles debido a las acusaciones de difundir «falsificaciones» sobre el ejrcito ruso y ser tachado de rusfobo. Quieren llevarlo a juicio y retirarle todas las subvenciones.
La trama se desarrolla en la dcada de 1930, cuando Mosc recibe la visita de Satn disfrazado. La historia, con gatos parlantes, burcratas pusilnimes y brujas, goza de una especial relevancia en la Rusia actual de represiones y patriotismo. La pelcula carga las tintas contra los agentes secretos de la temida NKVD y presenta como an ms repugnantes a las lites soviticas, cuya conformidad e hipocresa consintieron la dictadura estalinista igual que las criaturas del putinismo sostienen el actual rgimen.
Escocidos, los propagandistas buscaron publicaciones en las redes sociales de Lokshin en apoyo de Ucrania. Al parecer incluso se atrevi a abogar por posibles compensaciones y difundi investigaciones sobre Bucha. Con esta municin, lo sealan como un traidor a la patria y critican que se haya asignado dinero pblico para la pelcula a un director tan pacifista.
Uno a uno, los espadachines del relato oficial superponen su estupor ante una pelcula que en algunos casos admiten no haber visto. El periodista Andrei Medvdev calific de «masoquismo» que el Estado pague por las actividades de aquellos «que, por decirlo suavemente, no favorecen mucho al Estado». El propagandista estatal Tigran Keosayan ha abogado por presentar cargos penales contra Lockshin. Su proceso de cancelacin est en marcha.
La creciente represin en Rusia, donde se paga cara cualquier crtica sobre la guerra, est provocando un debate en el putinismo, que lamenta la dureza de algunas sanciones, pero quiere compensarlo castigando todava ms fuerte a otros o reprimiendo a ms. «Algunas personas reciben un par de aos de prisin por una frase en una red social, mientras que otras reciben un par de miles de millones del presupuesto estatal para rodar», lament la bloguera Elena Yakimchuk, especialmente indignada por la escena de la pelcula en la que aparece el skyline del Mosc estalinista en llamas: «Ese Mosc estalinista que derrot a todos los fascistas», lament.
Los activistas tambin pidieron investigar la posible recaudacin de dinero por parte de Lokshin para las Fuerzas Armadas de Ucrania. De momento slo tienen unos textos online de Lokshin hablando de apoyar a los directores ucranianos durante la guerra. En particular, a Babylon 13, una asociacin de realizadores de documentales de Ucrania formada durante las revueltas de Maidan.
Trofim Tatarenkov, locutor de la radio estatal rusa Sputnik —que admite que ni siquiera ha visto la pelcula de Lockshin— llam al cineasta «escoria» y record con nostalgia cmo los «enemigos del pueblo» fueron fusilados durante la era estalinista.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2024-02-01 19:07:55
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