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Cinco lecciones de la victoria de Trump en las primarias de Carolina del Sur

Actualizado

Donald Trump ha ganado sin problemas las primarias de Carolina del Sur, pero su rival por la nominación del Partido Republicano a la presidencia de EEUU, Nikki Haley, no se va. A pesar de que el ex presidente ha conseguido el 60% de los votos, en línea con la augurado por las encuestas, frente a solo el 40% de su rival, el persistentemente alto grado de apoyo de Haley supone una advertencia para Trump, ya que indica que una parte de los votantes del Partido Republicano sigue sin apoyarle.

Trump va camino de ser candidato oficioso dentro de diez días

El 5 de marzo es el Supermartes, con 15 estados celebrando las primarias republicanas. Con las nuevas normas del partido, impuestas por el equipo de Trump para evitar unas primarias eternas, el ex presidente va a obtener los 1.215 delegados necesarios para tener la nominación asegurada en la Convención de su partido.

Trump gana sin salir del autobús

En las últimas tres semanas, el ex presidente solo ha realizado tres actos públicos en Carolina del Sur (cuatro si se suma un acto con donantes que estaba cerrado al público). Y aun así ha ganado por el 60% del voto a una ex gobernadora de ese estado, nacida y criada en él. No hay nada que añadir a semejante exhibición de fuerza.

Haley no es una amenaza para Trump en las primarias, pero sí en noviembre

La ex gobernadora de Carolina del Sur solo ha conseguido un 40% del voto en su estado natal. El problema para Trump es que eso le da alas a Haley para, al menos, seguir hasta el Supermartes. Hay otro problema: la mitad de los votantes de Haley dicen que no votarán a Trump en las generales.

Eso es una amenaza para el presidente. Es más, si Trump fuera declarado culpable en alguno de los cuatro casos penales que tiene pendientes, habría una desbandada mayor de sus votantes. El ex presidente tiene totalmente en la mano al público ‘MAGA’, como se conoce en EEUU a sus seguidores, por el eslogan de su campaña de 2016, «Volver a Hacer Grande a EEUU Otra Vez». Pero si el 20% de los republicanos (o sea, la mitad de los que votaron por Haley) dice que no le van a votar, tiene un problema. Le ayuda, eso sí, la catastrófica imagen que su rival, Joe Biden, proyecta.

Haley y Trump están en guerra abierta

Haley sabe que no tiene ninguna posibilidad y que su carrera política está, casi con total certeza, tan liquidada como la de Liz Cheney, otra republicana de toda la vida que cometió la temeridad de oponerse a Trump. Ahora bien, el hecho de no tener nada que perder la está revelando como mucho más peligrosa. Anoche lanzó un «esto no es una elección al estilo soviético, con un solo candidato», en referencia a Trump. Hace una semana tiró una carga de profundidad: si no gana las primarias (que no las va a ganar), tal vez no apoye a Donald Trump. No lo dijo claramente, pero sí de manera indirecta: «El próximo presidente de Estados Unidos será una mujer». Eso da dos nombres: Kamala Harris o ella.

Haley ha prometido por activa y por pasiva – incluso firmando un documento que le presentó el Comité Nacional Republicano – que va a apoyar al ganador de las primarias, o sea, a Trump. Pero, si no lo hiciera, todas las opciones estarían abiertas, incluyendo una candidatura independiente o dentro del grupo No Labels, una extraña ‘cosa’ que empezó como lobby en favor del diálogo político en un país con una retórica guerracivilista y que ahora quiere transformarse en partido si es que encuentra a alguien que quiera ser candidato. Hasta ahora, se había considerado a No Labels como un peligro potencial para Biden pero, si quien se presenta es Haley, lo sería para Trump.

Incluso en la era de internet, la política ‘puerta a puerta’ importa

Haley se ha puesto a hacer campaña en Carolina del Sur después de haberse olvidado del estado del que fue gobernadora hasta hace siete años, cuando Trump la llamó para ser embajadora en la ONU. Y ahora sus paisanos le han cobrado un precio muy duro por haberles ignorado. La ONU o Washington están muy bien pero, al final, como decía el histórico líder demócrata de la Cámara de Representantes de los ochenta, Tip O’Neil, «la política siempre es local».

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2024-02-25 03:30:38
En la sección: Internacional // elmundo

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