El desastre del puente de Baltimore pone de manifiesto el mal estado de las infraestructuras en EEUU | elmundo.es

Dos minutos y 46 segundos. se fue el tiempo que transcurri desde que el prctico del puerto de Baltimore llam a las autoridades portuarias informndoles de que el portacontendores Dali se haba quedado sin electricidad hasta que los dos retenes que guardaban las dos entradas del puente Francis Scott Key lo cerraron al trfico rodado. Fue una accin increblemente rpida en la que los reflejos del prctico salvaron, probablemente, muchas vidas, ya que us su telfono mvil puesto que toda la instalacin elctrica del barco haba dejado de funcionar, y eso significa que las radio tampoco estaban operativas.

La rapidez del prctico, cuyo nombre no ha sido divulgado, evit una tragedia mayor. Los dos muertos y cuatro desaparecidos -a los que se da tambin por fallecidos- podran haber sido muchos ms si el puente hubiera permanecido abierto al trfico. De haberse producido el accidente de da, las vctimas mortales se hubieran contado por centenares o miles.

La rapidez en la respuesta al siniestro no va a evitar ahora un proceso largo y engorroso para que el Dali vuelva a navegar, el puente sea construido de nuevo y las aseguradoras se hagan cargo de los gastos. Slo desmontar el puente exigir siete gigantescas gras flotantes, 10 remolcadores, nueve gabarras, ocho barcos, y cinco naves del servicio de guardacostas. An ms compleja va a ser la cuestin legal, que se prolongar con toda seguridad durante aos, ya que la legislacin estadounidense limita sus pagos en estos siniestros y, en todo caso, primero hay que identificar una persona o entidad responsable.

A nivel estructural, el accidente ha puesto de manifiesto que Estados Unidos es la primera potencia mundial pero tiene unas infraestructuras propias de pas en vas de desarrollo. Aunque el puente Francis Scott Key haba cumplido 37 aos precisamente tres das antes de que el Dali lo echara abajo, careca de lo que los expertos consideran medidas de proteccin bsicas en una construccin que atraviesa una zona de enorme trfico martimo. Esa ausencia de preparacin es normal en muchos puentes de EEUU, y es un reflejo del espantoso estado de las obras pblicas en ese pas.

En 2021, Estados Unidos gast en infraestructuras el 0,5% de su PIB. Eso significa un 89% menos que China, o entre la mitad y un tercio que otros pases con un similar grado de desarrollo, como Alemania, Francia, Reino Unido y Corea del Sur. Invertir ms en ese captulo fue una de las prioridades de Obama, pero sus planes nunca pasaron de ser un conjunto de buenas palabras. Donald Trump hizo lo mismo, pero lo ms que lleg a lograr fue crear una serie de conferencias en la ciudad de Washington tituladas Semana de las Infraestructuras que acabaron por convertirse en motivo de chiste. Slo Joe Biden ha logrado tres paquetes histricos para ese captulo, pero sus efectos tardarn dcadas en notarse. As es cmo por ejemplo el Key Bridge -uno de los puentes seeros de Washington sobre el ro Potomac- fue cerrado al trfico en 2016 porque no era seguro para el trfico rodado.

Las infraestructuras estn, tambin, politizadas. Con los republicanos oponindose a ellas porque las consideran «despilfarro», en especial cuando promueven el transporte pblico, que para algunos miembros de ese partido es una prctica «colectivista» y «socialista». As, cuando Chris Christie logr el cargo de gobernador de New Jersey,. Cancel la construccin de un puente para unir es estado con la vecina isla de Manhattan, en Nueva York, que tiene el mismo nmero de puentes y tneles conectndola con el exterior del mundo desde hace 53 aos.

Y, aparte de la reconstruccin del puente, ha entrado en accin otro elemento: las teoras conspiratorias. Un vdeo en el que se afirma que el Dali -llamado as en homenaje a Salvador Dal– cambia de rumbo antes de colisionar con el puente, por ejemplo, se ha hecho viral en X (la antigua Twitter), repitiendo siempre exactamente la misma frase. El vdeo, paradjicamente, fue creado por el analista militar indio Abhijit Iyer-Mitra y retomado luego por cuentas de ese pas y de todo el mundo.

Iyer-Mitra dio marcha atrs en su afirmacin a las dos horas de colgar su primer tuit. Pero ya era tarde. A los conspiranoicos se sumaron los bots. Segn el software de lucha contra la desinformacin online Cyabra, citada por el analista militar estadounidense Ryan McBeth, el 20% de las reproducciones de esa teora procedan de cuentas que usaban Inteligencia Artificial (IA).

Otros han sido menos sutiles. se es el caso de los mensajes en redes sociales que echan la culpa del accidente… a las minoras raciales. No lo dicen con esas palabras, sino que atribuyen la catstrofe al DEI, que son las siglas en ingls de Diversidad, Equidad e Inclusin, el nuevo acrnimo empleado por empresas y Administraciones estadounidenses para dar entrada en ellas a las minoras raciales.

As lo ha expresado incluso un miembros del Congreso del estado de Utah, Phil Lyman, que hbilmente ha seleccionado como blanco de sus crticas a la nica mujer negra del consejo de administracin del puerto de Baltimore, Karentha Barber.

Como Lyman se entere de que el Dali tomaba su nombre de un pintor espaol -un pas al que muchos estadounidenses sitan en algn lugar impreciso entre Mxico y Argentina- y que su armador es de Singapur -o sea, muy probablemente chino y, si no, indio-, no tendr la menor duda de que la culpa de la catstrofe no fue un fallo elctrico, sino racial.