Su popularidad se desploma mientras inicia una purga para limpiar su imagen
Quin. El banquero viene de una de las dinastas polticas del pas asitico y hace un par de aos asumi el poder gracias a la faccin con ms peso del Partido Liberal Democrtico. Qu. Pasa a la historia por romper la poltica pacifista, y estrechar lazos con Occidente, pero el xito en el exterior se contrapone a las turbulencias internas. Cundo. Recientemente, un escndalo de fondos pblicos en su formacin le conduce al abismo.
Hay lderes mundiales que cuentan con mejor prensa fuera de sus casas que dentro de ellas. Mandamases con un alto perfil internacional, que se mueven bien por el tablero geopoltico global, pero cuya popularidad interna est por los suelos. No hablamos de Pedro Snchez. El protagonista de estas lneas es un japons que ha logrado relanzar a su pas como una influyente potencia mundial, pero que est arrinconado por la corrupcin, mala gestin econmica e inestabilidad poltica.
El banquero Fumio Kishida (66 aos) ya ha pasado a la historia en su pas por aprobar un rearme histrico que rompa con la tradicional poltica pacifista de Japn heredada de la posguerra. Ha estrechado lazos con las democracias liberales de Occidente, se ha sumado a las sanciones contra Rusia, ha hecho las paces con la vecina Corea del Sur y ha plantado cara a la asertividad creciente de China. Incluso hace unos meses, durante un acto electoral, fue vctima de un intento fallido de atentado con una bomba casera que llevaba tuercas adheridas en su interior a modo metralla.
Por todo ello, sumando la foto de la simblica cumbre de lderes del G-7 celebrada en Hiroshima con Kishida como anfitrin, el japons se gan muchas simpatas mientras capeaba con cierta solvencia las turbulencias internas. Pero la galopante inflacin acab desgarrando muchos bolsillos y la explosin de un escndalo de fondos pblicos dentro del partido gobernante est empujado al primer ministro hacia el abismo.
El Partido Liberal Democrtico (PLD), saciado de poder tras gobernar casi siempre en Japn desde el fin de la Segunda Guerra Mundial -con la excepcin de un lapso de tres aos y 10 meses en dos ciclos electorales-, se derrumba por la avaricia y las divisiones entre las facciones que controlan una formacin poltica que funciona internamente como una coalicin de partidos enfrentados dentro de unas mismas siglas.
Kishida, que viene de una de las muchas dinastas polticas de Japn (hijo de un alto funcionario y nieto de un millonario parlamentario), lleg al poder hace un par de aos gracias al apoyo de la faccin con ms peso del partido, la que tradicionalmente fue dirigida por el difunto ex primer ministro Shinzo Abe. Ha sido dentro de este grupo donde ha saltado una trama de financiacin poltica irregular de ms de 500 millones de yenes (alrededor de tres millones de euros) de la que se habran beneficiado varios peces gordos del PLD.
La semana pasada, en un intento por salvar su mandato, Kishida se carg a cuatro influyentes miembros del gabinete e hizo limpieza de altos funcionarios y asesores. La purga contina estos das y se est cebando especialmente con la faccin de Abe, lo que supone un arma de doble filo para el lder porque este poderoso grupo podra desestabilizar al Ejecutivo hasta el punto de tumbar al primer ministro, forzando su dimisin a pesar de tener mandato hasta 2025. En Tokio, algunos analistas ya perfilan para principios del ao que viene un escenario donde Kishida se puede quedar fuera.
Segn las ltimas encuestas publicadas por los medios japoneses, la tasa de aprobacin pblica del gabinete de Kishida se desplom a 17,1%, la ms baja en ms de una dcada. Malos tiempos para el lder conservador que pasar la Navidad viendo cmo los fiscales interrogan a los parlamentarios del PLD y registran las oficinas del partido.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2023-12-20 19:04:24
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