La sexagenaria ex terrorista en clandestinidad que se esconda a la vista de todos | elmundo.es

Si hay parejas que engaan durante aos sin que el respectivo se entere, tramas de corrupcin que no ven la luz, vidas enteras ocultas en un armario y dobles vidas en las profundidades de internet, imagnense lo fcil que es para una ex terrorista hacerse con una identidad falsa y pasar desapercibida en una gran ciudad. Hace unos das, la polica alemana detuvo en Berln a Daniela Klette, ex dirigente de la Faccin del Ejrcito Rojo (RAF) y una de las mujeres ms buscadas de Europa. Llevaba en la ciudad el tiempo que la han estado buscando, 30 aos, oculta, como se dice en las pelculas de ladrones, en el mejor escondite posible, a la vista de todos.

A Klette le fue bastante bien en una vida en clandestinidad que no era tal. Viva en un barrio burgus, paseaba con su perro por las calles, compraba flores, iba a yoga, daba clases a nios atrasados en matemticas y hasta tena cuenta en Facebook. Durante aos, comparti fotos de paseos junto al lago o el mar. En una se la ve bailando con unas nias y vistiendo el polo amarillo de una asociacin brasilea a la que perteneci durante aos. A travs de talleres y eventos de msica y danza como la famosa capoeira, la asociacin combate el racismo y educa sobre historia de la esclavitud en Brasil. El objetivo es «hacer algo en favor de los marginados y las personas excluidas», segn el sitio web.

Klette slo sala de esa normalidad fabricada cuando se vea en apuros. La Fiscala de Verden les acusa a ella y a otros ex miembros de la RAF an en busca y captura –Ernst-Volker Staub y Burkhard Garweg– de seis robos a bancos y gasolineras e intento de asesinato. El tro, siempre se sospech, actuaba cuando necesitaba dinero para vivir.

En 2019, la polica public un aviso de bsqueda de los tres individuos con el texto: «Estos tambin podran ser tus vecinos!». Y as ocurri en el caso de esta mujer, hasta que los gendarmes llamaron al timbre de su vivienda en el barrio berlins de Kreuzberg el pasado da 26 de febrero.

Los investigadores guardan silencio sobre qu les llev a Klette, pero en noviembre, en el podcast Legion de la televisin pblica ARD, se habl de una pista caliente en el club de capoeira. Al parecer, el club contact con un periodista del portal de investigacin Bellingcat para pedirle que introdujera en un software de reconocimiento facial las fotos de Klette treintaera, las nicas conocidas, para compararlas con las que ellos tenan de una socia de 65 aos. El resultado fue un nombre: Claudia Ivone. Esa era la identidad que figuraba en el pasaporte italiano que la seora del quinto entreg a los policas que le pidieron su documentacin.

La estupefaccin de los vecinos fue mayscula: «En mi edificio? Una ex terrorista?». Son muchos a los que en el barrio el rostro de Klette les resulta familiar. «S, la he visto», afirm el empleado de una librera. En la tienda de alimentos ecolgicos cercana a su casa tambin la reconocieron. «Entraba aqu de vez en cuando». Lo mismo en la floristera: «Nunca compraba mucho, pero siempre miraba el escaparate cuando sacaba el perro».

Tras su detencin, Kette dijo que siempre fue consciente de que todo acabara en algn momento. Lo que nunca se les pas a los vecinos por la cabeza era que esa mujer amable y aspecto inofensivo guardaba en su piso varias armas de fuego, incluidos una ametralladora y un fusil Kalashnikov, cargadores de pistola, municin y hasta una granada.