Mientras no haya un presidente en el Legislativo, la primera potencia mundial est, literalmente, en el limbo al no poder constituirse el hemiciclo
Estados Unidos sigue sin tener Legislativo. Eso es as porque, hasta que no se vote el presidente (llamado en ingls speaker) de la Cmara de Representantes, los congresistas electos no pueden tomar posesin del cargo. Ni tan siquiera los asesores de los representantes cobran mientras no se haya constituido el Congreso. As que la primera potencia mundial est, literalmente, en el limbo. Tiene Poder Ejecutivo (presidencia) y Poder Judicial. Pero no tiene Poder Legislativo, se que se encarga nada menos que de hacer las leyes. Y no lo tendr hasta que un grupo de congresistas ultraconservadores republicanos voten por Kevin McCarthy, el candidato al cargo de ese partido.
Son congresistas que se oponen a la ayuda militar a Ucrania, a la introduccin de mnimas limitaciones en la tenencia de armas de fuego, y que exigen el refuerzo de la lucha contra la inmigracin ilegal, el desmantelamiento de parte de la legislacin de proteccin del medio ambiente, y la reduccin del tamao del Estado del Bienestar de Estados Unidos. Para ello, exigen que el futuro presidente de la Cmara tenga pocas atribuciones, y sea fcil echarlo. Tambin reclaman que los temas se debatan uno a uno, y no en las llamadas leyes mnibus, en las que cabe desde la ayuda a Ucrania hasta el Presupuesto del Departamento de Defensa, la regulacin del precio de los medicamentos o los tipos de armas de fuego que se pueden poner a la venta. Para ellos, eso es democracia. Para sus rivales, una manera de eternizar los debates que har imposible legislar.
Siempre han estado ah, congregados en el llamado caucus de la Libertad (un caucus es como un club poltico, cuya influencia se mide ms por su capacidad de ejercer influencia que por acciones formales), que naci con la revolucin del Tea Party tras la victoria de Barack Obama en 2008. Y siempre han estado votando contra sus correligionarios republicanos, o hacindolo a favor, pero a regaadientes.
La gran diferencia es que la mayora republicana en la Cmara de Representantes es tan exigua esta vez que ese grupo tiene una minora de bloqueo suficiente para dejar a McCarthy a las puertas de la tierra prometida -el silln de speaker– pero no dentro de ella. Y, tras cinco votaciones -tres el martes; dos este mircoles- el lder republicano no ha aceptado estoicamente su destino, sino que ha quedado, ms bien, derrotado y desquiciado, acusando a sus rivales de poner sus intereses personales por encima de los del partido y la nacin, y con uno de los revoltosos -el siempre provocador Matt Gaetz, de Florida- acusando formalmente ante las autoridades del Congreso al candidato de ser un okupa por haber trasladado sus enseres personales a primera hora de maana a la oficina que ocupa el presidente de la Cmara.
El debate acerca de si Kevin McCarthy piensa que el Capitolio es Barcelona y, por tanto, un lugar proclive a la okupacin de locales -en este caso, de despachos- revela el grado de enfrentamiento personal entre los dos bandos. Gaetz, que en s mismo es un personaje atrabiliario, con un historial de investigaciones sobre presunto uso de prostitucion con menores de edad, dirigi su reclamo nada menos que al jefe del equipo de arquitectos del Capitolio, que es el edificio en el que se encuentra la Cmara de Representantes, para inquirir por «la base legal, el reglamento de la Cmara, o el precedente que permite que una persona que ha quedado en segunda posicin en tres votaciones consecutivas para la eleccin del presidente ocupe la Oficina del Presidente de la Cmara», y «cunto tiempo permanecer en ella antes de ser considerado un ocupante ilegal».
Lo cierto, sin embargo, es que tras perder cinco votaciones consecutivas, y sin ser capaz de recortar su desventaja, el tiempo de McCarthy se agota. Ni siquiera el inesperado apoyo a su candidatura del ex presidente, Donald Trump, ha cambiado las cosas. En un mensaje en su red social Truth Social, Trump lanz poco antes de la cuarta votacin una arenga a su partido: «Republicanos, no dejis que un gran triunfo se convierta en una derrota gigante y embarazosa«, proclam. «Es momento de celebracin. Kevin McCarthy har un buen trabajo, tal vez incluso un gran trabajo, estad atentos!», dice Trump.
Trump es hoy un lder importante, pero que ya no tiene el peso poltico que mantuvo hasta hace unos meses. Su respaldo a McCarthy no movi ni un voto. As que es posible que el Partido Republicano trate en los prximos das de forjar un nuevo candidato, si es que eso es posible.
La incapacidad republicana para lograr ponerse de acuerdo en el nombramiento del presidente de la Cmara de Representantes, que es algo que no suceda desde haca 100 aos, deja en una mala posicin a ese partido. Los republicanos han demostrado en las elecciones de 2018, 2020, y 2022 que tienen grandes dificultades para ganar. Ahora, estn dejando claro que, cuando ganan, tienen enormes dificultades para ejercer las tareas ms bsicas de una accin de gobierno. Aunque en poltica todo puede cambiar en cuestin de horas, no es un buen augurio para el partido. Y menos an porque esta vez no hay un Donald Trump al que se le pueda echar la culpa. El Partido Republicano ha hecho del obstruccionismo, de las minoras de bloqueo, y de la rigidez ideolgica su sea de identidad poltica. Esta vez, es el ala ms dura del Partido -el caucus de la Libertad- la que lo est empleando contra el resto.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2023-01-04 16:19:03
En la sección: Internacional // elmundo