Muere en el exilio el intelectual cubano Carlos Alberto Montaner | elmundo.es

Como l mismo escribi, a travs de sus trabajos periodsticos, tuvo el «privilegio de dar la batalla por y de la libertad»

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«Hice lo que pude», parafrase Carlos Alberto Montaner a Julin Maras para despedirse en mayo pasado de sus lectores. El intelectual cubano, periodista y escritor, indesmayable en su lucha contra dictaduras, autocracias y populismos de las Amricas, incluido Donald Trump, muri ayer en Madrid casi dos meses despus sin cumplir su gran sueo: el triunfo de la libertad en su pas.

A 7.000 kilmetros de su isla, a la que nunca volvi desde que pudo escapar de las garras de la revolucin, pero a la que «viaj» todos los das desde el periodismo y la literatura. Viaje al corazn de Cuba forma parte de la pequea biblioteca imprescindible para conocer al pas caribeo ms all del ron, los puros habanos de Fidel y las camisetas del Che Guevara.

Sin rendirse, pero doblegado por la naturaleza, Montaner anunci su jubilacin a los 80 aos perseguido por una parlisis supranuclear progresiva, «una enfermedad rara del cerebro», neurodegenerativa, diagnosticada en el Hospital Gregorio Maran. La familia (su esposa Linda, sus hijos Gina y Carlos y sus nietas Paola, Gabriela y Claudia) agradeci en un comunicado a los profesionales de la sanidad pblica espaola, a la Asociacin Derecho a Morir Dignamente y a familiares y amigos tras «una prolfica vida marcada por la defensa de las libertades individuales».

Montaner tuvo el «privilegio de dar la batalla por y de la libertad«, como l mismo escribi, a travs de sus trabajos periodsticos, buena parte de ellos contra la dictadura castrista, que va camino de los 64 aos. Acusado de ser un mercenario de la CIA, «gusano», lanzabombas contrarrevolucionario y dems inventos impuestos por el aparato de propaganda de los Castro con la complicidad de sus aliados para estigmatizarle, eligi vivir entre Miami y Madrid para seguir dando la batalla con sus escritos. No conocemos cules son los atributos de los agentes de la famosa agencia, pero si en algo destacaba Montaner era por su prudencia, que slo rompa con ese sentido del humor, tan torrencial, que tienen los habaneros.

La realidad es que lo que pudo Montaner fue mucho, muchsimo. Una vasta obra periodstica, compuesta por miles de artculos y una treintena de libros, incluido el ltimo, la autobiografa Sin ir ms lejos, al margen de su paso por la Internacional Liberal, en la que fungi como vicepresidente durante 20 aos. Una ventana poltica que mantuvo abierta desde que descrey de la revolucin, que slo apoy en la euforia inicial. Tras ser encarcelado con 17 aos y condenado a 20, logr escapar a la Embajada de Honduras y desde all trasladarse a EEUU para comenzar su vida de exilio en 1960.

Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano, junto a Plinio Apuleyo y lvaro Vargas Llosa; Perromundo y La ltima batalla de la Guerra Fra son algunas de sus obras ms citadas.

«Uno de los cubanos ms lcidos, profundos y comprometidos con la libertad», resumi el dramaturgo Yunior Garca Aguilera, tambin exiliado en Madrid, para dar fe de la enorme dimensin de un personaje que La Habana no dud en «perseguir» durante su exilio, como ya hizo con Guillermo Cabrera Infante o Reinaldo Arenas. El duelo epistolar con Silvio Rodrguez, resuelto por goleada a su favor, marc otro de los hitos en la disidencia cubana.