Nikki Haley sube el tono de sus crticas a Trump en un intento desesperado de mantenerse en carrera | elmundo.es

«Esto ha sido siempre una maratn, nunca ha sido un sprint». A Nikki Haley solo le falt recurrir al tpico «vamos a ir partido a partido» este martes en New Hampshire para indicar que, pese a que parece probable que pierda por 10 puntos -o ms- frente a Donald Trump en las primarias que se celebran en el estado, ella no va a hacer como el otro gran rival del ex presidente, Ron DeSantis, que abandon la carrera hacia la Casa Blanca el domingo.

Haley sabe que la nica duda en estos comicios es la magnitud de su derrota. Todo lo que sea perder por menos de 10 puntos frente a Trump ser considerado un xito, no tanto porque le de alguna posibilidad de ganar las primarias, sino porque le permitir tomar oxgeno electoral y financiero -y eso es ms importante- para aguantar al menos un mes ms.

El equipo de Haley coincide en que aunque los dos candidatos de relevancia que se han retirado, Vivek Ramaswamy y Ron DeSantis, han apoyado a Trump, lo que en teora da ms votos al ex presidente, tambin le da a ella ms libertad de accin. Las primarias estn divididas entre Trump y su ncleo duro MAGA (las siglas en ingls de ‘Hacer Grande a Estados Unidos Otra Vez’) y Haley.

Y eso permiti a la ex gobernadora el domingo criticar abiertamente a Trump, por primera vez desde que lanz su campaa, el Da de San Valentn del ao pasado. Empez criticando la posible prdida de facultades cognitivas del ex presidente, que en la ltima semana ha tenido una serie de despistes y equivocaciones que rivalizan con las de su rival, el presidente Joe Biden, de quien la mayora de los estadounidenses piensa que es demasiado anciano para el cargo.

«Si tienes a una persona de 80 aos en un cargo pblico, su estabilidad mental va a continuar declinando. Es la naturaleza humana», dijo Haley, que cumpli 52 aos el sbado. Pona as al mismo nivel a Biden, de 80 aos, y a Trump, de 77. Pero, por si quedaba alguna duda acerca de a quien se estaba refiriendo, la candidata lo aclar rpidamente: «No est al mismo nivel que en 2016. Creo que estamos viendo un cierto declive», aadi, en el clsico ataque que molesta profundamente al ex presidente que, en general, tiene la piel muy fina a la hora de tolerar las crticas.

Haley hizo esas declaraciones en el programa poltico por excelencia, Meet the Press, de la cadena de televisin NBC, cuya audiencia est compuesta a partes iguales de periodistas y polticos. Pero poco despus las llev a un pblico ms general al repetirlas en un mitin. Ah, la candidata fue a hacer sangre, al repetir algunas de las meteduras de pata ms gloriosas de Trump en los ltimos meses y, sobre todo, en los ltimos das.

Trump ha dicho que Joe Biden iniciar la Segunda Guerra Mundial (querra decir «la Tercera Guerra Mundial»), ha confundido al actual presidente con Barack Obama, a Barack Obama con Hillary Clinton, y a Hungra con Turqua. Y el viernes pasado, en el error que provoc los ataques de Haley, confundi cuatro veces en tres minutos a su rival con la ex presidenta de la Cmara de Representantes, Nancy Pelosi.

Hasta ahora, durante los 11 meses y medio de campaa, Haley haba evitado exquisitamente meterse con Trump, a pesar de que ste la ha puesto de vuelta y media, rindose de su nombre indio (Nimarata), e inventndose la misma teora conspiratoria empleada por los republicanos para tratar de deslegitimar la presidencia de Obama, es decir, que no puede ser elegida presidente.

Esos ataques racistas sientan bien en un Partido Republicano en el que aproximadamente el 50% de los votantes coincide con Trump en que «los inmigrantes estn envenenando la sangre de nuestra nacin». Pero tambin liberan a Haley de la necesidad de tener que estar continuamente sometindose al ala ultraderechista de la formacin. Su electorado, as, es mucho ms claro: republicanos menos escorados a la derecha y centristas.

El problema es que eso le puede servir para reducir distancias. Pero no para ganar. Y lo de reducir distancias es, incluso, un concepto de una validez cuestionable. Haley perdi frente a Trump en Iowa por 32 puntos el lunes de la semana pasada, as que cualquier resultado va a ser mejor que se.

La ex gobernadora de Carolina del Sur y ex embajadora con Trump en la Casa Blanca dice que va a seguir, al menos, hasta que se celebren las primarias republicanas en ese estado, el 24 de febrero. Su gran problema es que se es su estado, en el que ella naci y forj su carrera poltica. Y all, de nuevo, todo indica que Trump va a ganar. A continuacin, presumiblemente, Haley se retirar, y el 5 de marzo el ex presidente lograr el nmero de delegados necesario para conseguir la nominacin republicana en la Convencin que se celebrar en Milwaukee, la capital de Wisconsin, uno de los estados que decidirn quin vivir en la Casa Blanca a partir del 20 de enero prximo.

En la poltica estadounidense, que un candidato no gane en su propio estado es prcticamente letal. Por eso, todo indica que Haley va a morir polticamente donde naci: en la surea, evanglica y conservadora Carolina del Sur. Si fuera un pez -un salmn o una anguila, por ejemplo, que buscan el sitio en el que nacieron para reproducirse y morir a continuacin morir- sera hasta romntico. Pero Haley no tiene escamas y puede controlar su temperatura, as que ese es un magro consuelo. Encima, no deja herederos polticos. Su desaparicin de la escena poltica simplemente ser el acta de defuncin del Partido Republicano y su reemplazo por el partido de Trump, cuya nica ideologa es la obediencia al lder supremo.