Un cese el fuego con ms interrogantes que certezas en Colombia | elmundo.es

El presidente Gustavo Petro decreta por sorpresa una tregua de seis meses con los grupos guerrilleros. Pero el papel del ejrcito no est claro

• Testigo Directo Un pueblo preso por la amenaza de la guerrilla en Colombia: «El nico objetivo es salir vivos»

El cese al fuego bilateral de seis meses, que decret por sorpresa Gustavo Petro en la noche del 31 de diciembre, y que rige desde el primer da de este 2023, deja ms interrogantes que certezas. Ni siquiera est claro el papel que jugar el Ejrcito a partir de ahora.

En principio, sern cinco los grandes grupos criminales que supuestamente cumplirn la orden presidencial. Todos estn dedicados por completo a un amplio abanico de graves delitos, a pesar de lo cual siguen empeados en revestir sus atrocidades de nobles causas polticas.

Tres son guerrillas: el ELN y las dos disidencias de las FARC -Nueva Marquetalia y Estado Mayor Central. Y dos hincan sus races en los viejos paramilitares: las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada.

El breve comunicado oficial se limit a difundir la decisin de «suspender acciones ofensivas y evitar incidentes armados entre la Fuerza Pblica y las organizaciones al margen de la ley mencionadas», sin ofrecer mayores detalles. Tan solo agreg que el Ejecutivo dar a conocer en los prximos das la manera de poner en marcha la medida con cada organizacin ilegal.

Pero dado que entr en vigor tan solo unas horas despus de hacerlo pblico, enseguida surgieron innumerables preguntas.

Cmo financiarn a la tropa si abandonan la delincuencia? Dejarn de matarse entre todos ellos en su afn de apoderarse de las principales rutas del narcotrfico? Abandonarn la minera ilegal de oro y el negocio de las drogas? Rompern sus nexos con los crteles mejicanos? No cobrarn «vacunas» (impuesto extorsivo) a comerciantes, transportadores, ganaderos? No volvern a secuestrar? No asesinarn a quienes no sigan sus directrices? Renunciarn al reclutamiento de menores de edad? Cundo podr intervenir el Ejrcito?

A pesar de las innumerables lagunas por cubrir, la iniciativa de Petro, que rechaza el opositor Centro Democrtico, ya cuenta con el firme apoyo de la Iglesia Catlica, la ONU, la OEA (Organizacin de Estados Americanos) y la Defensora del Pueblo, que sern los responsables de la verificacin de esa suerte de acuerdo.

«Naciones Unidas apoya todos los esfuerzos orientados a reducir la violencia en los territorios, a proteger a las comunidades afectadas por el conflicto y a construir la paz en Colombia», escribi en Twitter Carlos Ruiz Massieu, representante de la ONU en Colombia.

Pero an no est claros ni la metodologa que debern emplear ni si se refieren a controlar el abandono de todos los delitos o solo los homicidios y los ataques a la fuerza pblica. Sin dejar de lado que, conforme a datos de la Defensora del Pueblo, las cinco bandas estn presentes en 237 municipios, muchos de los cuales se encuentran enclavados en una geografa accidentada, de selvas y elevadas Cordilleras andinas, lugares remotos y de difcil acceso.

Prueba, adems, de la confusin reinante es lo sucedido con el ELN, la nica banda terrorista con la que el gobierno negocia formalmente un proceso de paz. Tras varios das de conversaciones en Caracas, a principios de diciembre, ni siquiera lograron pactar el silencio de los fusiles en Navidades, el anhelo de las comunidades que viven bajo su yugo. Lo nico que resolvieron fue trasladar los dilogos a Mjico y reanudarlos en enero.

«El mayor riesgo del cese al fuego bilateral con bandas criminales, que incluyen grupos principalmente narcotraficantes, es que los mafiosos sigan dedicados al narcotrfico con la seguridad de que las Fuerzas Militares no los van a combatir. Lo nico que tienen que hacer es no matar a nadie», analiza para este diario Luis Carlos Vlez, director del informativo La FM de RCN. «Si esto se materializa, se crean incentivos perversos para que sean los narcos quienes, con sus ejrcitos privados y bandas, sean los encargados de la ‘seguridad’ en el territorio. Es una versin ms perversa de lo que AMLO est haciendo en los estados del norte de Mxico. Vamos a ‘sinaloizar’ Colombia».

Cabe anotar que en el 2022 la confrontacin armada entre las bandas delincuenciales -setenta, segn la ONG Indepaz- caus ms muertes, amenazas y xodos de la poblacin civil que el medio centenar de combates con las Fuerzas Militares.

Solo en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, se produjeron ms de 300 asesinatos por la guerra que libran en la regin las disidencias de las FARC de Ivn Mordisco con el ELN.

Tambin falta por conocer si la citada guerrilla dejar de delinquir en los 12 estados de Venezuela en donde est presente, con el beneplcito de Nicols Maduro, o si el cese al fuego no incluye al pas vecino.