Menú Cerrar

Brecha generacional / Columna de Óscar Acevedo – Música y Libros – Cultura

Óscar Acevedo

La convivencia exige ciertas tolerancias para las cuales no estamos bien preparados. Me explico. Las preferencias musicales de un sesentón como yo son muy diferentes a las de una joven artista (o sea, mi hija), por no decir angularmente opuestas. Ella escucha música permanentemente, no todas son estridencias a muy alto volumen pero algunas veces se apasiona con grabaciones de mérito cuestionable. Otras veces acierta con alguna salsa exótica o una sabrosa bossa nova.

Debido a mi oficio de músico, ella busca mi opinión sobre su canción predilecta de la semana, y aunque trato de ser sincero a la hora de responder, casi siempre le contesto de manera respetuosa: “El ritmo es muy plano, muy estático, no evoluciona…”. Otro comentario frecuente es: “La melodía se repite excesivamente, sin ningún contraste…”. Y así.

Claro, a veces hay excepciones, pero por lo general la música “alternativa” que los millennials están escuchando es muy básica. Repito, hay algunas excepciones que se cuentan con los dedos de la mano, pero la mayoría de producciones musicales de la juventud actual carecen de ingenio. En el arrebato juvenil se toman muchas decisiones sin criterio, esa escasa virtud que tanto nos cuesta entender y que tarda mucho en madurar. En la juventud tomamos decisiones por mero capricho o por imitar los gustos de algún amigo influyente.

Lo digo porque hoy me asombra la mediocridad de algunos discos que yo idolatraba en los lejanos años setenta. Al volverlos a escuchar medio siglo después, la distorsión aturdidora de la época carece de sentido hoy en día y no me produce placer, solo aburrimiento. ¡Qué vaina!

La disponibilidad de sistemas de grabación a muy bajo costo es una de las principales razones que ocasionaron esta ola de publicaciones sin criterio. Ahora todo el mundo puede hacer su disco casero sin los altos costos que implicaba recurrir a un estudio de grabación para lograr un buen sonido. La aparición de redes y plataformas digitales que eliminaron la intermediación de una discográfica para que el aspirante a rock star pudiera publicar sus ocurrencias también ha contribuido a esta sobreoferta de principiantes súbitamente convertidos en estrellas.

Como buen adulto mayor, voy a afirmar que en mis tiempos era distinto (aunque no necesariamente mejor). Había que cumplir ciertos requisitos de calidad y competir con un pocotón de aspirantes que, por lo general, hacían cola en las oficinas de la disquera para obtener la aprobación del jefe. Estos filtros editoriales evitaban que se publicara tanta basura, con esto me refiero específicamente a músicas sin ningún mérito que solo buscan el lucro.

Volviendo a las afortunadas excepciones descubiertas por sugerencia de mi hija menor menciono a Joe Bataan, un exponente de la salsa soul que grabó con la Fania por allá en los años setenta, y al dúo Las Mijas, conformado por la pastusa Briela Ojeda y la manizalita Isabel Ramírez, alias la Muchacha. Sus letras son originales y pueden renovar la creación de tonadas en Colombia usando sus voces de forma más natural y no tan impostada.

Va un sincero agradecimiento a mis lectores por acoger estas líneas. ¡Feliz 2024!

ÓSCAR ACEVEDO
Crítico musical
PARA EL TIEMPO
[email protected]

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com

Publicado el: 2023-12-29 19:06:35
En la sección: EL TIEMPO.COM – Cultura

Publicado en Cultura

Deja un comentario