La Fundación del Español Urgente escogió la voz polarización, como palabra del año. Según Wikipedia, polarización es el “fenómeno por el cual la opinión pública se divide en dos extremos”. La palabra nos remite de inmediato a Polo Norte y Polo Sur, los dos extremos opuestos de la Tierra, paradigma de todos los opuestos posibles, blanco-negro, hombre-mujer, bueno-malo. Especialmente esta última, que en política se ha concretado en las diversas oposiciones históricas, derecha-izquierda, capitalismo-socialismo, monarquía-democracia.
La polarización se ha intensificado en varios países, como lo indica un estudio de la consultora Edelman, que identifica 28 naciones en las que se dan los mayores índices de desconfianza y de segregación poblacional. Esa lista está encabezada por Argentina, Colombia y Estados Unidos. Les siguen España, Sudáfrica y Suecia. Edelman califica como gravemente polarizados a estos seis países, lo que va de la mano de la politización de las empresas, el escepticismo respecto a las fuerzas políticas, el desequilibro institucional, la división de clases, la desinformación y la falta de liderazgo.
La palabra polarización ingresó al DLE en 1884. Es un sustantivo que viene del verbo polarizar, a su vez derivado de polo, voces que aparte de sus funciones en física, geometría y matemáticas, relacionadas con ondas, circuitos, vibraciones, ejes, radios y funciones infinitas, alude a ‘situaciones con dos opiniones o actividades muy definidas y distanciadas, hasta llegar al extremo de la crispación y el enfrentamiento’. Como vivimos en un mundo binario, que ya muchos se esfuerzan en superar, la polarización se ha dado siempre en diversas realidades. Desde lo moral, lo debido-lo indebido, lo correcto-lo incorrecto, lo amable-lo grosero, hasta lo banal de todos los días, Millos-Santa Fe, Caracol-RCN, boleros-reguetón, pollo-carne, trigo-maíz, creyente-ateo, Estados Unidos-Rusia, desnudo-vestido, corbata-bluyín, alharaca-silencio, alto-bajo, gordo-flaco, Uribe-Petro, subterráneo-elevado…Otras palabras del año en Colombia podrían haber sido, si se permite la inclusión de sintagmas y de antropónimos, paz total, ¡qué chimba!, las mujeres facturan, ásperger, reforma, revaluación, tatequieto, Rigo, Lucho Díaz y, por supuesto, Karol G.
Bumerán
Cita: “Lo que no calculó el presidente es que sus palabras cayeron como un bumerán” (Semana). Mejor: “cayeran”, y mejor aún, “hicieran el efecto de un bumerán”, porque lo propio de esta arma es que al lanzarla tenga el efecto necesario para golpear al conejo y regresar a la mano del lanzador, no que caiga.
Megacerebro
Cada día intento resolver el crucigrama de EL TIEMPO, y por lo general lo logro. El más divertido es el Megacerebro de los sábados, que a veces termino el domingo o el lunes. Hay respuestas con pistas ya conocidas como as (jugador del Santa Fe), él (bueno de Uribe), OO (partido conservador), spa (gimnasio moderno), Sam (tío vivo), que no por repetidas dejan de ser graciosas, y otras tan ocurrentes, que son como para devanarse tres veces los sesos, como estas últimas: dulce de papaya = dócil, consejo de administración = aseo, hermanas = unes, lucho con valor = regateo, tratamiento de cabeza = jerarca, Fe en inglés = iron, ni corto ni perezoso = erecto, consuelo de Llorente = teta.
‘Le dedico mi silencio’
Dice Vargas Llosa en su última novela: “Muy bien maquillada. Parecía recién salida de la ducha” (p. 49). Digo yo: o lo uno o lo otro.
FERNANDO ÁVILA
Experto en redacción y creación literaria
@fernandoav
Preguntas: [email protected]
Más noticias
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com
Publicado el: 2024-01-02 18:47:47
En la sección: EL TIEMPO.COM – Cultura