David Popovici choca contra el rcord imposible: ni el prodigio acaba con los baadores de plstico | elmundo.es

El rumano intent batir el rcord mundial de los 200 metros libre que estableci Biedermann en 2009 y acaba desfondado y fuera del podio

• Reportaje Radiografa de David Popovici, la nueva estrella de la natacin: «Le cost encontrar el equilibrio entre diversin y disciplina»

Y si ese rcord del mundo es imposible, y si est fuera del alcance del ser humano, y si se quedar en los libros por los siglos. Los baadores de plstico y sus efectos. Aquel invento que entre 2008 y 2009 revolucion la natacin se mantiene en la historia como una mancha indeleble. Ni los mayores talentos de la historia han conseguido rebajar el tiempo que el alemn Paul Biedermann, un nadador de segunda lnea, marc en los 200 metros libre vestido de arriba abajo de poliuretano.

Michael Phelps, la leyenda, se pas toda la vida entrenando, y entrenando, y entrenando para romper la barrera del minuto y 44 segundos en tan mtica distancia y cuando lo consigui apareci Biedermann y su traje para establecer una plusmarca para siempre: 1:42:00. Aquel da, el 28 de julio de 2009, en el Mundial de Roma, el propio alemn admiti que su xito tena truco -su mejor marca anterior estaba en 1:46-, que le gustara superar a Phelps «sin necesitar el baador» y que haba que regresar «a la natacin real», pero ah sigue su registro. Slo un portento en estado de gracia podra superarlo.

Y David Popovici pensaba que ste era su momento. Este martes, en el Mundial de Fukuoka, se coloc ante el altsimo muro que Biedermann construy, mir hacia arriba, cogi carrerilla, salt hacia los cielos de la historia… y se estrell contra la piedra. Fue violento. Fue desagradable. Fue un fracaso. El portento, actualmente el hombre ms rpido del planeta, se desfond en busca del rcord de los 200 metros y se qued sin historia, sin oro y hasta sin podio. En los ltimos instantes le superaron los britnicos Matthew Richards y Tom Dean y el surcoreano Sunwoo Hwang para dejarle en cuarta posicin con un tiempo (1:44:90) ms lento del registrado en semifinales.

Un anlisis simple de su carrera explica la decepcin. En el primer largo, Popovici no slo fue ms rpido que Biedermann, fue ms veloz que cualquier otro nadador en la historia (23.74 segundos) y despus pag el esfuerzo. Al completar 100 metros, segua a ritmo de rcord mundial (50.18), pero a los 150 metros ya se qued atrs (01:16:78) y en el ltimo largo sufri como nunca en su vida. Su parcial final (28.12) fue el ms lento de todos los finalistas, posiblemente su parcial ms lento desde la infancia.

Lo lograr en el futuro?

«A nadie le gusta perder as, pero no estoy enfadado. He hecho tres largos realmente buenos y no he podido ms. He dado todo lo que he podido. As es el deporte», declar un Popovici relajado. Tiene 18 aos. Lo volver a intentar. Ya despus de los Juegos de Tokio 2020, cuando slo era un adolescente, declar en el podcast ‘Inside With Brett Hawke’ que el rcord de Biedermann era » el ms difcil de todos», pero no era imposible. «Necesitar tiempo, pasin y paciencia», coment entonces y, con esos tres ingredientes, podra lograrlo.

Su intento este martes pudo parecer el exceso de un joven osado, pero no lo fue. Entre otras muchas razones, una: el ao pasado Popovici ya bati un rcord mundial de plstico, en los 100 metros libre, de Csar Cielo. Precisamente en esa distancia, Popovici tendr la opcin de ganar un oro en este Mundial de Fukuoka -ser el jueves- aunque deber volver a los 200 metros libre para desafiar al pasado.

Su lugar en la historia depende de ello. Por sus cualidades, aunque coquetea con la mariposa y los estilos, difcilmente Popovici alcanzar los rcords de medallas de Phelps, ni tan siquiera se acercar. Por su naturaleza, discreto, estudioso, feliz viviendo en Bucarest, le costar alcanzar el relieve meditico de sus rivales estadounidenses o britnicos. Pero si supera el rcord de Biedermann nadie podr negarle un lugar en el Olimpo.

Quedarn otras plusmarcas (el propio Biedermann tiene la de los 400 metros libre) de la poca de los baadores de plstico, pero habr acabado con la ms paradigmtica. A su favor, el margen de mejora por su juventud, la aparicin de adversarios a la altura -Richards y Hwang tienen 20 aos- y la tecnologa de los baadores actuales, que no son de plstico, pero s de un carbono cada vez ms ligero y compresivo. Quiz los Juegos de Pars 2024 sean el escenario ideal. En su contra, que ya no son tiempos de milagros, de mejoras exageradas, de trucos. Quiz la historia se haya terminado. Y si ese rcord del mundo de Biedermann en los 200 metros libre es imposible, y si est fuera del alcance del ser humano, y si se quedar en los libros por los siglos.