Los trabajadores de Valdebebas todavía recuerdan la presentación de Jude Bellingham como nuevo jugador del Real Madrid. Creían ver doble. El nuevo fichaje del conjunto blanco se vistió de corto para dar unos toques al balón y posar para las fotos protocolarias en el césped del Alfredo Di Stéfano mientras su familia esperaba por él. «Una foto familiar», pidió uno de los fotógrafos. Y ahí se acercaron Mark, su padre, Denise, su madre, y Jobe, su hermano pequeño, dos años menor que él. «¡Sois iguales!», bromeó uno de los presentes. Mark, el más extrovertido de los cuatro, contestó que «siempre les dicen lo mismo».
Jude y Jobe son el resumen perfecto del dicho ‘ser como dos gotas de agua’. No son gemelos, pero lo parecen. Misma estatura, mismo físico, mismo peinado… La perilla de Jude es de lo poco que les diferencia. Y la situación se ha vuelto más curiosa todavía al ver sus actuaciones dentro de un campo de fútbol y las decisiones que toman en su carrera. Jobe es ahora la sensación del Borussia Dortmund, que le fichó desde el Sunderland, equipo al que ascendió a la Premier League, justo antes del Mundial de clubes. El mismo club alemán en el que dio el salto definitivo su hermano Jude antes de viajar a Madrid.
El menor de los Bellingham lleva un gol y una asistencia en la primera fase, justo en los dos encuentros en los que ha sido titular. Debutó con 30 minutos ante el Fluminense y a partir de ahí el técnico Niko Kovac le ha dado galones en el centro del campo ganándole la posición a otros jóvenes como Beier o Reyna.
A sus 19 años, su firma por el Dortmund llega dos años después de la de su hermano, que aterrizó en la ciudad de Alemania con 17, pero no dejan de ser movimientos similares y una evolución futbolística que coloca su valor de mercado en 22 millones de euros, según Transfermarkt. Como en el físico, el camino de los Bellingham también ha sido como verse en el espejo.
Caminos similares
Jobe también nació en Stourbridge, como Jude, pueblo cercano a Birmingham donde los niños se criaron y donde Mark, el padre, jugó al fútbol. «Les recuerdo desde pequeños, siempre con un balón y corriendo de un lado para otro», recordaba a este periódico Gary Hackett, entrenador de Mark en el Stourbridge FC. Compartió colegio con Jude, avanzó en las categorías inferiores del Birmingham City, como Jude y a los 16 años, como él, terminó debutando con el primer equipo.
Eso sí, el mural que gobierna las puertas del Estadio de St. Andrews eleva la leyenda del hermano mayor, porque el único camino diferente que Jobe ha recorrido con respecto a Jude es la necesidad de alejarse un par de años de Birmingham para saltar hacia la elite mundial.
Jude, nacido en 2003, se estrenó en partido oficial con el equipo de su ciudad a los 16 años y 38 días, récord histórico del club, disputó 41 partidos, anotó 4 goles para ayudar a que el equipo se salvara en la Championship (Segunda División inglesa) y un mes después de cumplir los 17 fichó por el Dortmund por 25 millones de euros. Jugó tres temporadas, incluidos partidos de Champions, marcó 24 goles y una semana antes de cumplir los 20 años el Madrid pagó más de 100 millones por él.
Jobe, nacido en 2005, estuvo a punto de romper el récord de Jude en el Birmingham cuando fue convocado a un encuentro oficial con 15 años, pero no debutó hasta los 16 y 107 días. 69 de distancia con su hermano, que en ese momento ya brillaba en la Bundesliga. Su aparición en el equipo no fue tan impactante como la de Jude, y después de año y medio fichó por el Sunderland, donde trabajaban antiguos entrenadores y directivos que había tenido en Birmingham y en los que la familia tenía más confianza. El club era distinto al de su hermano, pero el círculo era ahora similar. En Sunderland ha jugado 90 partidos en dos años, ha anotado 11 goles y ha sido uno de los líderes en el ascenso del club a la Premier League, actuaciones que le han valido para que el Dortmund pague por él 33 millones, más cinco en variables. Diez más que por Jude, con el que comparte amigos y vacaciones.
En su decisión, como en la de Jude, hay un «no» rotundo a varios equipos de la Premier, como el Liverpool o el Manchester United. La reflexión de la familia Bellingham ha sido la misma para los dos hermanos: querían un equipo en el que crecer alejado de la presión mediática de Inglaterra. Una ciudad en la que se respetara la vida privada del futbolista y donde la dirección del club fuese estable. Por eso terminaron en Dortmund. Y en unos años, veremos. El Madrid, encantado con lo que representa Jude a nivel futbolístico y de imagen, no le quita el ojo de encima a Jobe, cuyo nombre está en la lista de futuribles del conjunto blanco.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2025-06-26 18:58:00
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