«Lo tena todo bajo control». Eso pronunci despus Miguel Indurain, aunque, quiz por primera vez se sinti (le sentimos), humano. Cabizbajo, la gorra blanca del Banesto, su inmensidad rosa apoyada sobre la valla publicitaria, el aliento entrecortado mientras se arremolinaban los fotgrafos en busca de la imagen del dios en apuros. El navarro acababa de ganar su segudo Giro de Italia consecutivo, pero en el Santuario de Oropa (donde este domingo acude Pogacar en busca de la maglia), un 12 de junio de 1993, un letn de Riga le haba puesto contra las cuerdas.
Para saber ms
Para saber ms
Cundi el pnico. Porque Piotr Ugrumov, gorra amarilla del Mecair-Ballan, llegaba poderoso a la meta, poco ms de un minuto despus del ganador Ghirotto. Y le seguan Chiapucci, Tonkov y Roche, pero Migueln, del que no haba referencias, tardaba en aparecer. El da antes, en la contrarreloj de Sestriere, lo haba dejado todo, aparentemente, visto para sentencia, con 1:34 en la general sobre el ruso.
Al fin emergi su figura al fondo de la recta de meta, agarrado abajo en el manillar, superando el apuro. Entr a 36 segundos y salv el Giro, pese a los sudores para siempre recordados en Oropa, casi 12 kilmetros a ms del 6%, una subida que desde sus primeras rampas convirti en exigente Moreno Argentin y en la que Ugrumov, segundo tambin en el Tour de 1994, se empe despus en atacar y atacar. «No se trataba de resistir como fuese a su rueda, tena un margen de sobra. Me he mantenido tranquilo. Ugrumov est muy fuerte y prefer seguir a mi ritmo. De lo contrario, me habra arriesgado a reventar. En ningn instante pens que perdera la maglia rosa«, razon el navarro.
Una cima no tan dura, pero s mtica por los precedentes. Porque no slo Indurain grab all, al norte de la ciudad e Biella, su leyenda. Ms an lo hizo unos aos despus Marco Pantani. En 1999 firm una ascensin legendaria, tambin vestido de rosa.
Haba recuperado el liderato el Pirata el da antes, en la meta de Borgo San Dalmazzo, donde tan mal lo pas Laurent Jalabert. Aventajaba con 53 segundos a Paolo Savoldelli y 1’21» a Ivan Gotti. Pero en las primeras rampas del Racconigi-Santuario di Oropa, dedicado a la Virgen Negra, se encendieron todas las alarmas cuando a Pantani se le enred la bicicleta, un problema mecnico aprovechado por sus rivales.
Con 45 segundos perdidos y el Mercatone Uno aguardando a su lder, Pantani se lanz a la desesperada, en solitario ya, con seis kilmetros todava por delante. Uno a uno, hasta 49 adelantamientos, incluidos Gotti, Savoldelli, Simoni y finalmente Jalabert. Estaba solo en cabeza a falta de tres kilmetros y apenas celebr el triunfo: «No pensaba que los haba cogido a todos…».
Ser la sptima vez que la Corsa Rosa acabe en Oropa. La ltima, en 2017, se vivi un bonito combate entre Doumoulin y Nairo Quintana. Con 161 kilmetros previos y otras dos subidas concentradas en la parte final, buen terreno para que Pogacar inscriba su nombre all y recupere la maglia que ayer le birl el ecuatoriano Narvez, una fiera en el Muro de San Vito y un can en la meta de Turn.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2024-05-04 15:16:56
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