Wimbledon: Un diablo anda suelto: Nick Kyrgios desafa a Novak Djokovic en una gran final | elmundo.es

El australiano se estrena en el partido definitivo de un ‘major’, frente al hexacampen del torneo. Irreverente y transgresor, suma 120 ‘aces’ y tiene armas para intentar vencer.

Cada uno a su manera, los dos finalistas de Wimbledon comparten una irreverente aproximacin al juego. Dentro del establihment desde hace muchos aos, triunfador como muy pocos, Novak Djokovic nunca ha dejado de encarnar al tenista rebelde y a menudo malencarado, incapaz de ganarse el aprecio mayoritario de los aficionados. A Nick Kyrgios, un tipo casi fuera de la ley, sus actitudes bronquistas y diletantes no le han impedido granjearse numerosas simpatas. «All donde voy lleno estadios. Los medios aman escribir que soy malo para el deporte, pero no es as», se defiende el australiano de origen griego que este domingo (16.00 h., Vamos) disputar su primera final individual de un torneo del Grand Slam.

Quizs si, a sus 27 aos, ya con casi una dcada en el circuito, presentase un destacado currculo, la percepcin general sera otra, pero, al fin y al cabo, con slo seis ttulos de la ATP, ninguno de ellos siquiera de categora Masters 1000, y un protagonismo adquirido en su mayor parte por su carcter volcnico y por moverse con frecuencia en los lmites del reglamento y de las buenas maneras, Kyrgios no deja de ser visto como un perdedor, un chico malo incapaz de rentabilizar su indiscutible talento, que inspira comprensin.

«Es mucho ms inteligente de lo que los aficionados se imaginan. Todo lo que hace tiene una intencin: sacar a su rival del partido. En su cabeza las cosas funcionan muy bien a nivel tctico. Sabe extraer lecciones de cada encuentro», comenta a este peridico en conversacin telefnica Pepe Vendrell, entrenador de Cristian Garn, su adversario en los cuartos de final del torneo.

Denuncia por malos tratos

Kyrgios disput ese partido 24 horas despus de que su ex novia, Chiara Passari, presentase una denuncia en Australia acusndole de malos tratos. Es, sin duda, la reprobacin ms grave que pesa sobre l, acostumbrado a protagonizar bravatas y comportamientos poco edificantes, como sucedi en el encuentro de tercera ronda frente a Stefanos Tsitipas, cuando escupi dirigindose a un espectador, solo uno de los episodios de un duelo con mucho ardor tambin ms all de la lnea de fondo.

Djokovic le agradeci en conferencia de prensa, tras vencer en semifinales a Cameron Norrie, su respaldo en el pasado Abierto de Australia, cuando el serbio se situ en el ojo del huracn por su negativa a vacunarse contra el covid. Nole, que busca su sptimo Wimbledon, donde acumula 27 victorias consecutivas y no pierde desde el e1 12 de julio de 2017, cuando se retir por lesin en cuartos de final contra Tomas Berdych, sabe que no lo tendr fcil para sumar tambin el vigesimoprimer Grand Slam, con el cual se situara a uno de Rafael Nadal.

Kyrgios le ha ganado las dos veces que se vieron las caras: en cuartos de final de Acapulco y en octavos de Indian Wells, ambas en 2017, ambas sin conceder un set. Es evidente que estamos en una situacin muy distinta, una final que para el de Belgrado ser la trigsimosegunda del Grand Slam, ya una ms que Roger Federer y dos por encima de Nadal, y que el australiano jams haba pasado de cuartos en una competicin de esta categora, pero su calidad es incuestionable

Es mucho ms inteligente de lo que algunos imaginan. En su cabeza las cosas funcionan muy bien a nivel tctico

Pepe Vendrell, entrenador de Cristian Garn, su rival en cuartos

«A veces pierde el control, pero en cualquier momento puede hacer saltar la banca», prosigue Vendrell. «Ha madurado en un entorno de confianza, est bien rodeado, se cuida ms, descansa mejor. Nada sucede por casualidad. Hace ao y medio no estaba preparado, se encontraba fuera de forma».

Es, con 120 aces, el lder el torneo en ese registro. «Con el saque marca diferencias. Tiene variabilidad y precisin tanto con el primero como con el segundo. Adems, est mejor al resto, te hace jugar. Es cierto que se va a a medir con un extraordinario restador como Djokovic, pero si encuentra el ritmo con su servicio le veo con opciones de ganar el partido», apunta Vendrell. El jugador de Camberra, que carece de entrenador, est acompaado por su preparador fsico, Will Maher, su padre, Giorgos, su madre, Nill, su hermanos, Christos y Halimah, su novia, Costeen Hatzi, modelo y empresaria de 22 aos, y su manager, Daniel Horsfall.

Kyrgios, en la final sin tener que jugar contra Nadal, lesionado, se present en sociedad hace ocho aos al llegar a cuartos del torneo como invitado, desde el puesto 144, dejando al espaol en el camino. Ahora est dispuesto a homologar a lo grande unas cualidades superlativas.