El canciller de Alemania, Friedrich Merz, del partido conservador Unión Demócrata Cristiana (CDU) expuso esta semana ante el Parlamento la postura del Gobierno sobre lo que denominó una de las próximas prioridades importantes: sus planes para reformar la prestación por desempleo, o Bürgergeld («ingreso ciudadano”).
Repitió un lema recurrente sobre el ámbito laboral: que «trabajar debe merecer la pena”. Quiere «garantizar que la población alemana en su conjunto vuelva a comprobar que sus esfuerzos dan sus frutos y que se aplique de nuevo el principio de la remuneración basada en el rendimiento».
Sin embargo, una estadística reciente parece contradecirlo: en 2024, unos 826.000 trabajadores dependían de la prestación por desempleo, o Bürgergeld. Esto representa un aumento de alrededor de 30.000 desde 2023. Es la primera vez que el número de personas empleadas que reciben una prestación social aumenta desde 2015.
Ese fue -quizás no por casualidad- también el año en que Alemania introdujo su primer salario mínimo. En aquel momento, más de un millón de trabajadores aún dependían de las ayudas estatales, cifra que ha disminuido constantemente desde entonces. Estas prestaciones adicionales costaron al Estado casi 7.000 millones de euros (8.100 millones de dólares) en 2024, más de 1.000 millones más que los 5.700 millones de euros que el Estado pagó por estos casos en 2022.
El Gobierno alemán reveló esas cifras en respuesta a una solicitud del diputado Cem Ince, del partido La Izquierda, quien declaró a DW: «Es inaceptable que cientos de miles de personas dependan de las ayudas estatales a pesar de tener trabajo. Esto significa que estamos apoyando los bajos salarios y perpetuando la explotación laboral”.
Cifras demostrarían que el salario mínimo es demasiado bajo
Cem Ince cree que estas cifras demuestran que el salario mínimo alemán es, simplemente, demasiado bajo. Aunque el anterior gobierno lo incrementó considerablemente -hasta 12 euros a principios de 2023-, desde entonces solo ha aumentado mínimamente, hasta los 12,82 euros por hora actuales.
Este viernes 27 de junio de 2025, la comisión alemana para el salario mínimo, formada por representantes de las asociaciones de empleadores y de los sindicatos, anunció que el salario mínimo aumentaría en dos etapas: a 13,90 euros el 1 de enero de 2026, y a 14,60 euros en 2027, cifra inferior a los 15 euros propuestos por los socialdemócratas del SPD durante su campaña.
Para Helena Steinhaus, fundadora del grupo activista Sanktionsfrei (Sin sanciones), que apoya a las personas que viven de la prestación social, afirma que los pequeños aumentos no han seguido el ritmo de los incrementos del alquiler y del costo de vida en los últimos años. El alquiler promedio en Alemania, por ejemplo, subió un 4,7 % solo el año pasado, y llegó a subir un 8,5 % en Berlín.
«Yo diría que esa es nuestra respuesta a por qué más gente tiene que complementar sus ingresos, porque el salario mínimo, incluso si se trabaja a tiempo completo, no cubre lo que se supone que debería cubrir», dijo Steinhaus.
El problema del trabajo a tiempo parcial
Sin embargo, algunos economistas argumentan que el salario mínimo tiene poco que ver con el número de trabajadores que necesitan beneficios. «Hay que reconocer que la mayoría de estas personas no trabajan a tiempo completo. La mayoría están en formación o trabajan a tiempo parcial», dijo a DW Holger Schäfer, economista senior de economía del mercado laboral en el Instituto Económico Alemán de Colonia (IW).
«Allí el salario mínimo no servirá de nada, ya que el hecho de que la gente no pueda vivir de sus ingresos no se debe al bajo salario por hora, sino a la baja cantidad de horas trabajadas».
Esto se ve confirmado por las cifras. Según los últimos datos de la Agencia Alemana de Empleo, de los 826.000 trabajadores que reciben prestaciones, solo unos 81.000 trabajaban a tiempo completo.
Sin embargo, eso no es excusa para pagar salarios bajos, explica Ince. «La realidad es que el salario mínimo actual es un salario de miseria. Los empleadores no pueden salirse con la suya», afirmó.
«El número de personas que reciben prestaciones depende en gran medida de los bajos salarios. Una de mis investigaciones recientes reveló que quienes ganan el salario mínimo por un trabajo a tiempo completo no pueden permitirse una vivienda adecuada en el 50 por ciento de las principales ciudades de Alemania, y dependen de ayudas económicas”.
La pobreza relativa va en aumento en Alemania
Como argumentó Steinhaus, la razón por la que muchas personas solo trabajan a tiempo parcial es simple: tienen hijos u otras personas dependientes a su cuidado, y muchas ciudades alemanas carecen de infraestructuras para esos cuidados. El IW calculó el año pasado que 306.000 niños alemanes menores de tres años no tienen una plaza en una guardería o preescolar, a pesar de tener derecho a una por ley.
Un estudio de 2021 del Instituto de Investigación del Empleo (IAB) reveló que cuantos más hijos tienen las personas que trabajan, mayor es la probabilidad de que necesiten prestaciones sociales. Ince, el diputado del Partido de Izquierda, argumentó que si el Estado invirtiera más en guarderías, «muchas personas podrían escapar de la trampa del trabajo a tiempo parcial”.
Schäfer argumenta que aumentar el salario mínimo no es la solución y podría ser contraproducente, ya que «podría empeorar la situación si las empresas limitan su demanda de trabajo debido al mayor costo del salario”.
Pero Steinhaus no está convencida de ello: «Las asociaciones de empleadores llevan diez años defendiendo este argumento, pero en estos diez años no se ha demostrado ni una sola vez que sea cierto», afirma.
«Por supuesto, hay empresas que tienen problemas cuando aumenta el salario mínimo, pero muchas se benefician de poder contratar personal a bajo costo».
Gobierno de Merz reforma el sistema de prestaciones sociales
Holger Schäfer cree que la tendencia general a la baja en cuanto a prestaciones se mantiene desde 2015. El aumento de 2024 se debió más a las condiciones del mercado laboral, indica.
El canciller alemán, Friedrich Merz, posiblemente se mantenga fiel a sus planes de reformar el sistema de prestaciones por desempleo.
«Desafortunadamente, los argumentos de Merz sobre el trabajo están al revés”, señala la activista Helena Steinhaus. «Cuando dice que ‘el trabajo debe merecer la pena’, quiere decir que deberían reducirse las prestaciones por desempleo. Pero el mínimo necesario para vivir es independiente de lo que ganen los trabajadores pobres. Deberían ganar más, sin duda. Pero simplemente reducir las prestaciones es contraproducente y enfrenta a los más pobres entre sí”.
(cp/el)
Fuente de TenemosNoticias.com: www.dw.com
Publicado el: 2025-06-27 11:49:00
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