Por desgracia, a muchas personas un accidente o una enfermedad inesperada les arrebata su pasión y su forma de vida. Esa era la historia también de Peter Lammer, un chef austríaco cuya carrera parecía haber llegado a su fin tras un accidente de motocicleta que lo dejó con una discapacidad severa. Sin embargo, lejos de resignarse, Lammer encontró en la adversidad una oportunidad para reinventarse, marcando un antes y un después en la accesibilidad en el entorno laboral.
Con la ayuda de su amigo Bernhard Tichy, Lammer transformó no solo su vida, sino también su cocina en un laboratorio de innovación. Y todo gracias al dispositivo Standing Ovation, que promete recomponer muchas más vidas.
El accidente que cambió su vida
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En 2010, un accidente de motocicleta dejó a Peter Lammer enfrentando un futuro incierto. Las múltiples cirugías y seis años de fisioterapia no lograron devolverle la movilidad suficiente para desempeñar su trabajo como chef, dejándolo con una discapacidad del 80% en sus piernas. La imposibilidad de realizar trabajos que requirieran estar de pie puso en peligro su estabilidad financiera y emocional.
Además de las secuelas físicas, Lammer soportó una carga psicológica enorme. Su pasión por la cocina y su papel como padre de cuatro hijos lo motivaron a buscar soluciones, incluso cuando los pronósticos eran desalentadores. «Todos los expertos decían que nunca podría volver a trabajar en una profesión que requiriera estar de pie», recuerda Lammer. Pero su determinación, junto con el apoyo de su amigo y socio Bernhard Tichy, transformaron esta sentencia en un desafío.
Del diseño a la realidad: nace Standing Ovation
La innovación surgió del vínculo entre Lammer y Tichy, un carpintero y aventurero con una inclinación por resolver problemas prácticos. Inspirándose en las estructuras de las tirolinas que Tichy gestiona en su centro de aventuras, ambos desarrollaron un dispositivo revolucionario: Standing Ovation.
El sistema consiste en un soporte metálico en forma de C, que combina un asiento ergonómico suspendido de rieles en el techo. Este diseño permite a Lammer moverse por su cocina «flotando», trasladándose entre estaciones de trabajo con agilidad. Equipado con un asiento de estilo bicicleta, el dispositivo elimina la necesidad de soportar peso sobre las piernas, devolviéndole la posibilidad de cocinar.
«Esto da a las personas con fuerza limitada en las piernas una nueva oportunidad para seguir persiguiendo sus sueños», afirma Tichy.
Hoy, Peter Lammer trabaja en el restaurante Johanneskeller, ubicado en Salzburgo, Austria. Este espacio no solo es un lugar donde los comensales disfrutan de platos elaborados con productos locales, como pescado fresco del lago Königssee, sino también un escaparate del potencial transformador de la tecnología inclusiva.
Lammer ha convertido su restaurante en un lugar de inspiración. Los visitantes no solo saborean la gastronomía, sino que también son testigos de cómo la determinación y la innovación pueden superar barreras aparentemente insalvables.
El impacto de Standing Ovation va más allá de la cocina de Johanneskeller. Este dispositivo tiene el potencial de cambiar las reglas del juego en muchos otros entornos laborales, y lo mejor de todo es que es accesible económicamente, defienden sus creadores. Actualmente, Standing Ovation cuenta con subsidios de hasta el 100% en Austria, lo que facilita su implementación para quienes lo necesiten.
El equipo detrás del dispositivo también ofrece asesoramiento para navegar el complejo panorama de ayudas y subvenciones. «Estamos aquí para ayudar a otros a encontrar el apoyo necesario para adoptar soluciones como esta», comenta Tichy.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es
Publicado el: 2024-11-26 11:13:00
En la sección: elEconomista tecnologia